¿Para qué son los CLAPs?
Contesta el señor: Son una especie de tapa hueco. Les llega a una parte de la población. La otra que se joda. Que sobreviva bajo la mano férrea del bachaqueo. E inclusive sirven para que algunos “revolucionarios”, dirigentes de ese parapeto, hagan negocios bachaqueando con los productos que les son asignados para distribuirlos al pueblo. En tiempos de Fidel, más de uno de estos vagabundos fueran pasados por las armas por vivirse la necesidad de sus semejantes, como sanguijuelas. ¿Usted cree que estoy mintiendo? No. No miento. Es la pura verdad. Se dé fuente original que algunos dirigentes de los famosos CLAPs se están llenando, vendiendo la harina de maíz marca PAN y Mazorca, por bultos… Aunque usted no lo crea… Eso es vivir en revolución.
“Nuevo gabinete”
Tremendo enroque gubernamental. Uno para acá, otro para allá. Aplausos para el que sale, aplausos para el que entra. Todos, toditos cumplieron, pero la vaina sigue igual: no hay medicamentos para los enfermos. Tenemos que acudir al exterior para encontrarlos, y no morirnos de mengua. La escasez sigue igual. Los bachequeros siguen chupando la sangre del pueblo. Los sueldos no alcanzan para hacer un mediano mercado. La inseguridad sigue vivita y coleando. El “dólartodey” marca la pauta de nuestra maltrecha economía. No podemos viajar a visitar a un familiar al exterior porque no podemos disponer de bendito dólar, ni podemos usar las benditas tarjetas… Un exhorto: señores ministros y flamantes vicepresidentes, hasta cuándo viviendo y haciendo “revolución” con el apellido de Chávez, mientras el país clama por soluciones a sus problemas… Eso es vivir en revolución? Por favor, porqué engañan.
El ejemplo de los cubanos
Así se arreche la derecha venezolana, y eche peste de los cubanos, los hijos de Martí siguen dándonos ejemplos. Ese pequeño país, sobrevivió a pesar de que el tiburón lo asechó por más de 60 años. Al final el tiburón tuvo que comerse sus amenazas, sus agresiones y su bloqueo. Allí estuvo un pueblo arrecho respaldando a sus líderes, trabajando, inventando y soportando los embates del tiburón y sus lacayos. Ese es un pueblo digno. No más palabras… Me impresionó una orden emanada del Consejo de Estado Cubano: prohibido ponerle el nombre de Fidel a una calle, a un organismo o a lo que sea. Prohibido erigir estatuas del líder. No al culto a la personalidad. Sería manchar la pulcra y valiosa hoja de vida de un hombre íntegro, auténtico y de mente visionaria. Es un buen ejemplo para los pueblos que llenan las calles con nombres de algún líder, y erigen estatuas disque para conservar la memoria de ese líder. Fidel Castro no necesita de nada de esas mediocridades. Su obra está en sus discursos, en sus libros y en su ejemplo. Eso sí es vivir en revolución.
Un ejemplo de pura “revolución”
Si usted quiere ver un buen ejemplo de cómo se vive en revolución. De cómo la revolución se crece con acciones para su pueblo. Venga a Ciudad Guayana. ¿Se acuerdan de aquel famoso Alcalde que no sabía hablar, pero qué sabía dónde había… Y luego cayó en desgracia y lo metieron preso por “buen revolucionario”. ¿Se acuerdan de él? Mejor que no lo recuerden. Basta con ver lo que hace con quien lo sustituyó: ese sí que es un verdadero revolucionario. Es un funcionario pata caliente. De calle, pues. Todo el pueblo lo observa de un lado a otro, sin escoltas y con ropa de faena, inspeccionando aquí, inspeccionando allá. ¿Para qué inspecciona? Elemental mi querido Watson, para corregir, para solucionar los problemas. Usted no ve por ningún lado basura, ni hombres y mujeres de calle, con las narices metidas en los bojotes de basura, pues, ni hay lo uno ni lo otro. Hoy, en Ciudad Guayana, hay orden y respeto. Todo marcha como tiene marchar una zona en plena revolución, con su dirigente al frente, dando la cara y dando de su sapiencia a la comunidad… Eso camarada, es vivir en revolución. ¡Pobre Municipio Caroní!
