El camarada Baíz se hace el siguiente planteamiento, si somos socialistas, ¿Para qué tenemos que producir? Responde: “para superar la economía rentista; para consumir alimentos y medicinas sin necesidad de importarlos; para construir una sociedad más sana, sin consumismos y ahorrativa; para trascender al capitalismo; para que nuestra sociedad alcance la independencia del capital privado nacional y extranjero; para que seamos independientes políticamente”, ciertamente, pero el problema es si no toda la sociedad venezolana es socialista cómo los que somos socialistas construiremos dicha sociedad para todos sin excepción y en que marco jurídico?. ¿Omite acaso, el camarada Baíz el marco constitucional? ¿Pasa por alto, el régimen socioeconómico venezolano instituido en la CRBV?.
Al señor Baíz le asaltan las dudas, las políticas del gobierno chavista de Maduro, de nuevo se hace más preguntas, buen lo dice, “Vuelven las preguntas ¿Qué es lo primero para el socialismo? ¿Llenar estómagos y alimentar el consumismo? ¿O formar una nueva sociedad con una nueva mentalidad, con otra espiritualidad?; ¿Qué es lo más importante en el socialismo? ¿Trabajar para producir divisas? ¿Seguir trabajando para ganar elecciones; por sostener un partido adeco electorero? ¿Qué pasó con Chávez y el Plan de la Patria?”.
Le responderemos; antes de filosofar, antes de pensar o elucubrar sobre el mundo, los hombres y mujeres necesitan satisfacer sus necesidades básicas, todo esto antes de optar por un modelo de sociedad, vale decir que llenar el estómago es fundamental antes de pensar, no podemos exigirle a la clase trabajadora pensar en el socialismo, si antes no ha cubierto las necesidades de él y su familia, consumir los bienes necesarios para reproducir su existencia, de lo contrario, si la sociedad en que vive, no cubre sus necesidades dará por descartada dicha organización social.
Luego de “llenar los estómagos” la clase trabajadora estará en mejor disposición de pensar sobre el tipo de sociedad, trabajar para responder a las necesidades sociales, pensar la economía con nuevas categorías, trabajar para reproducir las condiciones vitales de existencia social, por ello se hace imprescindible producir, pero ¿cómo producir?, he allí el segundo dilema de la revolución bolivariana, una vez que recuperó la fe de la población mediante la satisfacción de sus necesidades a la que acudió en su ayuda las Misiones Socialistas, éstos se plegaron al Proyecto Socialista, lo apoyaron, la coyuntura petrolera favorable auspiciada por Chávez aceleró dicho proceso, concretamente la agenda petrolera chavista, la sostenibilidad de los precios petroleros con lo que la revolución bolivariana recuperó física y moralmente al pueblo.
Pero surge una nueva interrogante para Baíz, en esta coyuntura de caída de los precios del petróleo, de guerra de los mercados petroleros, ¿Qué es lo más importante en el socialismo? ¿Trabajar para producir divisas?. Es el problema central del modelo rentista petrolero, sin divisas en dólares no funciona, se puede decir que el aparato productivo venezolano está concebido para trabajar dependiendo del dólar, promoviendo el circuito económico, exportar petróleo, importar y producir, solo que los dólares que ingresan son menores a los que egresan debido a la división del trabajo, al diferencial de precios de las materias primas, en este caso el petróleo y los bienes manufacturados procedentes del exterior, creando un déficit permanente en la balanza de pagos.
Actualmente en Venezuela el modelo rentista petrolero a causa de la coyuntura de la caída de los precios del petróleo, se ha agotado, para el proyecto de sociedad socialista es prioritario producir, generar ingresos, cancelar los compromisos internacionales, las deudas externas, por ello se necesitan divisas, aún no hemos dejado de funcionar en circuito del dólar a escala de las transacciones internacionales, el país tiene deudas que no podemos negar, no se trata de cancelar las deudas privadas, sino las deudas públicas, debemos cancelarlas pese al déficit de divisas, de lo contrario, se declararía el país en default, trayendo consecuencias peores a las existentes.
Por estas razones, “Aristóbulo Isturiz exhortó a los líderes de los gobiernos municipales a apoyar aquellos proyectos cuyo objetivos sean la exportación de mercancía hecha en el país (porque) … todo lo que sea divisa no petrolera … es prioridad para nosotros”, asimismo, Nicolás Maduro, el presidente de la República, (22 de Febrero.-) “Las empresas comunales, estatales, privadas, públicas y mixtas deben ser unificadas en una visión de planificación de gestión, productividad y eficiencia, en función de resultados económicos para satisfacer las necesidades del país.”.
