¿Por qué los maduristas no han salido en grandes caravanas a celebrar el triunfo que lograron en 17 gobernaciones? ¿Por qué vimos a una cúpula del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que aunque trataran de disimularlo, era permeable la decepción en sus rostros, la noche del 15 de octubre, después que el Consejo Nacional Electoral (CNE) emitió los resultados? Es simple. A pesar de haber perdido sólo cinco gobernaciones, o tal vez seis, (porque al parecer el estado Bolívar también lo perdieron, de lo contario, ya hubiesen proclamado al candidato oficialista) esos estados representan un golpe significativo en términos de importancia geopolítica y económica.
De hecho al perder Zulia (confesado por Diosdado Cabello) y Táchira como principales estados fronterizos, el primero al ser el principal productor de petróleo, y el segundo, por donde se concreta la mayor actividad comercial no petrolera del país, representan para ellos una inmensa pérdida política, que además deja en evidencia que han abandonado las fronteras del país, cerrando el paso a los propios venezolanos cada vez que les daba la gana, y peor, destruyendo esa parte de nuestra geografía para que grupos irregulares se apoderen de nuestro territorio con la industria del narcotráfico, el secuestro y el contrabando con la mayor impunidad, al punto que hasta los tiroteos son parte del quehacer de guerrilleros, paramilitares y delincuentes en el propio puente internacional "Simón Bolívar", ubicado en el paso limítrofe de la ciudad de San Antonio del Táchira.
¿Será que al perder Mérida y Nueva Esparta (este fronterizo desde una plataforma marítima), los estados turísticos por antonomasia del país, fueron un duro golpe para la cúpula del madurismo, representada en la gestión de Diosdado Cabello, a través de su esposa como ministra del turismo? Es decir, tanto en el estado andino como oriental, espacios donde se concentra la más poderosa infraestructura de descanso y recreación de Venezuela, queda al descubierto que esa actividad económica es prácticamente inexistente en el país ¿Por qué? Es obvio, que la creciente inflación, el deterioro de los salarios, la inoperatividad de los servicios públicos, sin olvidar que hasta en Mérida falló hasta la energía eléctrica con el teleférico en "funcionamiento", o referir que sólo hay un "ferry" haciendo la travesía entre Margarita y Puerto La Cruz (estado Anzoátegui), así como recordar que el transporte aéreo ha sido muy afectado a nivel nacional e internacional, son aspectos que liquidan por completo al madurismo en materia turística.
Y si en tales entidades federales, le sumamos precisamente Anzoátegui como entrada al mar Caribe, que además también en otro estado con potencialidades, también turísticas, como agroindustriales y petroleras, pero además es la jurisdicción más importante del oriente del país, que perdieron teniendo como candidato en Aristóbulo Istúriz, un supuesto "peso pesado" del madurismo (como también fueron considerados Arias Cárdenas y Vielma Mora), pues, obviamente, la preocupación es la cúpula oficialista está In crescendo.
Es por ello, que la posibilidad de perder Bolívar tiene al madurismo muy nervioso. No sólo por la condición de ser el estado minero del país, sino que la inmensidad de sus reservas y bellezas naturales, aunado con el tamaño de su extensión territorial que abarca más del 25% de la geografía nacional, hace de esta dependencia regional la más importante del sur del país, que a su vez la consolida como otro estado turístico y fronterizo, que irónicamente en este momento se encuentra siendo objeto de múltiples denuncias por la explotación irracional del mal llamado "arco minero", el cual afecta únicos reservorios de biodiversidad en el planeta, así como la vida de importantes grupos indígenas.
En otras palabras, el madurismo, salió raspado en materia fronteriza y turística. Eso equivale a decir que sobre nuestras zonas limítrofes no les importa en lo más mínimo el concepto de soberanía y nación, salvo en una agotada y desquiciada verborrea anti-imperialista, y sobre el turismo, al ser esta una actividad en donde la corrupción al parecer no destila mucho sobre las actividades políticas, la dejaron en una praxis de "dejar hacer, dejar pasar", o sea, a "la buena de Dios", lo cual ha colocado semejante actividad de desarrollo integral, como una paupérrima institución económica y social.