Los “ni-ni”
He leído por allí que los ni-ni han crecido como la verdolaga. Que ya el PSUV no es el partido más grande de Venezuela. Me extraña que los dueños de algunas encuestadoras afirmen esa falacia. Partido a partido, el PSUV sigue y seguirá siendo el más grande, y mejor organizado, a pesar de que no estamos en revolución, sino en otra cosa… Partidarios de la oposición y del chavismo han emigrado hacia la fila de los ni-ni. Dos reflexiones: No dudo de lo que pasa en la oposición, dado la mediocre dirigencia con que cuenta. Es una realidad que hasta un ciego la percibe, sin espabilar. Pero la emigración del chavismo, me parece más grave aún. O los que se fueron son simplemente oportunistas que hoy están con éste y mañana con otro, o la dirigencia ha pelado en una misión imprescindible: sembrar conciencia en el pueblo chavista, para aguantar como todo un revolucionario la crisis creada tanto desde lo interno como desde lo externo. Pienso que coexisten los dos supuestos. Unos se pasaron por oportunistas, y otros se alinearon en el campo ni-ni por falta de conciencia. El chavismo duro está allí, intacto. Es el chavismo de conciencia. Pero sería bueno que la dirigencia del PSUV se dieran cuenta que si se duermen se los lleva la corriente con todo y la vanguardia… ¿De quién será la culpa?
Julio Borges al poder
No hace falta el que se fue, ni el que llegó tampoco. Por fin, se sentó Julio Borges en el puesto que le había prestado a Ramos Allup. ¿Alguien esperaba algo diferente? Nada que ver. Se lanzó por la calle del medio con un discurso tanto más radical que el del presidente saliente. Comenzó por jalarles las b… a los militares. A eso le dedicó buen trecho de su discurso. ¿Pensará este señor que estas son los mismos miembros de las mismas Fuerzas Armadas de la IV? No mijito. Tarde piaste. Y apuntaste para donde no debes. Estas son las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas, anti-imperialistas, socialistas y profundamente chavistas. Anda con tus palabras babosas a jalarle a los marines. ¿Cómo te quedó el ojo, Julito? Con las mismas armas que Maduro enfrentó a Ramos Allup, serán las mismas conque te enfrentará. Y cuidadito Don Julio como pasas la raya amarilla… Tu verborrea fue la de un precandidato presidencial. Te sumas, pues, a la lista de aspirante. Pero una cosa es cierta, el 5 de enero del 2018, cuando te toque abandonar la silla, Nicolás Maduro seguirá siendo el Presidente de Venezuela. Eso lo puedes jurar.
El carnet de la Patria
El día 4 de diciembre, día del gran “viraje”, el día de la juramentación de los “nuevos jefes” del gabinete, el día en que se anunció la llegada del carnet de la Patria, una especie de documento que nos identificará como meros revolucionarios. El Presidente Nicolás Maduro, con voz de barítono estranochado le puso énfasis a su notición. Ahora sí se va a hacer la revolución, después de casi 20 años. Por fin, Dios mío, ya era hora. Ahora sí voy a conocer una bolsa de comida de los CLAPs. Como venezolano, me toca. Por fortuna no vivo en el Country Club. Soy, además, chavistas. Mi familia necesita de esa bolsa, aunque sea a destiempo, y sin pernil. Estoy loco porque llegué el día de la carnetización. Ahora sí vamos a contar con la tecnología más avanzada del mundo para detectar los ladrones en todas partes, inclusive en los ministerios y en los mismos CLAPs. Y la revolución se radicalizará para enfrentar a Julio Borges y a su combo… ¡Se cansa uno!