Reflexiones ingenuas: "El dificil arte de tratar de parecer no siéndolo"

Una de las artes escénicas constituye unos de los géneros literarios más difíciles debido a la complejidad de los elementos que intervienen en su desarrollo. Dentro de éste género el teatro  es la rama de las Artes escénicas relacionada con la actuación, que representa historias actuadas frente a los espectadores o frente a una cámara usando una combinación de discurso, gestos, escenografía, música, sonido y espectáculo la cual implica un conjunto de cualidades por parte de los que van a interpretar papeles o roles lo cual es denominado histrionismo o capacidad histriónica.

La capacidad histriónica nace con el individuo pero se profundiza y mejora con el estudio, la práctica, la madurez y el interés de la persona o actor.

En Venezuela, en el mundo político, el histrionismo parece ser una práctica cotidiana que se maneja a discreción por muchos de los oficiosos del campo de la “mal llamada política” los cuales la han convertido en un mundo falso, escabroso, peligroso, desvirtuando  el verdadero significado de la palabra que traduce “participar activa y protagónicamente en los asuntos de la vida ciudadana, o sea, en los asuntos que le competen como habitantes de una comunidad, urbanismo, vecindad, población, municipio, estado o nación”.

El político -en minúscula y despectivamente- debe practicar el arte de la sagacidad, engaño, hipocresía, falacia, sofismas, descaro y otras cualidades, que le permitan sobrevivir y triunfar en una realidad agreste  cuya finalidad es mantener el poder, dominar, manipular a los ciudadanos.
Y es que en el ambiente venezolano la mayoría de los que participan en la vida política son actores de mala calaña, exiguos, ineptos, que se mimetizan asumiéndose genuinos representantes de las ideas que pretenden defender o representar.

En el campo del chavismo nos encontramos con miles de empleados públicos (no todos por supuesto) entre ministros, viceministros, directores de línea, presidentes de fundaciones, civiles y militares que vestidos” rojo rojito” y usando una fraseología, que a leguas se nota que es prestada, se presentan como los hijos de Chávez, los llamados a defender el legado del Comandante, pero sus actos, sus accionar social los delata ya que son incapaces de sentir el menor sentimiento de solidaridad con los humildes, de asumir responsabilidades políticas, trabajo voluntario, y sólo se ocupan del “biyuyo”, el matraqueo, el “negocio” entre otros. Igualmente entre los dirigentes y militantes de los partidos que conforman el Polo Patriótico,  que viven en una incesante pelea interna por controlar los cargos de dirección de los partidos, de posesionarse de las coordinaciones, los cuotas de poder popular y así sucesivamente, olvidándose la camaradería, de la formación política de las basas y  de todo que huela a pueblo.

Este es el sector “chavista oficialista”. Hay un sector “rojito desteñido” que intenta sustituir a los “rojos rojos oficialistas” para lo cual se presentan como los  radicales de la crítica izquierdista, asumiendo un discurso que en nada los difiere de la más excelsa crema del escualidismo, al más rancio abolengo de la derecha.  Con una petulancia propia de los que pretenden saber mucho, es decir, una prepotencia característica de los neófitos con aspiraciones a eruditos. Son los malos  payasos de circo de última categoría  quienes pretenden confundir a la militancia chavista con el argumento que ellos representa la salvación de la patria, mientras lo que muestran es un oportunismo descarado  con rostro de sicario trasnochado.

Y en la oposición.  Ahí si es verdad que se montó el gato sobre la batea. Unos pretenden ser los paladines de la democracia, escondiendo su pasado dictatorial, represivo. Ahora son los ángeles de la libertad, víctimas de la dictadura del régimen “chavezcastromadurocomunsita”. Otros como los defensores de la libertad, luchadores por la paz con las armas de la guerra, con granadas, guayas asesinas, ametralladoras, morteros, explosivos y drogas, los cuales son  subsidiados por el Departamento de Estado. Otros, supuestos honrados y honorables ciudadanos, que tratan de esconder sus “guisos”,  “corruptelas” y su pasado delictivo.  Y así un montón de bufones de cuarta categoría  que no han logrado engañar con sus falacias ni a sus compañeros de partido, mucho menos a un pueblo sufrido.

Pero reafirmando que la condición histriónica se consolida y se madura con la experiencia y el tiempo,  y  añadiendo un poco de humor negro a este escrito, el único “payaso” de categoría que opera en los predios de la oposición lo constituye el “respetable” Mr. Henry Ramos Allup, presidente de la Revolucionaria Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.  

Mr. Ramos ha tratado de convencer al pueblo opositor que es el verdadero líder de la oposición, pero, su práctica, su accionar político nos demuestra lo contrario. Ramos A. ha sido el artífice histórico de la constante atomización de la derecha. Opacó la figura de Leopoldo, paró la carrera de la loquita de carretera Maricori, ha mantenido silencio sepulcral ante la prisión de Ledezma, fue el arquitecto de la no participación de la oposición en los comicios electorales para elegir diputados a la A.N. en el año 2005, culpable de la salida de COPEY de la Mud. Además  responsable del terror que ahora vive la población venezolana por su discurso agresivo y amenazador con que se dirige al país, sus actos destemplados y su conducta dislocada ante la posibilidad de un retorno de la IV,   que avizora un retorno a la dictadura en sus mejores tiempos.

Allup, a mi parecer, es un “chavista rencauchado infiltrado” en la oposición, que ha logrado, por sus habilidades, desmantelar los avances de la derecha al convencer a los gringos de su talante de terrorista y sus dotes de líder “democrático”, a diferencia y todo lo contrario de los “revolucionarios quinta columna” y sus aliados

Allup merece toda la admiración y  respeto,  y todos los días pongo una velita para que no le pase nada, ya que gracias a él, la Revolución Bolivariana ha logrado avanzar y consolidarse.
O sea.

Patria, socialismo  o  muerte. Venceremos.

 

carrodcas@gmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1954 veces.



Carlos M. Rodríguez C.

Estudió en la UCV. Docente jubilado

 carrodcas@gmail.com

Visite el perfil de Carlos M. Rodríguez C. para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Carlos M. Rodríguez C.

Carlos M. Rodríguez C.

Más artículos de este autor