Si observamos los últimos resultados electorales, especialmente en latino América, podremos encontrar un factor común, la gran abstención, el creciente desanimo de nuestros pueblos de participar en estos procesos.
En Venezuela, las parlamentarias fueron las de más alta abstención en los últimos tiempos, un 46.1% de los votantes registrados no asistieron a los centros de votación, o sea que más de 8 millones de personas de los 17 millones y algo de inscritos no participaron.
En Chile, el porcentaje fue aún más alto, 65% de abstención y en el Brasil la abstención electoral fue la más alta desde el regreso de la democracia.
Las razones del desánimo en nuestro país son ya de todos conocidas, la estrategia de desgaste y saboteo ejercida por medio de una brutal guerra económica que incluye el bloqueo financiero internacional, el acaparamiento y la especulación descarada en el sector comercio, junto a la falta de contundencia y eficacia en algunas de las medidas tomadas por el gobierno.
Otro tanto ocurre en Brasil y Argentina, donde la falta de profundización de los cambios requeridos, y el constante flirteo con las políticas neoliberales, llevaron al pueblo a bajar los brazos y no participar en las elecciones.
En Chile, la existencia de una constitución hecha a medida de las practicas neoliberales por el sanguinario dictador Pinochet, la falta de acción para cambiar leyes, acabar con la privatización y el despojo, y llamar a una constituyente, mientras se mantiene una fuerza represiva que paraliza con la ya tradicional memoria del terror del régimen militar de la derecha, llevo a muchísimos a abstenerse y a abandonar el activismo político.
Mientras muchísima gente se abstiene de participar, tanto en las elecciones como en la política de calle de nuestros países, por los factores ya nombrados y muchos otros, la derecha se organiza y a punta de billete y de propaganda, avanza en la toma del poder en sectores claves. Podría decirse que es simplemente el orden natural de las cosas, que después de un ciclo de gobiernos y políticas progresistas viene siempre un nuevo ciclo de la derecha y sus políticas económicas neoliberales, Pero si analizamos con pensamiento crítico la historia, sobre todo la de los últimos 60 años, podremos descubrir que las cosas no son ni tan naturales ni simples como parecen.
Desde las épocas del gran Simón Bolívar, el naciente estado imperial del norte se esforzó por apropiarse de todo lo que iba perdiendo el imperio español debido a las independencias de nuestros pueblos, logradas a punta de sangre y muerte. Gaitán, Sandino, y muchos otros héroes revolucionarios fueron asesinados por rebelarse contra el nuevo colonialismo imperial de la nación del norte, y buscar la reivindicación de sus pueblos, en la primera mitad del siglo veinte. Pero a partir del final de la segunda guerra mundial, la guerra fría nos trajo un escenario de espionaje, desestabilización y asesinatos, además de la perfección de la propaganda como un medio de control de la gente tan sutil, que la gran mayoría, adormecida, ni siquiera puede percibir.
En los años sesenta, en plena guerra fría, con alzamientos populares exitosos en Vietnam, Mozambique, Cuba y otros países, y con el osado intento de tres grandes de la revolución popular, el glorioso Ernesto “Che” Guevara, y los no menos gloriosos Ben Barka y Amílcar Cabral, de proponer una alianza” tricontinental” de los pueblos, movimientos sociales e incluso de las guerrillas, cuya idea era que la juventud se concientizara y se revelara contra el sistema de dominación capitalista simultáneamente en diferentes lugares del planeta, comenzó el ataque encubierto global de los diferentes servicios secretos y sus contactos mafiosos, para detener el avance de los pueblos.
Los tres fueron vilmente asesinados, al igual que el presidente Allende, el general Torrijos, el primer ministro Bishop, el presidente Lumunba, y el presidente Sukarno, todos asesinados por tratar de oponerse a la vorágine de las nuevas elites imperiales y por inclinarse demasiado hacia la izquierda. Junto a los asesinatos vinieron la represión, las dictaduras, las desapariciones forzadas, los bloqueos y las sanciones, siempre justificadas con algún enemigo terrible, casi siempre una conjura inventada por los grandes ideólogos de la extrema derecha, cada vez más avalada y apoyada por la gran mayoría de los medios.
Estos mismos medios hoy más concentrados que nunca en unas pocas corporaciones pertenecientes a las elites financieras, nos siguen mintiendo, tergiversando la verdad, invisibilisando, por un lado los triunfos de los gobiernos progresistas y por el otro, los crímenes de las fuerzas imperiales, y los mismos servicios de inteligencia, con los mismos contactos mafiosos, solo que ahora con muchísimo más musculo, siguen conspirando y asesinando. Los líderes o intelectuales que representen una amenaza a sus planes de dominación global, son asesinados por un “Loco solitario” o por unos “luchadores de la libertad” armados y entrenados por las elites y sus lacayos, o fallecen victimas de misteriosos accidentes o extrañas enfermedades sumamente agresivas.
