Las ideologías, que hoy dominan el mundo, que aparecen como socialismos o capitalismos, son espacios donde la libertad, la igualdad, la democracia y la justicia social, solo quedan escritas en papeles llamadas constituciones y en posiciones declarativas de unas clases políticas corrompidas en el poder y donde a los pueblos se les otorga las simples migajas que las clases dominantes dan, para mantener sus dominios y de esta manera doblegar la resistencia de los más humildes.
En estos espacios, es donde hay que ubicar la grave crisis que hoy vive la humanidad, es una crisis que abarca todos los planos de la vida en sociedad, pues en ella no puede sobrevivir la humanidad, porque además los procesos de frustración y castración de las iniciativas creadoras son negadas y declaradas subversivas y por lo tanto aplastadas en nombre de la libertad, la democracia y la "autoridad" de eso que llaman "Estado". Ese "Estado" impone la hegemonía, exclusión, amenaza, chantaje, represión, asesinato, intolerancia, culto a la personalidad, autocracia, dictaduras, ejercicio y abuso del poder.
Para nadie es un secreto, que el mundo está amarrado, entrampado, en medio de dos modelos económicos-sociales (capitalismo y socialismo), que no han sido capaces de independizar a la humanidad, al contrario, sus prácticas han liquidado, por la ambición que tienen sus clases políticas por el poder las utopías de los pueblos.
En numerosas oportunidades, hemos venido afirmando que en el mundo no se conoce el socialismo, lo que han llamado socialismo es una versión que se ha convertido en una especie de hibrido, donde se combinan formas de propiedad privada individual, con formas de propiedad privada del estado. Todos los modelos societarios, que se generaron y nacieron alrededor del "marxismo" o bajo la influencia de éste, sencillamente fracasaron y fracaso producto de que tales "revoluciones", fueron revoluciones atrapadas, amarradas, entrampadas y dependientes, de quienes pretendían repartirse el mundo, unos en nombre del capitalismo y los otros en nombre del socialismo. Un socialismo que nunca existió y que termino sin argumentos y razones para seguir sosteniéndolo y seguirse justificando.
Esos modelos llamados "socialismos" derribaron el capitalismo privado, pero en su ejecutoria pasaron a un capitalismo de estado, dejando en la estructura social y productiva las mismas contradicciones entre ricos y pobres, que dentro del capitalismo se genera, los mismos privilegios para una clase gobernante, que se burocratizo y corrompió en el ejercicio del poder.
La experiencia del mal llamado "socialismo", mostró que aunque desprovisto de un mercado competitivo y de propiedad privada individual, funciono en la práctica, con los mismos mecanismos del capitalismo, la acumulación originaria del capital, se daba en la misma forma, extrayendo incluso plusvalía del trabajo asalariado y reservando la propiedad privada de los medios de producción, a una burocracia estatal colectivista.
Si el capitalismo y el socialismo, no han sido capaces de darle a los pueblos a través de sus gobiernos la libertad, la igualdad y la fraternidad que ambos modelos pregonan, es porque son modelos agotados y sus prácticas sólo han servido para enriquecer a sus clases políticas y económicas, esa es la experiencia que nuestros pueblos han tenido de estos modelos y viejas civilizaciones a lo largo de su historia.
Los discursos que desarrollan ambas tendencias, son posiciones que en el fondo sólo rebelan sus intereses de clase, son discursos que utilizan la imaginación utópica, para engañar y manipular a nuestros pueblos, se basan en la problemática material y espiritual de las gentes, para avalar y legitimar su presencia en el quehacer cotidiano de nuestras sociedades, sembrando en los mismos posiciones ideológicas, que en la práctica representan la falsa conciencia y de esta manera surge la ideológica disfrazada de utopía.
Partiendo de estas generalidades, que han mostrado ambos sistemas a través de la historia, es necesario enfrentarse en todos los campos a la dominación colonial del eurocentrismo ideológico, con un nuevo pensamiento, que en el fondo desde nuestros propios procesos históricos ha sido sometido por los dominadores, que hoy plantean la recolonización de nuestro continente e incluso del propio planeta.