La derecha escindida se pelea internamente por el control de las rentas petrolera y minera y demás recursos del país. Y desafortunadamente –al menos por ahora– otros actores populares, revolucionarios, de izquierda, no tienen posibilidad de alterar significativamente esta configuración del drama nacional que afecta directamente nuestros espíritus y nuestros estómagos vacíos.
En una esquina, la derecha oficialista con sus liberaciones de precios graduales pero sustantivas, con su desfalco de cadivi, con su corrupción y burocratismo que acabó con la revolución bolivariana socialista, etc. En la otra esquina, la derecha tradicional representada por la MUD, especializada en recolectar firmas chimbas, solicitar intervenciones extranjeras y en negociar el suelo patrio a los nazis que comen opíparamente por allá por Washington, como ellos mismos. Y estas no son sus únicas virtudes.
Eso sí, cada derecha tiene su proyecto. La derecha oficialista ha hecho manifiesto el suyo a través de su obra de gobierno –que es el baremo por el cual lo evaluamos y por eso tiene tan escaso apoyo–; la otra derecha, la gringa, ya la hemos visto y padecido gobernar y conocemos el proyecto que tiene y no dice: privatizaciones, caracazo, comer perrarina y quién sabe si hasta gato asado en forma masiva, cuando María Machado sea la primera mujer presidenta de Venezuela porque a Ramos Allup se le haya terminado de fundir el motor. Y no olvidemos la represión y los desaparecidos, métodos que usaron eficientemente para gobernar y defender su particular visión de la libertad y la democracia.
Cualquier derecha que se respete –y estas no son excepción– piden a sus propias víctimas que les demos nuestra aprobación.
Y precisamente por eso buscan nuestro apoyo en el asunto del revocatorio. APROPIÁNDOSE DE ESE DERECHO DE TODOS, cada una despliega lo mejor de su repertorio y sus aparatos mediáticos diseñan los espejismos adaptados a imagen y semejanza de nuestras necesidades y de la utilidad financiera y de poder de ellas. CADA UNA TIENE SU PROPIA VISIÓN DEL REVOCATORIO y que parece estar por encima del apocalipsis humanitario que nos aguarda a la vuelta de la esquina si no se reduce de modo importante –y en breve– el problema de alimentos y medicinas. Primero la lucha por el poder; después vemos qué hacemos con ese peo, con esa gente, pues.
No obstante la tronco e’ vaina que nos están echando nos piden encarecidamente que les tendamos la mano, que les demos nuestro apoyo ahora y, cuando vengan los procesos electorales, dulce y mansamente depositemos nuestra confianza forzosa y el destino del país y el de nuestros seres queridos en ellos, que así vamos bien aunque estemos mal. Hasta ahí llega la atención que nos dispensan, después de usarnos como a un c…n, seremos olvidados o abandonados a nuestra suerte en la lucha diaria por la sobrevivencia.
El revocatorio es como el derecho a organizarse en un partido político o en un movimiento para oponerse a las desviaciones burguesas y antipopulares de esas dos derechas. Letra muerta o en estado de animación suspendida, porque las cúpulas del Psuv y de la MUD han determinado repartirse el poder entre ellos negándole esa posibilidad a la mayoría del país de proponer un mejor destino para todos, que no sea lo que ya vivimos en la IV y estamos experimentando en la V. El ejemplo canónico es precisamente el saboteo del CNE-PSUV-Gobierno le hicieron a Marea Socialista para que no pudiera inscribirse como partido e ir a las elecciones del 6D. Del lado de la MUD, extrañamente apegados ahora a la Constitución pero a su manera, guardaron silencio y complicidad con sus hermanos de la derecha endógena en esta importantísima violación al derecho de miles de ciudadanos de elegir diputados que no fueran elegidos a dedo por las cúpulas que conocemos.
Así pues, el referendo revocatorio está en la Constitución y es un derecho, pero su ejercicio por ahora depende en muy poco de los ciudadanos y está contaminado de oscuridades sectarias. Si no se da, por el saboteo del Gobierno-PSUV, no nos sacudimos de encima a la ineficiencia gubernamental; si se da por el inclemente asedio interno de la oposición-burguesía y la presión internacional este mismo año y en fecha cercana, la crisis va a profundizarse como lo ha anunciado el propio Ramos Allup al decir que habrá que tomar algunas medidas impopulares al asumir la Presidencia. Cuando pensemos en esto pensemos, para tener una buena imagen, en Argentina y alzas desmedidas de servicios públicos básicos, privatizaciones de casi todo y hambre, mucha hambre y mucha represión que suele acompañar los paquetes de ajustes de la burguesía local y sus prestamistas del FMI.
Este panorama es en verdad desolador; urge crear alternativas distintas al PSUV y la MUD mientras ocurre o no el referendo revocatorio este mismo año. Si ocurre en el 2017 el Pueblo habrá sido burlado por la cúpula gobernante.
oscar.fmyor@gmail.com