I
Primer Acto
Un hombre recibe la información casi completa sobre otro hombre. La información suministrada se hace a través de un amigo, quien hace la entrega basada en que conocía al hombre desde muy chicos, desde que jugaban metra en el barrio, y correteaban a las burras calle arriba, calle abajo. Leyó y, luego ordenó que se lo pusieran frente a él. Tres días después:
—Oye, amigo, que bien te ves… ¿Eres chavista o de la derecha?
—Ni lo uno ni lo otro. Soy de esos que llaman "ni-ni"… ¿Usted me entiende?
—No, en verdad, amigo, no te entiendo. A tu edad ya deberías saber que bando te gusta… Yo elegí eso hace tiempo, cuando apenas tenía 18 años, más o menos, como tú.
—No tengo 18, tengo 27 años.
—Peor amigo. ¿Cómo es eso que tienes 27 y no sabes dónde estás parado, y menos hacia dónde vas? ¿Has oído hablar del chavismo?
—Sí, he oído.
—¿Qué has oído? Cuéntamelo todo. Creo que estas enrumbado a sacarte un Kino. Por lo menos. Eso sí llegarás a oírme y a seguir mis consejos. Pero, antes de echarme el cuento, fíjate en mí. Tal vez mi imagen te una pista sobre lo que puedes lograr en los años por venir. Esa sonrisa, es decir mi sonrisa, vale un millón, amigo. Y tú puedes tenerla y exhibirla con orgullo cuando quieras y donde quieras. Esta energía. Esta vida que me brota de todos mis poros. Sólo tienes que proponértelo… Ahora, amigo, venga ese cuento que tienes a flor de labio sobre el chavismo.
—En verdad, no sé mucho… Yo…
—Yo, yo, yo… ¿qué es eso amigo? Un triunfador no empieza con un "yo". Tal vez hayas oído a un tal Chuo Torrealba… Ese es un verdadero perdedor, a pesar de que siempre empieza sus discursos con un "yo". El "yo" es un cadáver insepulto, como dijo un carajo, por ahí. Pero Dios sabe lo que hizo al ponerte frente a mí, en el momento y el lugar apropiado. Oye, amigo dame tu nombre de pila. Por lo que a mi toca, me llaman simplemente por Teo. Es mi nombre de lucha. Es corto, pero apegado a Dios… ¿Tú crees en Dios? Bueno después me das tu respuesta. Ahora sólo cuenta que en los próximos minutos vas a saber qué es el chavismo, y que conste, amigo, son pocas las personas a las que me acerco para hacer estas cosas. Tú eres un elegido. Dios te ha elegido para que aprendas la historia del chavismo en tu país. Porque una cosa es cierta, amigo, quien no conoce la historia de su país no es nada. Ni siquiera llega a mosquito. Pero tú, amigo, no eres serás un mosquito. Sueño con verte convertido en un chavista de primera línea, de la vanguardia, pues. Para bien los oídos y enfócate en tu negocio, y sed como yo, o mejor dicho, piensa y actúa como Tarck El Aissami, hazlo tu modelo. Ese llegó a la cima, sin pensarlo. Así te puede pasar a ti.
II
Segundo Acto
El hombre se tomó su tiempo, pero sin perder un solo pedacito del mismo. Cuando arrancó sus prédicas o, como diría alguien, su captación, en su rol de reclutador, ya nunca paró. Se remontó a la historia de su país, y destacó la aparición del chavismo, o lo que es lo mismo, la revolución bolivariana del nuevo siglo. Al final del largo y acelerado parloteo, vinieron las preguntas para constatar si el hombre había asimilado. Antes de pasar al juego de las preguntas y respuestas, el hombre se adelantó:
—¿No le faltó algo por informarme?
—No entiendo, amigo… ¿Qué tienes en esa cabecita llena de cachivaches?
—La derecha, no me habló de la derecha…
—Anja, con que te las traes, amigo. Eso me gusta. Vas a llegar lejos. Tienes condiciones. Te enfocas, y esa herramienta vale tanto como mis palabras. Me preguntas sin querer queriendo por la derecha. Voy a ser directo, mejor dicho, breve y preciso: la derecha es un término desgastado. No merece la menor atención por nadie que pretenda ser chavista. Acá, en nuestro país, la derecha es sinónimo de pasado, de atraso, de violencia, de revanchismo, de destrucción y de venganza. Una mente, como la suya, amigo, no puede desgastarse en saber cosas sobre la oscuridad. Usted es hombre de luz, de presente, del ahora.
—Señor, o amigo, como usted quiera, creo que escogió al hombre equivocado. Pienso que quien le habló de mí esta tostado de la cabeza. Y, por otro lado, usted no se ha dignado a preguntarme quien soy yo, de dónde vengo y hacia dónde voy. Sólo ha hablado y hablado, sin parar, sin respirar, sin pensar, diría yo. Para serle franco, le dije que era "ni-ni" para jurungarlo. Para sacar lo que usted tenía por dentro. Para mí, usted no es más que un reclutador de incautos, un mal vendedor que debería irse a una librería y comprar esos libros que hablan como hablar y convencer, o como ser exitoso en cinco días… Hay miles de libros de los llamados "autoayuda", métaselos por las cejas. Lo necesita. Usted no convence ni a su hermanita menor. Es locuaz, pero de los malos. Es echón, pero de los peores. Lo invito a que se limpie los oídos y oiga: Yo no soy su hombre. No su oveja negra. Soy de un miembro y dirigente convencido de Voluntad Popular. Y estoy preparado para cuando, dentro de poco, lleguemos al poder, y a gente como usted los echaremos en un pipote de basura y los lanzaremos al mar para que las olas los paseen y los sumerjan en el sueño eterno que se merecen. Usted es un balurdo de poca monta, roba quesos… Para que lo sepa de una vez: quien le llevó la información sobre mi persona, jugó conmigo metra, pero aún seguimos jugando, esta vez jugamos a la guerra contra gente como usted. Perdóneme…, vallase a bañar. Pero antes asista a la concentración que haremos mañana, 23 de enero… Marcharemos con nuestra alegría, con nuestras canciones y con nuestro amor hasta el CNE. Allí obligaremos a la rectora Tibisay Luzena a recibirnos y a darnos el cronograma de elecciones para el 2017… Lo haremos en completa paz, y si se enciende una candelita, por equivocación, la apagaremos… No le daremos el gusto al señor Tareck para que nos meta presos y nos inhabiliten… A Voluntad Popular le tiene miedo Maduro… Por cierto, ojalá venga el Presidente Nicolás con la misma broma con que le salió a Obama, respecto al señor Óscar López Rivera, y, de paso, le daremos un ejemplo a Ramos Allup, de cómo tenemos que hacer para echar de Miraflores al tirano…
Teófilo Santaella: periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la isla del Burro en la década de los 60.