Ahora resulta que los partidos que conformaban estas estructuras electorales, son objetos de la aplicación de las normas establecidas en la Ley de Partidos Politicos,que los obliga a renovar su inscripción en el CNE, por no haber obtenido el porcentaje de votos en las últimas elecciones nacionales, requeridos para mantener sus condiciones de partidos nacionales.
El tema no sería objeto de mayores consideraciones, de no ser por que dicha medida pone en iguales condiciones a partidos como el PCV Y AD con más de 60 años de fundados, contrario a lo que sucede con los partidos recién creados. Muchos de ellos con más características de franquicias políticas que de Partidos políticos
De allí que la intención de sacar del juego a ciertas organizaciones de las que integran esos dos bloques, luce capcioso, toda vez que tal como está concebido el sistema democrático que tenemos . Constitucionalmente nuestra democracia es PARTICIPATIVA Y PROTAGONICA.
En consecuencia el propósito de los integrantes del CNE,es contradictorio, por cuanto al restringir la participación de las organizaciones políticas en los eventos electorales, desdice del principio constitucional, que determina la libertad de organización, como un derecho ciudadano.
A toda vista parece que dentro de estos grupos hay partidos que desentonan de los intereses de otros y la manera de deshacerse de ellos, es usando al mismo organismo rector de los partidos políticos, para que los ayude a deslastrarse de las malas compañía.
En particular no creo que sea una sabia decisión de quienes están participando de esta maniobra excluyente, toda vez que la misma contribuye a la campaña de descredito hacia los partidos políticos, proveniente de sectores reaccionarios que no creen en democracia, sino en regímenes dictatoriales.
De tal manera que consciente o inconscientemente los grupos políticos que están pujando por quedarse solo con la hegemonía de la representación política tanto por el lado del gobierno como de la oposición, se están mordiendo la cola, ya que en la opinión del pueblo mayoritario la procesión va por dentro, tal como lo demuestran las encuestas, donde cada día se incrementa el descontento hacia determinadas conductas y posiciones políticas, que muestran más interés por atender sus intereses de grupos que por los problemas cotidianos de la gente.
Escenario nada favorable para la estabilidad democrática, a lo cual se suma el debilitamiento de las opciones para constituirse los partidos políticos, cuyo normal funcionamiento sirve para fortalecer las bases de todo proceso democrático, donde las diferencias políticas se dirimen a través del voto.
Mientras más cierren las compuertas a los canales de participación, los sectores que desean encontrar la forma para resolver pacíficamente la confrontación política que se vive en el país, buscaran causes para expresarse.
Por lo tanto de seguir el CNE en el empeño de reducir las posibilidades a la organización de nuevos partidos políticos o impedir la participación de los que tienen tradición democrática, bien sean de la oposición o afectos al proceso revolucionario, provocaran el surgimiento de una corriente unitaria o frente amplio de participación democrática, de todas esas fuerzas políticas que queden eliminadas por no poder cumplir las condiciones leoninas acordadas por las cúpulas hegemónicas de los factores de poder.