El jueves pasado se realizó sin consecuencias sendas actividades convocadas tanto por los dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática, como por los de la Revolución Bolivariana, la derecha convocó a la “Toma de Caracas”, la cual quedó reducida a la “toma del este de Caracas”; que a excepción de un par de incidentes aislados en Altamira y las Mercedes, no tuvo mayores consecuencias. El chavismo se concentró en la Avenida Bolívar, con una sorprendentemente nutrida concentración para los malos tiempos políticos que vive la alternativa revolucionaria en las simpatías del pueblo venezolano.
La oposición también convocó a sus simpatizantes y vaya que eran bastantes; no voy a caer en esa tentación un poco fastidiosa de especular si habían 6, 10, 30 mil o un millón de manifestantes en la avenida Francisco de Miranda; tampoco voy a ponerme a calcular si en la avenida Bolívar caben uno o dos millones de personas “amuñuñadas”; ni mucho menos concluir que ambas alternativas políticas están “tabla”, porque sería simplificar y ridiculizar el verdadero significado que ambas manifestaciones realizadas tienen.
Lo que me llama la atención es lo que sucedió después de la marcha o bien lo que sucedió inmediatamente luego de ella y que probablemente puede ser el reflejo de lo que ocurrirá en los próximos meses.
En primera instancia creo que buena parte de los simpatizantes de la oposición efectivamente quiere un cambio, pero cambio en la forma de hacer política, en la forma de conducir la confrontación contra el gobierno, pero sobretodo en la necesidad de conocer un proyecto que sea alternativo ( pero que contenga lo que han logrado gracias al chavismo….). No exagero si afirmo que muchos de ellos –a pesar de sus propios dirigentes- desean que tales cambios se realicen en el marco de la constitución nacional y desafortunadamente para la dirigencia que circunstancialmente siguen, se están dando cuenta de que esos líderes no los representan realmente.
En segundo lugar hay otro sector que no es muy mayoritario, pero que representa a quienes parecen tener la hegemonía en el liderazgo opositor: ese que quiere barrer todo lo que huela a chavismo de la forma que sea y si es violenta mucho mejor. El ejemplo más patético fue la “bajada de tarima” que sufrió Freddy Guevara, cuando intentó calmar a los locos que tipos como él mismo venían azuzando desde que anunciaron la fulana “toma”. Este sector es muy peligroso porque está identificado plenamente con la violencia y no le interesa en absoluto respetar la diversidad que en cualquier democracia ha de existir.
La oposición anunció otras actividades, que habría que evaluar en el momento que ocurran, pero por ahora decidieron no solo no recurrir al libreto de violencia al cual sus dirigentes tradicionalmente apelan, sino que además decidieron modificar las características de su propia actividad al eliminar el punto de concentración que habían anunciado en Plaza Venezuela.
La oposición demostró no solo que sigue sin presentar un proyecto político, no cuenta ni con liderazgos fuertes, ni mucho menos coherentes y con la decepción que produjeron entre sus simpatizantes ese día, probablemente estén diluyendo (ralentizado quizás por el descontento que hay contra el gobierno por su pésimo desempeño económico, la corrupción y la ineficiencia), el envidiable caudal electoral que obtuvieron en Diciembre.
En tercer lugar, al parecer la “gira presidencial” que se lanzó Diosdado por varias entidades federales con una concurrencia masiva, así como algunas detenciones selectivas y oportunas realizadas previamente al 1ro de Septiembre, sirvieron de disuasivo a los verdaderos planes que la derecha tenía preparados para esa fecha. Así mismo la irreductible posición de los liderazgos castrenses de la FANB, que aparentemente no han sido permeados ni persuadidos para una acción golpista, dieron al traste con aquellos propósitos.
El gobierno mantuvo el control desde el principio, y la paz que se pudo respirar en Caracas luego de ambas actividades se debe en gran medida a las acciones desplegadas anticipadamente por los organismos de seguridad del Estado.
En cuarto lugar llama la atención el poderoso poder de convocatoria que aún mantiene el chavismo, y si queremos ser objetivos debemos reconocer que en la concentración de la Bolívar seguramente hubo miles de empleados públicos obligados a asistir, pero tampoco sería descabellado pensar que seguramente a la Francisco de Miranda asistieron en las mismas condiciones, empleados de la gobernación de Miranda o Lara, de las alcaldías de Baruta, el Hatillo, Chacao o hasta de Ma. Briceño Iragorri y Maracaibo, e incluso de miles de decenas de obreros de empresas privadas cuyos dueños están totalmente ganados a salir de este gobierno que bastantes dólares baratos les entregó. Así que desdeñar la convocatoria del chavismo alegando que se debió a “la pistola que el dictador Maduro les puso en la cabeza a los empleados públicos” es una burda exageración.
