Una vez asimilada la derrota aplastante del campo Bolivariano y escuchado, visto y consultado a los "expertos" que brotaron como hongos, así como también haber observado cómo se culpaban unos con otros, muchas veces de manera destemplada y casi suicida, causando con ello que la derecha se extasiara por ese comportamiento entre "revolucionarios", me atrevo a sugerir a la dirigencia Bolivariana, que llame a consulta a los venezolanos más ilustres en el campo revolucionario y los escuche. Hay una pléyade de conciudadanos que podrían aportar sus ideas y sugerencias. Escuchen sus críticas y sugerencias y luego, llegado a un consenso, socialícenlo con el pueblo. Recuerden que a veces es mejor decirle al pueblo que le ofrecen "sangre, sudor y lágrimas", como lo hizo Winston Churchill a los ingleses en plena guerra mundial y que les levantó la moral hasta llevarlos a la derrota del Fascismo, que decirles una mentira piadosa, que probablemente podría causar una derrota definitiva.
Venezolanos ilustres y con trayectoria política, académica, social, etc., podrían ayudar, siempre con la participación del pueblo, a romper ese "nudo Gordiano" del "qué hacer" en la actual coyuntura, signada por el derrotismo, desesperanza, agotamiento y perdida del norte del proceso. La voz autorizada de un Luis Britto García, José Vicente Rangel, Julio Escalona, Carlos Lanz, Vladimir Acosta, William Izarra, entre otros (y corriendo el riesgo de obviar a muchos más), así como también muchos otros Colectivos, Frentes, Organizaciones de base, Coordinadoras, revolucionarios enviados al ostracismo, etc., tienen algo importante que decir y es impostergable escucharlas porque ellas son las bases del pueblo chavista y conocen más que nadie "como se bate el cobre" en el seno de ese pueblo. Una vez escuchadas y estudiadas concienzuda y dialécticamente (tesis +antítesis=síntesis) sus propuestas y cotejadas con la realidad política nacional, socialícelas o compártalas con el pueblo, explicando el porqué de las cosas y como lograremos superar este escollo.
Nuestro pueblo es sabio(a pesar del engaño al que fue sometido producto de una finísima y eficientísima guerra de 4° generación) y logrará entender los sacrificios que conllevaría tomar algunas medidas, tal vez impopulares pero necesarias. Hay que conjurar, con la presencia del pueblo, el espíritu de "La Malinche", que siempre ronda los espacios del poder, poniendo en juego la supervivencia de uno de los movimientos políticos más importantes, esperanzadores y revolucionarios del siglo XXI.