Máxima relevancia y control absoluto de la actividad comerciad de toda la sociedad burguesa y no burguesa y de todas las relaciones que esta tenga con el resto del mundo, es la que ostenta por concesión constitucional la banca privada[1].
Nadie va al mercado de medios de producción y/o de m. de consumo final sin pasar por las manos de empleadas o empleados suyos. Somos títeres humanos manipulados por los dueños de dicha banca, e inclusive cuando tenemos banca pública, esta suele clonar todos esos mismos privilegios, esa misma relevancia y control, en este caso, medioabsoluto sobre todo el PTB comercial y sobre la mercancía más valiosa como valor de uso y, por defecto, la mercancía más preciada aquí y en todos los lugares bajo el control del sistema capitalista = la fuerza de trabajo que es oro, es plata, es hierro, es leche, es azúcar, algodón, carbón, agua, petróleo, en fin es la vida misma porque en las sociedades burguesas, casi sin excepción, todas personas son asimiladas a mercancías que se ofrecen espontáneamente en venta o se las demanda como tales; personas a quienes se les demanda como obreros, como profesionales, como burócratas, como diputados, juristas, magistrados, jueces varios, docentes, gobernadores, ministros, presidentes, rectores, decanos y directores universitarios etc., etc., etc.
Semejante control obviamente nos dice mucho del carácter vital para la economía nacional dela banca por cuanto se ocupa nada más y nada menos que del manejo del dinero. Este instrumento financiero es medio de compra, de pago, de atesoramiento, de valorización del trabajo, y, en especial, de la valoración de la riqueza nacional e individual o sencillamente del medio de producción más importante como valor de uso y como valor de cambio para todas las mercancías = la fuerza de trabajo de alfabetos y analfabetos, de trabajadores de ínfima preparación técnica, de intelectuales, académicos y hasta profesionales dizque con formación marxista, así de poderosa es la ideología burguesa que naturalmente asume , despliega, difunde, controla e imparte la banca privada.
Como quiera que en sociedad capitalista el valor de uso y el de cambio suelen asociarse como mercancías para entrar a la fábrica, esos mismos componentes de cada mercancía tienden a divorciarse apenas la producción sale al mercado, habida cuenta de que el dinero es la mercancía que sirve de patrón de medida para la valoración de [i] los valores de uso según sus correspondientes medidas inmanentes de las cargas de trabajo recibidos para que unos valores de uso se conviertan en otros, y que se transformen en mercancías. Además el dinero o las monedas (símbolos dinerarios) son en consecuencia un instrumento de la circulación que permite las metamorfosis cambiarias de mercancías por otras mercancías según la connotada fórmula: M-D-M’, para, gracias a esos cambios de valores de uso entre sí, arrastrar envolventemente el cambio de los valores de cambio, o sea, de D-M-M’-D’. Sobreentendemos que entre M y M’ se da el proceso de trabajo capitalista, porque no se trabaja para cambiar D por D´, pero sí para obtener M´ a partir de M.
Es inconmensurable la importancia del principal traficante del dinero en forma de monedas y billetes y otras forma derivadas o del dinero bancario-cheques, dinero digital… dinero imaginario (libretas y tarjetas de débito y de crédito) que no pasa por las manos del consumidor final, sino que pasa de las empresas fabriles al banco y de este a las empresas. Es tal el poder de la banca que el capital fabril, productivo por excelencia, y el capital comercial, improductivo por excelencia, y hasta el propio capital financiero mediano y de corto giro es autocontrolado por la banca como un todo.
De manera que la soberanía de cualquier país capitalista se halla en situación monodependencial de la banca privada y no como nos lo han vendido como monodependencia del petróleo; no, ese petróleo es un valor de uso, pero el dinero manejado por la banca es puro valor de cambio.
Recientemente, o más bien por ahora, estamos percibiendo, al fin, la verdadera dimensión del poder de la burguesía y de su máxima expresión capitalista: el poder bancario.
[1] La mejor diplomacia no es la política burocrática o convencional, esta pertenece a la superestructura; la más importante es la diplomacia economicofinanciera, que es estructural, que se halla en el piso sobre el cual nos movemos por dónde, cuándo y cómo así lo determine la banca privada.
[i] En Valencia hay muchas parroquias en las que crece aceleradamente la densidad Extranjeros/venezolanos, sin que entidad gubernamental alguna dé cuenta de esa irregularidad. Pensamos que cuando un país da entrada a extranjeros, les abre sus amplias puertas, y hasta los reconoce como venezolanos, se hace para que, como tales, se integren al país que los reciba, den como su segunda patria al país anfitrión y adopten y asuman una binacionalidad que sin menoscabar su nacionalidad de origen, no se truequen en enemigos de la tierra patria o, lo que sería peor, denigren e irrespeten sus leyes en esa segunda patria que les ha otorgado dicha segunda nacionalidad. Colombia, por ejemplo, es un país libertado por Bolívar que no logró autoindependizarse sin Venezuela, y muchos de ellos ahora la desconocen , patean e irrespetan sus leyes, unos por ignorancia, otros por mandato de terceras personas, otros por no importarles ni su patria de origen y menos cualquiera segunda patria adoptiva.