Sin embargo creo que la dirigencia del chavismo sigue sin ofrecer un discurso que siembre la esperanza ni siquiera en la población en general, sino en su propia militancia. Todo se reduce a la misma confrontación que tenemos años escuchando, pero que en estos tiempos de vacas flacas y con tanto dirigente chavista gordo, nos cuesta creer. No hubo una palabra de aliento de gran alcance en el discurso de ninguno de los asistentes al evento, incluyendo al presidente Maduro y esto es grave porque el futuro no solo de la Revolución Bolivariana, sino de los procesos de transformaciones sociales, políticas y económicas que vienen dándose en Latinoamérica depende en gran medida de lo que pase en los próximos meses en Venezuela.
Por lo tanto, es urgente que la dirigencia del chavismo se comporte en consonancia con lo que está sufriendo la población, hay dos hechos puntuales que pueden servir de ejemplo ilustrativo sobre la torpeza, caradurismo, o indiferencia con que a veces se conducen los dirigentes de la Revolución:
Luego de la marcha siguen las colas para adquirir alimentos, donde está el Psuv acompañando a las personas que están en esas colas?, por qué si se destina un platero para pagar la basura electoral en afiches, pancartas, pendones, avisos en prensas y demás porquerías, no se reúnen a las UBCH´s que andan por allí dando carajazos y cuasi acéfalas, se les dotan de sillas y termos y se les instruye y supervisa para que en las colas que se hacen en su sector lleven agua a la gente, les presten sillas a los viejitos, a las mujeres embarazadas o a los enfermos? He visto a Eduardo Piñate (quien está bien gordo, por cierto) dar declaraciones en VTV a cada rato, pero hasta ahora, como alto cargo del PSUV, no lo he visto en ninguna cola; y Piñate es solo un nombre por mencionar, pero si me dedico a aludir a los altos dirigentes del PSUV que NO HACEN COLA, necesitaría que aporrea me publique estas líneas durante una semana. Si son tan creativos para diseñar campañas electoreras, vacías y demagógicas, por qué no se las ingenian para acompañar al pueblo en esta coyuntura?
Hubo un incidente en Villa Rosa, donde cacerolearon al presidente Maduro, y los medios hicieron fiesta con aquello y para “meterle piquete” dijeron que el “dictador golpeó a una señora que lo caceroleaba y le quitó la olla”, otros aseguraron que “la levantó y la lanzó un par de metros”; en fin. Lo cierto es que hubo cacerolas sonando, pero Maduro dio la cara, habló con la gente y aguantó su chaparrón. Qué dictador en el mundo hace eso? bueno que por un lado el presidente se lleve su desaire, por si los alacranes que tiene al lado quieren esconderle la realidad que está viviendo el país (como bastante hicieron con Chávez); pero coño! Para qué tenemos un ministerio de información que no hace nada, absolutamente nada con aquello!!?? Costaba mucho asumir ese descontento, pero mostrar la digna actitud que Maduro tuvo? Voltear esa vaina y decir: “mira sí, hay gente que no quiere al presidente, pero mira como el hombre camina con ellos, conversa con ellos, y trata de explicarles la situación, no se va, se acerca a pesar de que incluso podía temer por su propia seguridad personal”. Verga esa parranda de ineptos que tenemos en el Minci no les da la sesera para idear algo así? Hasta cuando estos inútiles permiten que nos sigan imponiendo las matrices de la derecha?
No obstante todo ello y volviendo al tema de estas líneas, creo que lo importante es que imperó la paz, sin embargo, el último trimestre del año puede volverse muy convulsionado, y más cuando ninguna de las dos fuerzas políticas logran hegemonizar la escena nacional, sobre todo porque el tiempo juega contra ambos: el gobierno por no resolver la crisis económica, moral y política que lo carcome (y nos carcome) y la oposición porque está demostrando a sus fieles simpatizantes el carácter, fascista, farsante, cobarde y torpe que define su propia naturaleza; aunque se sirvan de las debilidades del gobierno para obtener dividendos electorales, cosa que hasta ahora les viene funcionando….