Jamás, había dado un pésame a alguien que sabía, moriría mañana.¡Qué relación tan extraña, algo así como viajar hacia el futuro! Realmente, ante una situación extrema como la que plantea el Dr. Vivas, no sabe uno si en efecto, darle el pésame a él mismo en vida antes de que sea asesinado, o darle unos consejos para que ¡Pare de sufrir! “Mi sentido pésame doctor, por su irreparable pérdida” le diría yo. Y le preguntaría, Dr., ¿No hay forma de posponer ese asesinato?; ¿En verdad va a ser asesinado mañana?; ¿Por qué no espera que le paguen sus prestaciones sociales o el retroactivo de enero? ¿Se va a ir limpio al cielo, usted que vive llorando calamidades? No se sabe si el propio San Pedro lo está esperando allá en el cielo, y le cobra entrada o le pide el carnet de la patria. ¡Ajá! Y, entonces ¿Qué va a hacer? Sáquese su carnet doctor y le recomiendo que suspenda su muerte, porque vienen cosas buenas.
Claro, es posible que no obtenga respuestas, porque al fin y al cabo, no es que van a asesinar al doctor, es que desde hace tiempo se viene suicidando en cada escrito, lleno de odio, siempre apuntando hacia el mismo blanco. Imagino el sufrimiento y el énfasis que el doctor pone en sus escritos, tomándose a pecho situaciones que desde todo punto de vista agravarían su estado de salud. Debe ser tolerante en su subjetividad. Creo que en este caso, nadie asesina a nadie. Uno se suicida cada vez que se recuerda, lo que uno cree negativo, porque las emociones afectan el organismo y actúan como una ráfaga de fuego de ametralladora que recorre sus vísceras y cabeza hasta encontrar más fuerza en un corazón que late aceleradamente que solo le hace perder su equilibrio. Y ¡Zuas! Infarto.
Cuánto daño se le hace a la salud, cuando se adopta una forma obsesiva de pensar y escribir lo mismo todos los días. ¿No habrá un momento de paz? ¿No habrá otro objetivo? Olvídese de Maduro y de Diosdado por un tiempo, aun cuando usted sabe que al escribir sobre ellos, hace babear de la emoción a la oposición. Su forma de tomar la vida y la política, me hace recordar cuando mi mamá le decía a mi papá: “Viejo del carajo, deja de estar sufriendo tanto, que tú te mueres como un pendejo y los demás siguen gozando la vida”. Claro, no significa que deba dejar de hacer sus críticas, según su punto de vista, sobre lo que se considera malo o bueno del gobernante, pero tampoco es para morirse antes de tiempo, aun cuando hay quienes dicen que nadie se muere de esa forma.
