Primero oímos algunos fragmentos del planteamientos que hiciera el constitucionalista Escarrá, en el Teatro Bolívar, acerca de la vigencia de las Leyes del Poder Popular y de cómo parece que llegó la hora de instrumentarlas, y ahora nos enteramos que en un evento en con las Fuerzas Armadas el mismo hombre plantea la necesidad de un "pacto de estado".
Según reseña periodística de Aporrea, http://www.aporrea.org/actualidad/n283092.html , el ambivalente Escarrá en una charla, al Comando Mayor Superior de la Fuerza Armada Bolivariana, afirmó que había que "darle la bienvenida política a el pluralismo político y a la alternabilidad sin revanchismos ni demagogia". El catedrático de Derecho Constitucional afirmó que hay que hacerle caso a la propuesta de un Pacto de Estado que incluya a todos los sectores de la vida de la Nación.
¿Será que Escarrá habla según el público presente?; mientras al pueblo más llano le habla de instrumentar las leyes del poder popular, en el seno de las Fuerzas Armadas propone que la dirigencia del chavismo debe negociar (pactar) con la derecha para garantizar la gobernabilidad.
Todos saben, chavistas y opositores, que el Dr. Escarrá ha practicado como ningún otro, durante 17 años, un saltatalanquerismo sin parangón alguno en la historia reciente de nuestra política.
Es indudable que Escarrá ha sido un legítimo defensor del Estado burgués, independientemente que en diversas ocasiones haya acompañado a la oposición en su plan de retomar el poder político. Ese estado burgués que contribuyó en mucho a la derrota en las urnas del chavismo y que persistirá en su empeño en desplazar del poder a la revolución chavista.
Escarrá sabe que el chavismo está debilitado y no desaprovecha ocasión para mostrarse como un hombre que puede servirle a quien resulte más favorecido del confuso escenario político que se ha generado después del 6D.
El Pacto de Estado está firmado y sellado por la Constitución Bolivariana, refrendada por el pueblo, lo demás es ahogarse en un vaso de agua. El chavismo perdió la mayoría en la Asamblea Nacional, pero mantiene el Poder Ejecutivo y no le queda más que seguir gobernando y rectificando para reimpulsar la revolución y recuperar el apoyo mayoritario de la gente.
Que nadie le siga ofreciendo tribuna al Sr.Escarrá para pontificar, no es la hora de hombres de voz engolada y peinado engominado como él. Es hora del pueblo más llano, la dirigencia revolucionaria debe aprender la clase que el 6D le dio el pueblo y no recurrir a salidas mágicas y milagrosas. Sólo el pueblo salvará al pueblo.
