Los pueblos de América Latina y el Caribe hemos reiniciado nuestra marcha definitiva hacia la verdadera independencia.
El nuevo siglo ha amanecido luminoso anunciando el despertar de la historia. Nuestra América amazónica, andina y caribeña ha dado inicio a la danza libertaria de cortar cadenas. Es la nueva humanidad que se hace presente. Es la independencia. Es el socialismo.
El socialismo solo es posible construirlo a partir de un acto de conciencia colectiva. Para soñar hay que estar vivos. Aunque algunos parecieran que están muertos, sin alma, sin espíritu, sin amor, sin humanismo, sin Patria y recibiendo instrucciones de sus amos del norte imperialista. Unos son los títeres y otros los titiriteros. Pero nosotros estamos vivos y nos atrevemos a soñar una nueva América. Cada día nuestros pueblos tienen más conciencia colectiva. Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador y Venezuela, solo para nombrar algunos, son todos países en los cuales se libra la batalla definitiva por nuestra segunda independencia. Unidos somos la Patria Grande. El acto consciente colectivo que nos impulsa a inventar una nueva sociedad es justamente la convicción de que la existente no es humana, no sirve.
La cultura rentista es enemiga del socialismo. La vulnerabilidad de una sociedad con estas características es infinita ante un enemigo que domina los mercados. Reconociendo el predominio capitalista que es precisamente el sistema a superar, debemos avanzar para esta etapa de transición, en la construcción de un nuevo modelo económico revolucionario que sea dinámico, flexible y versátil. Es falso que el socialismo tenga que estar asociado a escasez, acaparamiento, colas y especulación. El socialismo es la satisfacción material y espiritual de la vida humana.
El congreso de la patria es una oportunidad para escucharnos. Allí debemos estar todos los patriotas. Me comentaba Anthony Cuello que el congreso de la patria es el comienzo de una nueva etapa. No es un punto de llegada. Es un punto de partida. Estoy de acuerdo. Podemos construir un Frente por la Patria.
El estado revolucionario tiene la obligación de fortalecer la economía productiva popular. La revolución hace que el estado humanizado vaya al encuentro de la gente y así despertar nuevas esperanzas.
El enemigo imperialista y sus operadores locales seguirán con su guerra no convencional, con manipulaciones y acciones psicológicas para atacar nuestras mentes, manejando emociones para hacernos fracasar.
Debemos tener la sabiduría para entender la coyuntura y la madurez para adaptarnos a las realidades sin renunciar nunca a la decisión firme e irrevocable de construir la Patria socialista. Eso lo podremos hacer comprendiendo la realidad específica que queremos aplicando las acciones que correspondan a esa situación concreta. Como dijo Fidel: "Hay algunos que creen que el socialismo se puede hacer sin trabajo político". Reto nuestro repolitizar. El pueblo bolivariano y chavista está allí. Requiere de líderes que generen confianza, que sean capaces de escuchar al pueblo en sus reclamos y necesidades. De escuchar a los movimientos sociales en sus comentarios y aportes. De escuchar a nuestros aliados del GPP, sus críticas y recomendaciones. Estamos renovando la esperanza. Y para ello necesitamos, como ya lo dijo el Comandante Hugo Chávez: "Unidad, Lucha, Batalla y Victoria".