En éstos momentos de tan difíciles dificultades económicas que agobia a las grandes mayorías, se está discutiendo el segundo Plan de la Patria para el período 2019-2025, en la cual se intenta realizar una construcción teórica colectiva.
El Plan de la Patria debería tener el mayor alcance y comprensión nacional, en donde la discusión política, social y económica, tendría que abarcar grandes reflexiones, tanto en el sentido del tiempo pasado, que se caracteriza por evaluar lo que sucedió y en paralelo, proyectar el tiempo futuro que entre sus características esenciales se encuentra la incertidumbre...
En primer lugar, hay que revisar, que pasó con El Plan de la Patria 2012-2018, que se cumplió y sobre todo reflexionar sobre las razones de los objetivos no logrados y en segundo lugar, construir una triada en el horizonte, constituida por un nuevo Estado, una nueva sociedad y una nueva institucionalidad, que nos sirva de referente para dibujar un nuevo Plan de la Patria, teniendo una idea clara sobre a donde queremos llevar a Venezuela, tomando en cuenta que siempre habrá factores internos y externos, que siempre serán una amenaza para que no se cumplan los planes de gobierno.
Otra gran reflexión para el debate es que desde el punto de vista estratégico, los instrumentos de planificación, colocan el énfasis en el que hacer, pero no se dedican a explicar, el como se va hacer, el cuando se va hacer, con quienes se va hacer y el con que se cuenta para hacer, lo quieres hacer, es decir, el Plan de la Patria, debería pasar la frontera de lo meramente enunciativo y pisar los espacios de lo concreto, sobre la operacionalización del como realizar y cumplir con los objetivos trazados.
Considero que la academia en todos sus niveles, los cabildos abiertos y las asambleas de ciudadanas y ciudadanos, tienen la palabra...