La estrategia de los globalistas, es evitar que triunfe algún tipo de modelo político y económico que demuestre lo inviable del sistema patriarcal y autoritario del capitalismo salvaje, y que logre hacer real el sueño de un mundo pluripolar más justo e igualitario. Para esto el aparato de fabricación de consenso de la propaganda imperial, difundido por medio de la industria cultural, y el activismo de organizaciones no gubernamentales financiadas en su mayoría por las agencias de espionaje, el senado norteamericano o las diversas fundaciones de las elites financieras internacionales, utiliza todo tipo de métodos , como la siembra del descontento, la decepción inducida y el miedo que influyen fuertemente en la participación política de la gente, especialmente en los jóvenes.
Si analizamos los números de abstención a nivel internacional estos casi siempre rondan el 60%, así que en unas presidenciales como las de argentina, donde solo votaron el 40 y pico de los votantes, y la diferencia fue de apenas 10 puntos, nos encontramos que un gobierno electo por un 20% de la población toma decisiones que afectan al 100%! Y este gobierno del Sr Macri toma decisiones que golpean fuertemente a los pobres y las clases medias, o sea a las grandes mayorías. Pasa lo mismo en muchos países de la Unión Europea, donde la abstención crece y los partidos de derecha, incluso algunos totalmente fascistas van ganando fuerza en una minoría de votantes, en los distintos procesos electorales.
Mientras a espaldas del pueblo se firman tratados de libre comercio, se aumentan desproporcionadamente los presupuestos de defensa, se aumentan las guerras de intervención para apoderarse de recursos y territorios, y se sigue tolerando una economía de casino, en manos de unas elites mafiosas, que por medio del fraude le roba a muchos para el beneficio de pocos.
En nuestra patria grande vemos los resultados de la falta de activismo político y social y de la apatía electoral, en argentina, tarifasos ,represión, otra vez el neoliberalismo y la censura ,igual o peor en Brasil donde están a punto de aprobar el congelamiento de la inversión social por 20 años! o sea menos dinero para educación salud y vivienda. En Colombia el “sí” a la paz es derrotado, debido a la abstención, por una minoría envenenada que solo ha visto la guerra en la tele y los video juegos.
Específicamente en nuestra Venezuela la apatía electoral, en muchos casos causada por los errores y la falta de contundencia del gobierno para detener la especulación y el saboteo, y la falta de castigo fuerte y público a los corruptos de ambos bandos. llevó a la asamblea nacional a una mayoría de oposición fascista e inepta, que en vez de tratar de cooperar con los otros poderes para solucionar los graves problemas que atraviesa la patria, solo se ha dedicado a sabotear, desestabilizar y buscar un golpe de estado antidemocrático por cualquier medio.
Como podemos ver, si analizamos críticamente la historia, sino existe un complot criminal, por lo menos existe una estrategia planificada de las elites locales para re apoderarse del poder y recuperar los pocos privilegios que logramos quitarles, para seguir explotando y sometiendo a nuestros pueblos y entregarles la riqueza de todos a unos pocos mafiosos internacionales. Para esto han ido perfeccionando sus métodos de infiltración, compra de conciencias y sobretodo, las técnicas de manipulación a través de la propaganda, la siembra del caos, el miedo y la derrota inducida.
Lo que plantea la oposición venezolana, es un golpe de estado o una ”transición” donde se repita la inmoralidad de un pacto como el de Punto Fijo donde las elites se repartieron el poder, y el pueblo fue dejado marginado, invisibilisado y silenciado a punta de represión y crímenes.
Hoy debemos plantear una solución como la que clamo un día en una charla el cantor del pueblo Ali Primera, llamo Ali a las bases de los partidos del puntofijismo, a unirse al resto del pueblo venezolano para construir una patria soberana e independiente.
Hoy es momento de que las bases de la oposición se quiten la venda de los ojos, comiencen a escuchar y pensar críticamente, que abandonen el odio que les han sembrado en su inconsciente, y comiencen a trabajar en conjunto con todos los demás venezolanos para construir un mejor país, más justo, menos desigual y más humano.
Y las bases del chavismo deben seguir organizándose, seguir luchando con fuerza y amor revolucionario, sin bajar la guardia, sin dejarse influenciar por las campañas mediáticas que solo buscan la desmovilización popular y sembrar un sentimiento de impotencia y derrota en nuestro glorioso y bravo pueblo.
Pero todos, absolutamente todos los venezolanos debemos unirnos y lograr detener el complot macabro desatado por las elites, planes que pueden desembocar en un conflicto fratricida que destruiría para siempre la patria de Bolívar. Observemos bien lo que ocurre en Irak, en Libia y en la sufrida Siria. Los edificios en ruinas de Alepo, Mosul y tantas otras ciudades milenarias, eran una vez apartamentos de propiedad privada de una clase media estable, ahora arrancada de su terruño y obligada a sufrir todo tipo de vejaciones y arriesgar la vida tratando de escapar de las guerras imperiales y obtener refugio en La Unión Europea, dejando atrás sus sueños y la pesadilla de barrios y urbanizaciones destrozadas, toda la infraestructura destruida, y una montaña de cadáveres que no deja de crecer.
No podemos permitir que eso suceda en nuestra patria, Venezuela y la patria grande en su totalidad, deben ser territorio de paz y solidaridad. Detengamos los planes de la extrema derecha!. Con dialogo y trabajo, construyamos un futuro de paz y felicidad para nuestros descendientes!