Despedimos el año del desencanto del chavismo sin Chávez

Una señal muy mala de las castas gobernantes es cuando dejan de llamar a los humildes “pueblo”, “patriotas cooperantes”, “poder popular”, para calificarlos de vándalos; y cuando sus actos dejan de ser “rebeldías contra el neoliberalismo como el 27 de febrero” y se convierten en “saqueos dirigidos por infiltrados”, “actos terroristas”, como en Ciudad Bolívar. Cuando estos cambios en el discurso gobernante ocurren queda develado, sin ningún género de dudas, el deslizamiento hacia la derecha.

El año que despedimos pasará a la historia como el año en el que la mentira chocó con la realidad y la crisis se expuso a carne viva. Las políticas del gobierno fracasaron estrepitosamente, la masa salió a la calle y desbordó la legalidad, la ética, el gobierno perdió la magia, la gobernabilidad estalló. Se cumplió el dicho “siembra vientos y recoge tempestades”.

El gobierno se amancebó con los capitalistas, estimuló la conciencia egoísta, y recogió pobladas. La teoría de la “alianza con los capitalistas para elevar las fuerzas productivas” sigue mostrando su fracaso, creó las condiciones éticas de lo que hoy sufrimos. Y ahora, altos voceros del gobierno metidos a antropólogos de botiquín, lo único que se les ocurre es desprestigiar el descontento, ignorarlo, postulando que “el hambre no saquea licorerías”. Mayor ceguera no puede haber, mayor desfachatez y grosería es inútil buscar en la historia. Asusta tanto cretinismo, tanto desconocimiento del movimiento de las masas, de las expresiones de su descontento.

Estamos en los límites de un cambio profundo, así lo ven los gringos y mandan a shannon que funge de Presidente de facto junto a Padrino y el Cardenal enviado del Vaticano. Tratan de conseguir una transición pacífica, o una sustitución forzada. El Presidente nominal, Maduro, está atrapado en la red que él mismo creó, cayó en la tentación del triunfo inmediato, conquistó adhesiones con dádivas, desgastó el espíritu chavista, mintió con frescura, ahora no tiene fuerza para oponerse a nada, todo le sale mal, nadie le cree.

La burguesía, los políticos, los capitalistas internacionales temen que la masa sin padre ni madre, sin nadie que las conduzca, politice la rabia y siga el ejemplo del Chavismo auténtico que tienen allí cerquita. Temen que de la crisis salga la luz que ilumine al planeta, saben que Chávez de verdad vive, que es fácil desempolvar su mensaje. Por eso deben resolver esta situación con urgencia.

Las elecciones son el principal remedio contra las rebeliones, no hay nada como una elección para aplastar una oportunidad revolucionaria. La masa que hizo estallar en la calle la legalidad burguesa no avanza hacia la legalidad revolucionaria, no se empodera, sino que retrocede a la ilusión de elegir, de expresarse, cuando en realidad lo que hace es apagar el fuego liberador y elegir a su verdugo. Si las elecciones no resuelven el peligro, allí está pinochet listo para tomar cartas.

La esperanza, el reto, la obligación está en los líderes chavistas: que se dejen de hablar pendejadas, de hacer el ridículo justificando las tortas del gobierno, al contrario, critíquenlo, llámenlo a pensar, a rectificar. Recuperen, protejan, la credibilidad y dirijan la rebeldía hacia enemigos verdaderos, hacia construcciones de futuro, hacia el Socialismo… háganlo ahora para que después no pasen el restos de sus días como espectros arrepentidos.

elaradoyelmar.blogspot.com


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Toby Valderrama


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