Nacido el mismo día, del gran mariscal de Ayacucho, (3 feb) en la tierra del libertador, Simón Bolívar, (Caracas) supuestamente soy venezolano de primera generación. Padres de raza semita, sur de Líbano, (Galilea) origen de Bint Jbeil, que es nombrada la capital de la honorable resistencia de Líbano, Hezbulah. Ambos abuelos fueron miembros activos de la resistencia en contra los déspotas turcos, luego los sanguinarios franceses. La genética de este insinuante terrícola que razona, como sus semejantes de la misma tierra de nacimiento, cultura, costumbre, por otro lado está la sangre e igualmente las costumbre y cultura. Poseedor de dos nacionalidades, conocedor de ambas historias, pero la cruel realidad, es que en mi país la república bolivariana de Venezuela, soy turco, y en la tierra de mis ancestros, soy forastero y en ocasiones indio.
Los semitas (raza arábiga) mejor conocido como árabes, fueron injustamente catalogados que viven en guerras, la realidad es que todas las generaciones, han resistidos solos, a todos los colonizadores, invasores, cruzadas, asesinos, saqueadores, violadores o como se autodenominan, en la actualidad, solos los honorables siguen resistiendo a la nuevas modalidades del imperio maligno, los mercenarios nacionales e internacionales. En cambio las monarquías supuestamente árabes y musulmanes, se desviaron sumisamente hacia el paralelo de su primer amo inglés y ahora el narciso musculoso, Green-go. La historia verídica de la resistencia de cuatro generaciones de semitas, está dentro del baúl de la impotencia, situado en la compuerta de la paciencia y anestesiada siempre, en un supuesto sueño de lealtad a la resistencia.
Todos los revolucionarios y resistentes, navegan en ciclos hacia los mismos codiciados filtros, la gran mayoría de los supuestos honorables, engordaron ilícitamente a través de las revoluciones o resistencias. Cuando el ambiente se calienta como es común, y no logran traspasar los filtros, estos miserables gordinflones se estancan en una metamorfosis, al evolucionar siendo los primordiales enemigos de las patrias revolucionarias y resistencia doras, ya que son los causantes del derrumbamiento de este honorable sueño, de libertad.
Mi sangre hierve de impotencia, empujándome y rogándome a grito a que aclara la situación a mis conciudadanos venezolanos, para no caer en los mismos errores de mis descendientes, nadie quiere creerlo y si persisto en ello, será repugnado. La historia se repite, todo empieza como se encuentra nuestra nación. Las divisiones se radicalizan, cada uno es poseedores y dueños de la verdad absoluta, culpando se entre ellos, por la situación de la república, lo peor del caso es que ambos son culpables de todos los cargos, por ser participe activo de la división de la sociedad nacional.
Cuando los revolucionarios o resistentes logran vencer al mal, poseyendo la ansiada libertad. Se les condecora, le dan un estrechón de mano y la gracia por su valiosa labor que termino, dejando el mando a los políticos que toman las riendas, enfrentando constantemente las irresistibles, curvas peligrosas pero jugosas, rectas inesperadas pero codiciadas y el futuro de los honorables combatientes, terminan desprestigiados y en ocasiones perseguidos.
Lamentablemente el final es miserable, ya que años o inclusive décadas de luchas y sacrificios pudiesen borrar todos los logros de independencias en una sola sentadas o firmas entre comprados políticos. Los mayores traidores y enemigos de las revoluciones o resistencias, son sus propios políticos, que venden sus almas, familia y patria, al apuñalar la de espalda y no de frente, por intereses personales.
Por ello aun me considero, un terrícola sin identidad, sigo ideología que termina quebrantable, persigo un sueño que es un utopía, e indago por el honor, que solo se consigue en los caídos y traicionados de verdaderos revolucionario y resistentes.
