Cuándo los representantes de la derecha, es decir, de la clase burguesa, tildan al gobierno vigente de dictador y al Estado, de DICTADURA, hasta tienen muchísima razón. Es necesario aclarar que cuando así lo hacen no se están refiriendo a las dictaduras que se han conocido durante los tiempos prechavistas, o sea, desde la etapa colonial hasta las gorilescas dictaduras gubernamentales de la IV República, una forma tiesa y cerrada de imponer la ideas idealistas burguesas.
En ese caso, se trata de las dictaduras que ejercen unas parcialidades de la burguesía contra otras de tantas, particularmente cuando asumen su rol de capitalistas en funciones, al punto de que cada capitalista, si logra acumular mucha riqueza, se torna necesariamente monopolista o dictador supremo sobre el resto de aquellos capitalistas de menor giro patrimonial y dictatorial.
Por su parte, la dictadura del proletariado se caracteriza, aun sin ser gobierno, por su manera de pensar con filosofía propia
-el marxismo-, su forma particular de tomar las ideas de los proletarios, o sea, de quienes piensan, por ejemplo, que los bienes curativos de enfermedades no pueden ser mercancías como tampoco deben serlo la comida ni el calzado ni la vivienda ni los centros de estudio sistemáticos como escuelas, liceos, universidades, ni los lápices ni los cuadernos, cosas así.
El dinero, por ejemplo, para los dictadores proletarios debe ser sólo medios de compraventa de bienes de la cesta básica mientras no se dé el salto al comunismo libre de clases sociales. El dinero, pues, no debe ser medios de atesoramiento ni de medio de producción asimilados por la dictadura burguesa a mercancías tal como son los bienes de la cesta básica del llamado consumo final del mismo asalariado en su rol de consumidores fuera de las fábricas.
Para la dictadura burguesa, o según la filosofía de la burguesía, el dinero es una forma de presentación del dinero usado para comprar la más preciada de sus mercancías = la fuerza de trabajo, presente en vivo como asalariada, y muerta como medios de producción.