Cuando Chávez llamó por primera vez a la unidad, lo hizo en torno al Polo Patriótico, con base en la unidad dentro de la diversidad. El resultado fue fundamental, la suma de voluntades a pesar del rechazo de un sector al partido de gobierno, consiguió que muchas organizaciones políticas de izquierda fuesen receptáculo de una valiosa y activa participación, y los debates tuviesen espacio y sentido para la izquierda del país.
Después, vino la convocatoria de una unidad monolítica, de partido único, cosa que generó fricciones y conflictos en torno a la diversidad y autonomía. Sin embargo Chávez se vio obligado a rectificar, convocando al Gran Polo Patriótico, y aunque el llamado de fondo fue a la amplitud en la base organizativa, de forma, la conducción aparentemente horizontal y amplia se desvaneció en el stalinismo más concreto, el de la supremacía del partido de mayor cantidad de votos al resto considerados franquicias electorales.
De hecho, es importante recordar que una de las primeras acciones del presidente Maduro en términos políticos fue el plantear hacer desaparecer al Consejo de Partidos del GPP, lo que generó reacciones de rechazo a lo interno de dicha instancia, tratando de sustituir su columna vertebral por la supremacía de las organizaciones sociales, poco articuladas y hoy absolutamente cooptadas por el PSUV.
Ya Marea Socialista (MS) lo venía advirtiendo desde el 2013, el fracaso en la conducción política dentro del GPP nos condujo a no aspirar ser parte de la misma alianza, por considerar que simplemente este era un órgano subalterno a los intereses del gobierno y del Psuv y no de los intereses de los que viven de su trabajo.
Desde nuestro origen común, lamento que los partidos del GPP sean objeto de las acciones ya anunciadas y premeditadas por el gobierno de acabar con cualquier espacio de mínima posibilidad de disidencia, y a pesar de que ninguno de estos partidos, quizá con excepción de algunas tímidas acciones del PPT al principio de los ataques contra MS, en lo personal me hago solidario todos los partidos del GPP excepto el Psuv, por hoy ser víctimas de una posible proscripción política, tal como MS lo ha sido durante más tres años.
Pero quisiera ir más allá… Estoy seguro que en las bases de los partidos del GPP existe gente muy valiosa, a ellos extiendo una convocatoria al debate de ideas y articulación de acciones, que permita reagrupar fuerzas con el fin de superar esta terrible crisis y poder construir un referente político por fuera de la dañina polarización. Un verdadero llamado de unidad, ante la infamia de la imposición de una política del mazo, que hoy ha convertido a la popularidad del proceso revolucionario en un pírrico 10% o menos.
Busquemos los espacios, y démonos la oportunidad, es el momento.
