¿Cómo entendemos el socialismo hoy, en el siglo XXI, a lo clásico siguiendo las pautas del socialismo científico o continuaremos ensayando el utopísmos, el anarquismo e inclusive visiones reformistas que distorsionan el proceso de construcción del socialismo?. Sabemos que el socialismo es la etapa de una sociedad, su construcción amerita la participación consciente del pueblo, su educación ideológica y política, y eso es una tarea compleja, la transición nos lleva a trajinar ese proceso, a luchar contra la vieja sociedad, el capitalismo por cuanto de que "El sistema capitalista produce enfermedades estructurales: el desempleo, la miseria, el hambre, la pauperización cultural, la salud precaria, la agresión al medio ambiente…" (1), y de esto es sumamente complejo salir de inmediato, requiere tiempo y paciencia curarse de estos males y vicios.
Ahora bien; cuando un proceso de transformación política, "…pretende ir al Socialismo, cambiar al mundo, alerta a las fuerzas del capitalismo, todas sus armas se conjuran contra el intento de redención. Se establece una feroz lucha entre lo nuevo y lo viejo que cruza a toda la sociedad….En esta confrontación la reacción, la derecha, el capitalismo, usa todas sus armas, desde el asesinato de dirigentes hasta las dificultades económicas que se suman a las producidas por el espanto del capital frente al control estadal…..Esto que hoy padecemos, que llaman "guerra económica", es la reacción, los efectos del capitalismo frente a la Revolución Chavista…" (2), guerra que niega la burguesía, incluso socialistas de izquierda, como Marea Socialista, la lucha de clases, para ella es simplemente un mecanismo de defensa común y hace creer a otros, incluso a la clase trabajadora que es un invento del gobierno revolucionario chavista para continuar en el poder del Estado.
Esta guerra económica que denuncia el gobierno chavista se manifiesta en forma financiera, bloqueos comerciales, de intercambio, de inversiones, de préstamos, monetaria, inflacionaria, especulativa, devaluacionista, entre otros elemento de la panoplia del capitalismo. En el caso de Venezuela, todo esto y más lo han probado contra la revolución bolivariana, una guerra no convencional, silenciosa, hipócrita y desvergonzada. Pero en esta lucha contra este sistema preocupa la postura de urgencia, de desespero, la interrupción del camino de la paz, la desviación del poder por causas "(…) de vida o muerte para la Revolución, retomar el camino del enfrentamiento con el sistema capitalista, del desmontaje de las relaciones capitalistas, que el gobierno deje de ser factor principal del desarrollo capitalista. Sólo así conseguiremos restituir la espiritualidad de las masas y hacerlas capaces de resistirlo todo, de dar combate en la guerra cultural. Con un pueblo fortalecido, con una dirigencia clara en sus objetivos, sin ambigüedades, no habrá ataque del capitalismo capaz de derrotar a la Revolución". (3).
Pareciera que desde esta posición guerrerista, anarquista y utopista se pretende desmontar de manera inmediatista la conciencia capitalista, erradicar la conciencia del egoísmo de forma repentina, asumir el enfrentamiento histórico de forma inmediata con el sistema capitalista sin preparación alguna de las masas populares, empujar al suicidio revolucionario, estimular el anarquismo, creyendo que con estas acciones de enfrentamiento efectista de clases con el capitalismo nacerá la consciencia súbita socialista del pueblo, abrir paso a la lucha de clases teniendo el gobierno, de manera desesperada para "desmontar las relaciones capitalistas", es así como en ese estado de guerra pretenden crearse la conciencia socialista, en la guerra, la espiritualidad de las masas y hacerlas capaces de "resistirlo todo", la guerra del capitalista contra el pueblo trabajador.
En verdad esta teoría guerrerista, urgentista, inmediatista desestima la importancia de los proceso de cambio de conciencia, descarta otras formas de lucha de clases, solo pone el acento en el enfrentamiento social de clases, sin prestarle atención al proceso de educación ideológica, política tan necesaria para construir el socialismo, sobre todo el acento en la organización. La teoría socialista del Estado no puede decretarlo, se requiere el nivel de conciencia de organización necesario, "el socialismo no cae del cielo", no es milagroso, un acto de iluminación celestial, por eso creer que la eliminación de la propiedad no social (privada) puede ser un acto de decreto público, aun cuando existan leyes que le abre camino como es el caso de la sociedad venezolana y su revolución socialista del siglo XXI, abra el camino a la conciencia es un error, ya conocemos algunos fracasos de gestión de la clase trabajadora, por falta de valores, ética socialista y espiritualidad revolucionaria.
Así pues es testigo la empresa privada, cómo el Estado ha expropiado más de una organización capitalista y sabemos sus resultados, veamos algunos ejemplos: "El Instituto de Estudios Avanzados de Administración (IESA) en Venezuela analizó las experiencias de 16 de las empresas estatizadas o expropiadas: Invepal, Inveval, los centrales azucareros Sucre y Trujillo, UPS Pedraza, procesadora de cítricos Roberto Bastardo, Rialca, Cargill, Fama de América, zona industrial de Barquisimeto I, Enlandes, tomatera La Caicareña, centro pesquero Leander Barinas, Venirauto, procesadora de maíz Juana La Avanzadora y la empaquetadora del mismo nombre…." (4) ¿Cómo entonces se dice que el gobierno chavista, a quien se le declara "socialdemócrata" no ha tocado la propiedad no social o privada?.
