La crisis de Venezuela va más allá del tema económico, ya de por sí agudamente agobiante, hay una crisis de liderazgo; a todos los niveles. A nombre del pueblo se yerguen un minúsculo círculo de poder, pero no por minúsculo deja de ser poderoso, que lo traiciona en el día a día. Es un círculo de poder que se pelea en las redes sociales y hace el amor, mejor dicho practica el sexo que no es la misma cosa, en la realidad. En esta fatal coyuntura es oportuno recordar algunos elementos teórico que nos pueden ayudar a nosotros los pendejos a superar ese pacto que nos asfixia en el día a día.
Por ello comparto con ustedes este extracto de Antonio Gramsci:
Se puede emplear el término de catarsis para indicar el paso del momento meramente económico (o egoísta-pasional) al momento ético-político, o sea la elaboración superior de la estructura en superestructura en la conciencia de los hombres. Esto significa también el paso de lo "objetivo a lo subjetivo" y de la "necesidad a la libertad". La estructura, de fuerza exterior que aplasta al hombre, lo asimila a sí, lo hace pasivo, se transforma en medio de libertad, en instrumento para crear una nueva forma ético-política, en origen de nuevas iniciativas. La fijación del momento "catártico" se convierte así, me parece, en el punto de partida para toda la filosofía de la praxis; el proceso catártico coincide con la cadena de síntesis que son resultado del desarrollo dialéctico. (Gramsci, 1986a, p. 146).
Nosotros los pendejos debemos superar el tema de las reivindicaciones meramente económicas y trascender en la aspiración de conducir nuestros propios destinos. Una clave para ello es el estudio sistemático. No es casual que tengamos "líderes" que sólo apuntan a vociferar consignas y son incapaces de proponer nada. Transformar la realidad no se puede lograr sólo dando gritos y percibiendo dádivas; la realidad se transforma en la medida que podamos discernir qué es la paja y qué es el grano.
Rescatar el ideario de Chávez pasa por estudiar; eso no los dijo cada momento de su existencia. Por eso antes de gritar viva Chávez, por favor pregúntate cuantas líneas leíste en ese día; de lo contrario, no pasas de ser un vividor de Chávez y no su hijo; más bien eres un gran hijo de puta.
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