Ante tales hechos, surgen algunas interrogantes ¿Cómo perdió el madurismo estas entidades federales, sí supuestamente, hace menos de 90 días, la "constituyente" habría logrado, aproximadamente 8,3 millones de votos, como resultados oficiales que nunca terminó de dar el CNE, después de emitir un primer boletín en el cual el PSUV habría obtenido más de 8 millones de votos?¹ Más aún, eso es prácticamente inexplicable, cuando la propia presidente del CNE, también declaró que en tales comicios "participó" el 41, 53% de la población electoral, sobre un total de 19,4 millones de potenciales votantes.
¿Cómo pierde el madurismo, 2,6 millones de votos en tan corto tiempo, si tomamos como referencia que en estas elecciones regionales obtuvieron poco más de 5,7 millones de sufragios contra 8,3 de la elección "constituyente? ¡Ah! Ya saldrán los zascandiles y vacuos maduristas, para decirme que en estas regionales, "no votó" la población electoral del municipio Libertador en el distrito Capital. Pues debo decirle a los señores del madurismo, que esa es la peor justificación que podrían referir como criterio político.
¿Y por qué decimos lo anterior? Muy sencillo. Resulta que según el CNE, la población electoral hasta 2015, también validada para este proceso, tiene en el municipio capitalino la suma de 2.147.793 electores², de los cuales al restar, si nos atenemos al promedio del 39% de abstención de este proceso de votación, nos quedaría un aproximado de 1.284.676 electores, sobre los cuales siendo benevolentes y, tomamos como patrón de referencia a favor del PSUV, el 54,55%, cifra con la cual Jorge Rodríguez ganó la alcaldía de ese municipio en 2013³, les daría un total de 700.791 posibles votantes. Verbigracia, si sobre los 2,6 millones de votos faltantes de la "constituyente", restamos la cantidad que supuestamente "no sufragó" por razones políticas, aún tendría el PSUV que justificar, 1,9 millones de votos, es decir, casi dos millones de electores que no aparecieron por las urnas en estas elecciones.
En consecuencia, el madurismo quiere hacer ver una escuálida victoria de apenas 600 mil votos, la cual alcanzó sobre cualquier ventajismo electoral, como si fuera un "gran triunfo", cuando la verdad es que si algo ha quedado al descubierto es la ilegitimidad e ilegalidad de esa "constituyente" que además pretende abrogarse una "supraconstitucionalidad" que no tiene en ninguna forma jurídica⁴, más aún, cuando queda en evidencia que no tienen forma de justificar los supuestos más de 8 millones de votos que habría "obtenido" el pasado 30 de julio.
Si a la debacle sobre la deslegitimación "constituyente" sumamos que también Nicolás Maduro, ha perdido aproximadamente 1,7 millones de votos, desde que fue electo presidente de la República con una población electoral que ha aumentado cuando menos un 20% desde las elecciones presidenciales de 2013, sinceramente, el caos político, y el fracaso del PSUV en unas eventuales elecciones presidenciales para 2018, no sólo garantizan la derrota madurista, en caso de que exista un ordenado y coordinador bloque anti-gobierno desde una candidatura de consenso nacional, sino que de ser Maduro el candidato del PSUV, este sería el candidato más fácil de derrotar por los sectores que hoy se oponen a su presidencia.
La "constituyente" y el madurismo no tienen forma de explicarnos a los venezolanos, cómo "lograron" más de "8 millones de votos" en su reciente "elección". Su propio triunfo de 17 gobernaciones en estas elecciones regionales, dejó al desnudo, las cifras que nunca ha publicado el CNE sobre tal "asamblea" que para ellos es "plenipotenciaria".
En conclusión, la "constituyente" ha quedado deslegitimada por los mismos votos maduristas. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
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