Es falso asimismo cuando se habla de "…la imposibilidad de tener éxito en la batalla espiritual. Así la revolución aniquila el fervor revolucionario de las masas, se pierde el rumbo de una causa, en ese instante se decreta la derrota en la batalla espiritual, en la batalla cultural. Todas las dificultades se agigantan, la capacidad de respuesta de las masas revolucionarias está disminuida, sucumbe en la dispersión y el egoísmo" (5). Aquí en aquellas empresas expropiadas, se dispuso de la participación de los trabajadores en estas empresas, sin embargo en muchas la falta de consciencia socialista, la visión estatista, el egoísmo de los trabajadores, el cooperativismo falso, la falta de ética socialista, es decir la carencia de espiritualidad de la fraternidad las llevó al fracaso., no precisamente por no haber "tocado la propiedad privada" porque se hizo, sino por no saber cómo construir el socialismo desde la los valores en cooperación con el Estado, por no haber educado el espíritu revolucionario, esto no significa que la guerra ideológica está perdida.
Los viejos hábitos de los trabajadores en el capitalismo les han impedido hacerse independiente, cambiar las relaciones sociales de trabajo, seguir en el paternalismo, no romper las relaciones de patronazgo, y esto es lo que hay que cambiar, la conciencia, aprovecharse de la crítica y la autocrítica, asumir una nueva organización de vanguardia con los trabajadores, educarlo en la dirección de las empresas, la gerencia socialista, la planificación de la producción social, de la vida social, del nuevo modo de vida social, de no hacerlo, tenemos que arrastrar la convivencia con el capitalismo, la coexistencia de dos modelos de sociedad.
Y no se trata de que "El gobierno se amancebó con los capitalistas, estimuló la conciencia egoísta, y recogió pobladas. La teoría de la "alianza con los capitalistas para elevar las fuerzas productivas" sigue mostrando su fracaso, creó las condiciones éticas de lo que hoy sufrimos" (6), todos sabemos que constitucionalmente disponemos de un modelo socioeconómico de desarrollo avalado por el estado de derecho, quiere decir que coexistimos con el capitalismo por decisión popular, por la decisión de las masas populares en haber elegido una constitución. Hay que tener en cuenta; que vivimos en "una sociedad que durante por lo menos 200 años nos han inculcado el capitalismo como forma de vida y que estamos en un mundo donde el modelo imperante es el capitalismo, como podemos cambiar ese pensamiento de una forma real y no una simple consigna la cual se desecha en el momento en que nos toca nuestros intereses particulares…" (7), de allí que romper los hábitos, crear una nueva conciencia, una nueva sociedad no sea fácil, requiere paciencia y mucha voluntad política, una vanguardia encargada de hacer una revolución cultural, de apoyarnos de las fuerzas productivas del capitalismo, de trazar una alianza para preparar estratégicamente a las fuerzas productivas del socialismo, puesto que sin su formación es imposible construir el socialismo.
La crisis ética de la revolución bolivariana no le es inherente, es fruto de las contradicciones del capitalismo, de la vieja conciencia, del tránsito de lo viejo a lo nuevo, de la necesidad de un nuevo pensamiento, unas nuevas relaciones sociales, vale decir no se trata de "Entrar en una Guerra fratricida e imponer una revolución cultural tipo URSS, China, Vietnan, Cuba con los resultados que ya conocemos, implosión interna de la URSS (con ayuda exterior), ….Todos estos procesos lo común ha sido el enorme sufrimiento para el pueblo" (8). De lo que se trata es de hacer una revolución con eficiencia, eficacia, productividad, demostrar la fuerza económica de la revolución bolivariana, con el ejemplo, con la resistencia del pueblo, vale decir:
"Demostrarle a la población las bondades del sistema socialista mediante el método de comparación con otros países o regiones que hayan logrado implantar dicho sistema. …..(caso Corea del Norte), pero en todo caso los poderes hegemónicos mundiales impedirán a toda costa que se conozcan los resultados positivos del sistema (9). ¿Cómo? Permitiendo que los dos sistemas convivan a lo interno, un poco como el caso de China y Taiwan: "un país dos sistemas" y permitir que la gente en forma voluntaria decida en cuál de los dos vivir" (9).
¿De que se trata el asunto de construir el socialismo?, de hacer una revolución amorosa, demostrar que la fuerza económica de la revolución puede satisfacer las necesidades de educación, salud, empleo, alimentación, vivienda, cultura, entre otras necesidades, y sobre todo cambiar la conciencia, los valores, los hábitos, las costumbres de más de cien años de capitalismo, por supuesto atacando la corrupción, el burocratismo, la ineficiencia entre otros vicios de la vieja sociedad.
Fuentes consultadas:
1.- Valderrama Toby y Aponte, Antonio "La guerra económica la dirige el gobierno", (a) Aporrea, 07-01-2017
2.-Idem.
3.-Idem.
4.-Blog "IESA: todas las empresas expropiadas por el Gobierno venezolano son improductivas" Junio 22, 2011.
5.-Ob. Cit (a).
6.-Valderrama, Toby "Despedimos el año del desencanto del chavismo sin Chávez", (b), Aporrea, 23-12-2016
7.-Mottola, Antonio "Proclamar una revolución como socialista es un error", Aporrea, 09-01-2017