He escuchado de una muy mala gestión gubernamental de quien otrora fuera presidente de España, el mentado Zapatero. Podría poco afirmar al respecto, pero si recuerdo a un presidente con un rey al lado que le dijo a mi presidente ¿Por qué no te callas? Y no dijo nada.
Ahora se erige como el hombre que puede facilitar el diálogo en el país del presidente donde su rey le dijo que se callara, y eso sin duda es una ironía de la vida, pero lo más irónico es que es un sector de la oposición venezolana la que hoy le pide, como su rey a mi presidente “¿Por qué no te callas?”
La verdad es que hoy en Venezuela necesitamos un diálogo real y certero, que no se encuentra representado sólo por aquellos que forman parte de la polarización que apenas expresa el 49,5% de los autodefinidos políticamente según Datanalisis. A Zapatero, si no quiere tener otro fracaso en su vida, le debería interesar compronder que el 50,5% de Venezuela hoy no se identifica con la polarización, aún cuando electoralmente se ve obligado a ello por el sistema que se impone.
En Venezuela ha estado, está y estará el diálogo trancado si no se comprende, Zapatero, que en Venezuela la política hoy es entre más de dos. Mi sugerencia a Zapatero, con todo respeto, es que facilite un diálogo entre quienes tienen propuestas, y no entre quienes piensa poseer la verdad absoluta, eso haría un ejercicio más plural y democrático del diálogo, incorporaría actores que tienen como interes salir de la crisis y no sólo el poder por el poder, y le daría a Zapatero el chance de no perder su última oportunidad de pasar a la historia en positivo.