Sin Zapatero, sin ex presidentes, sin UNASUR; directamente, los jefes de nuestras vernáculas cúpulas conversaron tranquilamente acerca de las vicisitudes del poder y de las altas finanzas. La MUD y el Gobierno se reunieron por primera vez y EN SECRETO este 09 de septiembre de 2016; un día viernes, como quien dice, un sábado chiquito. Así ha sido confirmado por los voceros de de uno y otro sector. Nos enteramos porque Ramos Allup, compelido por su ansia de hablar nos reveló lo que estaba ocurriendo mientras distraídos corríamos de un lado a otro luchando contra la dieta bipartidista.
Y bien, ya que no estamos en un proceso revolucionario tiene sentido que se reúnan las derechas que deciden todo en el país, a ver si así, aunque capitalistamente hablando, vamos caminando hacia esa paz que interesa muchos a las élites gobernantes: la paz burguesa que permita explotar sin sobresaltos revolucionarios los recursos del país. En otras palabras, la famosa paz social que garantiza largos períodos de felicidad para oligarquías, burguesías y en general a los intereses del capital. Ganar ganar, pero para ellos; excluyendo de la conversación a escondidas a los trabajadores, al Poder Popular, a las etnias y a la gran mayoría de las descarnadas sombras en que nos ha convertido a los ciudadanos la dieta PSUV-MUD.
Los voceros de ambos bandos dieron explicaciones muy razonables de lo que trataron y los móviles que los impulsaron a reunirse un viernes y un sábado. Hasta el presente ningún vocero ha dicho, o más bien confesado, que en esos recónditos acercamientos entre élites se haya conversado o se vaya a conversar acerca del poder y la felicidad de las cúpulas del PSUV y de la MUD, como si no fuera eso lo que estuviera en la agenda de esos cenáculos. Mas precisamente, de la repartición concertada del poder que permita una coexistencia pacífica entre dichas instancias. Lo que a su vez supone, agudizando la malicia, una gran concertación entre poderes nacionales y extranjeros que convergen en la explotación de las diferentes rentas con que cuenta nuestro mal alimentado país.
Hasta una representación pacífica de Voluntad Popular estuvo en esas reuniones secretas donde conversaban unos señores que muy bien comen hasta cinco veces diarias como asegurarían Menéndez y Farías. Y como donde está Voluntad Popular también está la Conferencia Episcopal Venezolana, pronto veremos a Urosa Sabino bendiciendo el pacto entre las dos derechas y pidiendo su parte del diezmo en esta repartición del país, que bien podría designarse como nuevo pacto de Punto Fijo versión siglo XXI. Y es de imaginar el jolgorio de los banqueros que también tienen su corazoncito por estas reuniones secretas, quienes ya están planificando su tercera alza de tarifas de los servicios en menos de dos meses.
Según lo que voceros de esas cúpulas sugieren, esas reuniones preparan condiciones para el diálogo entre PSUV y MUD y, en el cual, nos gustaría creer, se abordaría la solución de los problemas que hoy tenemos los venezolanos: las colas, desabastecimiento y especulativos precios de alimentos y medicinas, corrupción que todo lo echa a perder, banca especuladora financiera, problemas en la distribución de alimentos, y extraños procedimientos relacionados con el comercio exterior, inseguridad, etc.
Me gustaría creerme eso, pero me han engañado bastante. Sin embargo, si estuviera en mis manos, les propondría a esos señores que cuando ya se sienten a conversar como amigos o como colegas capitalistas se acuerden de:
(1) Pago del bono o de la cesta ticket a los jubilados y pensionados.
2) Convertir la cesta ticket en parte del salario y que tenga incidencia en las prestaciones.
(3) Que combatan el asalto diario de comerciantes inescrupulosos.
(4) Que dejen de defender a los culpables de la maraña que tiene que ver con la divisa.
(5) Que se pongan de acuerdo para repatriar los dólares que se llevaron los vivos de CADIVI.
(6) Que amplíen esas reuniones de modo que incluyan a eso que llaman el Poder Popular.
(7) Refinanciar deuda externa.
(8) Nacionalizar la banca.
(9) Nacionalizar el comercio exterior.
Veremos qué pasa en las próximas reuniones secretas.