A partir de la gestión del gobierno de Nicolás Maduro Moro, primer presidente chavista luego de la muerte de Hugo Chávez Frías se continúa en el país la lucha de clases, del lado de la burguesía, la aptitud de retaliación y venganza política iniciada por la derecha venezolana con el arribo de Chávez al poder del Estado venezolano, luego de perder su hegemonía, durante cuarenta años en el poder, el período que se conoce como IV República, este fenómeno es lo que denominamos la reacción a la revolución bolivariana, en esencia la contrarrevolución a la revolución bolivariana, al socialismo bolivariano y en general al socialismo del siglo XXI.

Hugo R. Chávez Frías fue un presidente que encarnaba un proyecto político nacional-democrático revolucionario, de carácter bolivariano, más tarde declarado como socialista. A la muerte del líder de la revolución bolivariana y socialista se agudiza en la lucha de clases sociales en la Venezuela llamada Pos chavista, (2012-2018) se caracteriza por la contrarrevolución, asociada al neoliberalismo, ella tiene sus raíces y accionar en todo el ciclo político chavista, (2000-2012), caracterizado por Golpes de Estado, Paro Petrolero, Intentos de Magnicidio, Guerra Económica y no menos por acciones violentas tales como Guarimbas, La Salida, Presiones Externas del gobierno de los Estados Unidos, Colombia, Guyana, Grupo de Lima, Mercosur, etc.

Hoy la guerra de clases sociales en Venezuela es abierta, sin disimulo, de manera desvergonzada, sin respeto a la Constitución, incluso a nivel internacional se desenvuelve una diplomacia desvergonzada en la que políticos de oposición solicitan la intervención con la excusa de "ayuda humanitaria", para dirimir los asuntos políticos del país, con el apoyo sedicioso de la burguesía internacional y el imperialismo. Siendo así, se han modificado las formas de lucha, la guerra del capital contra la el socialismo del siglo XXI, la revolución bolivariana, contra la clase trabajadora y el pueblo en general, es la guerra total contra el Estado nación, contra del estado democrático-popular.

La nueva etapa de la revolución bolivariana se halla no solo bajo amenazas externas e internas, asedios políticos de organismos internacionales, la OEA, gobiernos como los de Estados Unidos, La Comunidad Europea, además agresiones económicas, monetarias, saboteos del Dólar Today, especulaciones financieras, económicas, bloqueos comerciales y financieros internacionales, usura internacional y nacional, inflación inducida, guerra económica en formas de acaparamiento de bienes, contrabando, especulación de precios, hiper inflación, paros productivos, escasez de bienes alimentarios y farmacológicos, en pocas palabras la revolución chavista y bolivariana está amenazada por el imperialismo de los EE.UU y la oligarquía económica y política venezolana.

Sin temor a equivocarnos podemos decir que el proyecto del socialismo del siglo XXI, el de la revolución bolivariana ha estado en permanente asecho por la contrarrevolución neoliberal, agudizando al extremo, los propios problemas heredados de la neo colonización moderna, la dependencia externa, financiera, económica, comercial y tecnológica además, a ello se le suma los problemas de gestión política y económica a dieciocho años de la revolución bolivariana y gobierno chavista con relación a la creación de un nuevo modelo económico, productivo y alternativo a la economía capitalista, así como la construcción política de la nueva sociedad.

Estrictamente hablando sin valorar el trabajo asociado como base fundamental de la sociedad se hace imposible que triunfe la revolución bolivariana y socialista, en las circunstancias actuales de bloqueo comercial y financiero, cuaje un proyecto ejemplar de inclusión social, socialista, la causa, según palabras de los representantes políticos del imperialismo, B. Obama es que el país de Hugo Chávez dirigido ahora por Nicolás Maduro representa "una amenaza inusual y extraordinaria", las razones las podemos hallar desde que Chávez alcanzó el poder, desde ese entonces el proyecto nacional y antiimperialista bolivariano y luego, de carácter soberano y socialista representó para las corporaciones transnacionales, en especial energéticas, un pérdida de las fuentes energéticas, en particular, el petróleo, en la que Venezuela es considerada la principal reserva estratégica energética mundial.