Progresismo en crisis

La pendiente del progresismo

Sometidos a una intensa embestida ultraderechista, en nuestra América se registra la declinación de procesos dirigidos por fuerzas y liderazgos autoproclamados de izquierdas o progresistas, disimiles entre sí en cuanto a la profundidad de las reformas que emprendieron.

Ciertamente la oleada de cambios progresivos a nivel de Estados y gobiernos luce estancada, entrampada, retrocediendo, a la defensiva…sufriendo reveses ya no solo a consecuencia de la fuerza del contra-ataque feroz del imperialismo y las derechas, que como en casos como el de Honduras o Paraguay, el pueblo no pudo contrarrestar pese a la formidable resistencia popular, sino también por su desgaste, inconsecuencias y pérdida de apoyo popular…

Por no atreverse a ir más allá, por no profundizar las transformaciones, o por caer en la tentación de reproducir prácticas de gobiernos y "formas de hacer política" de las derechas. Por corromperse o tolerar la corrupción en sus filas....

Por pretender socialismo sin romperle la columna vertebral a la gran burguesía coexistente, por confundir de nuevo socialismo con estatismo o no decidirse a darle vida al poder popular en lugar del poder individual, partidista o estatal; por reproducir las culturas de la decadente civilización burguesa: mercantilismo, consumismo, rentismo, paternalismo, egoísmo, insolidaridad, caudillismo, autoritarismo, nepotismo, patriarcado y perpetuación vía reeleccionismo indefinido…

Por acomodarse paulatinamente a asumir el socialismo más como retórica y proclamas que como hechos; por la autocensura que fortaleció la subordinación a un modelo que reproduce variados grados de divorcio de la democracia respecto al socialismo y grandes carencias en la creación de la conciencia política anticapitalista que facilite la superación del sistema y la ruptura de sus controles y mecanismos alienantes.

Entonces, en baja los periodos de bonanzas de las exportaciones, ocurre lo que ocurrió en Argentina y en Brasil, y lo que está ocurriendo -descontada la mayor radicalidad y resistencia desplegada- en la Venezuela bolivariana. O lo que se percibe en un país como El Salvador con alto riego de viraje a la derecha; o lo que dentro de su propia estabilidad acontece en Nicaragua: la creciente deformación autoritaria del proceso, cargado de caudillismo, nepotismo y maniobras cuestionables.

Consumados los reveses en Argentina y Brasil, evidentes las garras y colmillos de sus pérfidos gestores, el desafío que tiene por delante el pueblo trabajador venezolano, su pobrecía contestaría, el chavismo revolucionario, los militares patriotas, los comunistas y socialistas de verdad, es imperioso y crucial.

Igual en cualquier caso parecido de subversión imperial combinado con crecientes debilidades y vulnerabilidades propias de los llamados gobiernos progresistas, más aun cuando el controversial pacto de desarme unilateral de las FARC-EP concertado con el régimen santanderista presidido por Juan Manual Santos, precisamente en un territorio ocupado militarmente por EEUU y lo peor del militarismo y el paramilitarismo, tiende a envalentonar a las derechas y a debilitar resistencias populares y anti-imperialistas en el continente.

El momento exige una reflexión profunda que procure detener esa pendiente y relanzar las rebeldías liberadoras.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1844 veces.



Narciso Isa Conde


Visite el perfil de Narciso Isa Conde para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: