Es fama del padre del existencialismo francés, el gran polemista Jean-Paul Sartre (1905-1980), aquella frase, que es propiamente un oxímoron, que a la letra dice: “Nunca fuimos más libres que bajo la ocupación”, (citado por Carlos Pujol, 1982, en: “Sartre, director de conciencias” (El premio nobel de literatura, 1964).Los premios nobel, Fascículo 16. Orbis, p. 255).

A lo que, mutatis mutandis, uno también podría decir en estos días del chavismo aparentemente apabullado: ¡Nunca fuimos más victoriosos que en este revés electoral! ¡Somos irreductibles! ¡El pueblo está movilizado en la calle! Y es junto a él que debe caminar el gobierno… Recuérdese que por eso se ha activado el parlamento comunal, un jab al hígado de la burguesía y su democracia formal.

Sartre aludía con ello, según la fuente que se utiliza, a que en ese período de ocupación nazi fascista la Francia y sus instituciones, su pueblo padeció “una crisis de conciencia pero también de riesgos, heroísmo y clandestinidad” (ídem).

¿Está el sector revolucionario en Venezuela en semejante situación, dada la extraña derrota del 6-D a partir del cual la derecha viene a ocupar la Asamblea Nacional? El presidente Maduro ha dicho que la revolución puede tomar otro cariz, pero no se puede pecar de presunción y adelantar los eventos. Vamos a ver cómo es que los revolucionarios defienden los logros en seguridad social hasta ahora alcanzados, logros no sólo materiales sino espirituales, culturales y educativos, como por ejemplo la reafirmación de la soberanía nacional. Una de cuyas expresiones fue la de nuestra canciller quien se las cantó muy bellamente al pendenciero Macri.

Asimismo, por lo que se ha visto a través de los mass media, prensa escrita y tv, principalmente, así comopor haber participado ya en algunas asambleas y concentraciones en defensa de la revolución, ahora más amenazada que nunca, vienen tiempos de riesgo, heroísmo y hasta clandestinidad en Venezuela. ¿Será entonces tiempo de dedicarse a una vida tranquila dedicada a las ideas y la literatura para luego emerger fortalecidos y con mayor compromiso político? Creemos que a ciertos líderes partidista de la revolución les haría mucho bien tener, como sugiere el Dr. Jorge Rodríguez, más lectura, no todo es activismo.

Volvamos a la cita inicial, pues en ese tiempo, dentro de la aparente inmovilización en Francia, después de haber sido detenido por las tropas nazis de 1940 a 1941 y tras haber alcanzado la libertad, Sartre se dedicó a llevar “… una apacible existencia, consagrada a las ideas y a la literatura. De pronto, apenas vencido Hitler, empezó a predicar el famoso “engagement”, el compromiso político, al margen del cual todo escritor, intelectual o artista era, según su expresión más frecuente, un “salaud”, un puerco”, (ídem).

Imaginamos, por cierto, que los articulistas de www.aporrea.org los moviliza, precisamente, su compromiso político con la revolución bolivariana. Por eso cuestionan.Analizan y sostienen tesis.Con ello aportan rubros a la discusión que está planteada en el empeño de tornar al pueblo venezolano y el presidente Maduro victoriosos e irreductibles junto al pueblo.

Aunque según se ha percibido de sus últimas intervenciones de algunos de la dirección política de la revolución una cierta reinterpretación de las críticas, asumiéndola y pidiendo más bien soluciones o propuestas; Cabello igualmente en su programa número 90, del 16 de diciembre de 2015, se quejó de que quienes más hacen la crítica a las estrategias electorales del PSUV el 6-D, porque quienes las formulan dizque son los que menos trabajaron en la campaña del 1x10.

Bueno, decía Bolívar debe oír aunque sean las más duras críticas y al que no le gusta debería más bien hacerse a un lado, ¿cómo es que los derrotados el 6-D en el chavismo sigan creyéndose grandes líderes?

Crítica precisamente es la que hay que hacer y dura en este momento pero no solo a los líderes formales del Psuv sino también al burocratismo y corrupción que se ha desatado, así como a s la inacción. Antes que un ministerio de la felicidad habría que desarrolla como en Bolivia un ministerio de la transparencia. Aspectos que, aunque duela decirlo, son los responsables de la extraña derrota este 6-D, donde más de 2 millones de compatriotas optaron por dar la espalda al proyecto revolucionario, que perciben no les da esperanza. Pero como en el cuento de Antonio Arráiz todos ellos andaban desorientados y votaron contra ellos mismos.

Ahora la crítica como decía Cabello, tampoco es que el chavismo vaya a andar siempre lamiéndose las heridas después de una fiera pelea a diente limpio, (y ahí tienen razón Maduro y Cabello); se requiere analizar el entorno actual derivado del proceso del pasado reciente que dibujó un nuevo cuadro político e institucional, replantear los objetivos estratégicos de la organización y las metas a alcanzar en el corto y mediano plazo, con un juego de escenarios viables.

De acuerdo a un amigo los escenarios planteados serían los siguientes:

(a) de seguir como se está el chavismo seguirá cuesta abajo en la rodada, como dice la canción. Hay estadística que demuestra esa tendencia, de 55,1% del caudal de votos que obtuvo en 2012, pasó a 50,6 % en 2013 y ahorita en 2015 descendió a 40, 9 %;

(b) el gobierno debe reimpulsar la economía, algunos han propuesto seguir el modelo chino de socialismo de mercado (Luís Reyes Reyes, Felipe Pérez Martí, Víctor Álvarez.

Al respecto se pueden seguir las intervenciones públicas de tales ciudadanos en la prensa escrita, que ahora citamos de memoria, sin embargo ha faltado el diálogo y los acuerdos con todo el sector productivo nacional, no se alinean en unos objetivos comunes en atención al desarrollo nacional.

No se reactiva, sobre todo, la confianza entre el gobierno y sector privado: empresarios medianos y grandes, comerciantes, ganaderos y agricultores, entre otros); y se requiere que hayan signos en ese sentido.

(c) Las empresas estatizadas o nacionalizadas requieren demostrar su eficiencia en la producción, administración y gerencia, con lo cual exige que el perfil de los gerentes sea más técnico y profesional.

(d) La incertidumbre en el plano económico, político y social bien se habría de superar de alcanzar un gran conceso nacional, fundamentado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela pero los pequeños intereses o egoísmos, todos cortoplacistas y distorsionados, lo impide. Esa es nuestra mayor tragedia.