Las necesidades de divisas no petroleras, aquellas que son producto de la diversificación productiva, del impulso de las fuerzas productivas, de su productividad y eficiencia, fruto de la producción económica, ya que “la industria privada no existe, son importadores manufactureros, ensambladores y ladrones; por lo menos eso es lo que ha sido hasta ahora, ….”. Se esto es así, necesitamos desarrollar las fuerzas productivas, crear una nueva clase económica, una nueva clase trabajadora, distinta a aquella nacida de la industria del petróleo, extrativista, consumista y poco ahorradora, dependiente del petróleo, necesitamos una clase trabajadora productiva capaz de asumir el reto científico-tecnológico e industrial para transformar el aparato productivo nacional.
Si no fuera así; si no creamos esa clase trabajadora ¿cómo se propone Baíz crear el socialismo, producir en socialismo?, por otra parte, ¿cómo construir el socialismo, producir en socialismo si no hay paz?. “La paz debe ser el objetivo estratégico de los que luchamos por el bienestar del pueblo” dice Isturiz. Naturalmente, nos hace falta la paz para construir la nueva sociedad, de lo contrario se distorsionaría el socialismo como ocurrió en la Unión Soviética en la que la clase dirigente terminó por usurpar las funciones de la clase trabajadora. La paz es el objetivo estratégico de la revolución, sin paz no hay justicia social. Se interroga el señor Baíz: ¿No era el objetivo estratégico de la revolución y de Chávez El Socialismo? ¿Acaso no decía Chávez, “sin justicia no puede haber paz”, “la paz es el socialismo”?.
Pero hablar de paz social no significa excluir la lucha de clases sociales, como tampoco cesar la lucha contra el capital, es la paz que necesita la revolución con su entorno externo, las condiciones que le permita construir el socialismo, y con ello no estamos invirtiendo las prioridades, sino creando la estabilidad necesaria para desplegar las condiciones para fomentar el socialismo, y una de esas condiciones en paz, lo constituyen formar los cuadros técnicos, profesionales para dirigir las empresas socialistas, los gerentes socialistas en aquellas empresas de producción social.
Por eso la idea de formar una “escuela técnica de administradores de las empresas socialistas, dirigida por cuadros y técnicos socialistas, o crear una escuela de gerentes empresariales” constituyen un avance en la dirección correcta, no se puede producir sin dirección socialista, sin planificación y organización socialista, hay que aprender a controlar y hacer seguimiento a las empresas públicas, además de aprender evaluar el trabajo, aplicar el principio de distribución socialista a cada quien según su trabajo y a cada quien según su capacidad, aplicar la justicia socialista y para ello, los trabajadores necesitan aprender la ciencia de la administración bajo un nuevo concepto y hábitos socialistas.
A la idea de que “El gobierno tiene que saber (o simplemente decirlo con claridad) qué entiende por socialismo, para luego: crear un escuela técnica de administradores de las empresas socialistas”, tiene sentido solo cuando la clase trabajadora comprenda en ese proceso de formación gerencial, de contenido programático implícito, ¿Qué es el socialismo?. Todos sabemos que es la apropiación del Poder por la clase trabajadora, pero ello no basta se necesita también la apropiación del conocimiento del socialismo, del socialismo científico y una vez asimilado sus fundamentos políticos, pasar al cuerpo de conocimiento gerencia sobre el socialismo, renunciando a la idea falsa de que toda empresa es capitalista, y que no puede haber empresa socialista, administrada por socialista, gerencial eficazmente y productivamente por socialistas.
El socialismo es una ciencia y como tal hay que aceptarla, sin chapuceo, sin prejuicios, por lo tanto quienes asumen el socialismo sabrán que tienen que hacerlo con seriedad, a la altura de la ciencia social, de la economía política, del materialismo histórico y de la filosofía dialéctica, en atención a los problemas de cada país, de cada regional o localidad, considerando el marco internacional, la geopolítica para hacer revolución socialista, revolución económica, revolución política y revolución social, todo debe ser cambiado, desde las bases económica, pero ello requiere mucha consciencia, mucha formación teórica política y también profesional.
La nueva clase trabajadora, la clase socialista debe emprender proyectos de empresas socialistas, ser emprendedores socialistas desde las comunidades, el campo y la ciudad, asumir la rentabilidad de dichas empresas, su eficiencia en el trabajo, la distribución justa, la calidad de vida del trabajador, no son pocas las tareas, el esfuerzo que debe dedicarse a superar el modelo rentista, mediante el valor del trabajo, la productividad del trabajo hasta exportar luego de haber cubierto el mercado interno.
Fuente consultada:
Baíz, Héctor “¿Cuál es la estrategia de la revolución? ¿Para qué producir? “, Aporrea, 24/02/2016
