¿A dónde vas, que más valgas?

Abrevar en la cosmovisión y cosmogonía de nuestros pueblos ancestrales, nos dará las más dignas razones, para no emigrar a otros países, con pretextos fácticos, que solo nos muestran como gente indigna, quienes, por calles ajenas van exhibiendo miserias inexistentes. Miserias estas, que averguenzan y ofenden la memoria de nuestros dignos Libertadores, quienes en el pasado glorioso fueron a otras tierras a ofrecer su esfuerzo, su sangre y su vida generosamente, para darle libertad a esos pueblos. Y que luego de esa entrega, regresaron a Venezuela cargados de gloria, agradecimientos y respeto. Situación contraria, a la que nos expone este grupo minúsculo de insensatos que salen de nuestras fronteras a despotricar de nuestro gentilicio y humillar al país, cuna de la Libertad americana.

Que diferencia entre aquellos héroes auténticos, quienes siguiendo al líder más formidable del siglo 18, y siglos posteriores: El Libertador Simón Bolívar, honraron a Venezuela y escribieron páginas gloriosas, ante esos pueblos y el mundo. He ahí el hecho excelso del joven General Antonio José de Sucre, el Gran Mariscal de Ayacucho, quien luego de haber cubierto la distancia y el tiempo desde su natal Cumana y las frías alturas andinas, coronó sus sienes de laureles en Ayacucho para dar Libertad a esos lejanos pueblos. Apenas 26 años de edad.

Su grandiosa victoria y magnanimidad con el vencido fue descrita para la historia del gentilicio venezolano, cuando el Jefe realista derrotado el Virrey La Serna, quien fue herido y capturado en la batalla, exclamó al encontrarse frente al Gran Mariscal: "Tan joven y con tanta Gloria".

¿Acaso pudieramos decir algo parecido de cualquiera de quienes, hoy, deambulan por las calles de Lima, Quito, Panamá, Bogotá o Guayaquil, --espacios liberados por jóvenes venezolanos-, dando vergüenza y lastima, por no tener el valor y la enjundia necesaria para quedarse en Venezuela a luchar por defenderla en la hora aciaga. Cuando malsanos propios y extraños amenazan con destruirla?

La historia venezolana está jalonada de hechos sublimes que retratan la calidad humana, civilista solidaria y desprendida del pueblo venezolano. Como lo muestra este relato del General O'Leary edecán del Libertador.

"Cuenta el General, que presenció un hecho excepcional, indicativo, que junto a los soldados como siempre ocurrió durante la guerra de independencia, marchaban mujeres por el páramo de Pisba.

Durante la marcha de este día -escribe- me llamó la atención un grupo de soldados que se había detenido cerca del sitio donde me había sentado abrumado de fatiga, y viéndolos afanados, pregunté a uno de ellos qué ocurría. Contestóme que la mujer de un soldado del batallón rifles estaba con dolores de parto.

A la mañana siguiente vi a la misma mujer con el recién nacido en brazos y aparentemente en la mejor salud, marchando a retaguardia del batallón. Después del parto, había andado dos leguas por uno de los peores caminos de aquel escabroso terreno."

Tomando en cuenta que gran parte de éstas mujeres eran llaneras, y no solo iban acompañando a sus esposos por mantener la unión familiar, iban también, para echar a los españoles de nuestro continente. Iban con decisión a construir la Patria grande.

No es igual, la motivación que esgrimen hoy confundidos y malagradecidos. Hoy tenemos patria, tenemos seguridad social y una revolución que aunque acosada, realiza grandes esfuerzos por garantizar la Paz y la mayor justicia social para el pueblo venezolano. Aun cuando, algunos hermanos, le hacen el juego a la oposición y van a una aventura, donde nadie los esperan, no los quieren, ni los protegerán. Abandonan su propia patria, donde, gracias al Estado y el esfuerzo y dedicación de sus Padres y/o representantes, lograron lo que hoy van a regalar en otras tierras. Ignorando supinamente que aquí en cualquier trance favorable o desgraciado, tendrán siempre, una

madre, un padre, una abuela, abuelo, hermanos, tíos, amigos, una CNRBV, una ley del trabajo que le protege, inmovilidad laboral, educación gratuita y de calidad, salud gratuita y garantía de todos los ddhh.

En estos momentos, la revolución incorpora cientos de miles de jóvenes al plan chamba juvenil, donde van a laborar y seguir estudiando y formándose para la vida útil, con el único límite de su propio interés y deseo, en su hábitat natural y el disfrute de todos los derechos que le garantiza la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.

Para explotar y desarrollar esa actividad que te ofrece la Chamba juvenil tienes sin restricción más de un millón de Km2, de tierra fértil, la mayor reserva de petróleo de planeta, el arco minero con la segunda reserva de oro, de coltan, torio, hierro, bauxita y otros. Tienes costas, mares y ríos y hay mucho más.

¿Acaso hiciste un inventario de tus haberes, derechos, saberes y obligaciones para con tú Patria, tú familia, tú descendencia y contigo?

Es pertinente rectificar, no traiciones tus genes.

¡Independencia y patria socialista y soberana!

¡Chávez vive!

¡La patria sigue!

¡Viviremos y venceremos!

 



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William Castillo Pérez


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