Movimiento neo-pentecostal en ascenso: Bertucci, Celso Romero, etc.

El ajedrez de la política venezolana vuelve a moverse, es cambiante como dicen muchos la ciencia de la Polis. Nuevos personajes surgen y generan efectos no esperados. Tal es el caso del movimiento pentecostal, esta formación surgida bajo la doctrina de las iglesias evangélicas, el bautismo en el espíritu santo y la fe ha aglutinada a millones de personas en todo el mundo y Venezuela no escapa a esta realidad.

Lo último que ha ocurrido es la asociación surgida entre el llamado movimiento neo-pentecostal y la política. Y es que ya a nivel mundial es regular ver a pastores, dirigentes evangélicos y cualquier otro jerarca de la iglesia evangélica incursionando en política, haciendo partidos y cosechando una forma diferente de hacer política. Donde se trata de juntar la doctrina espiritual, la conducción de Dios y el poder político.

Si echamos un vistazo a América y más concretamente a América Latina este año ha estado sacudida la región por la política de los llamados pastores del evangelio. Venezuela no ha sido indiferente a esta situación, el pasado 20 de mayo el líder religioso Javier Bertucci se hizo de una participación en las elecciones presidenciales venezolanas. Donde obtuvo según el segundo boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE): 988.761 votos.

La cantidad de votos obtenidos según el CNE por el pastor evangélico venezolano lo llevó astutamente a hacerse de la tercera fuerza política del país. Y con miras a concretarse y hacerse de un sostén para dialogar con la clase política del país. Sin importar las airadas críticas y señalamientos, Bertucci se reunió con el presidente Nicolás Maduro. Buscando hacerse de esta manera con una posición nacional que le permita cierto poder y maniobrabilidad para soportar los tiempos en luchas electorales y consagrarse como una opción creíble no perecedera.

Los cuestionamientos a la persona de Bertucci durante su campaña por supuesta implicación en hechos de corrupción hicieron mucho efecto en su campaña, pero el hecho de que mantuvo su candidatura y no declinó ni renunció a la misma, dejan entrever que estaba muy concentrado en lograr consolidar una maquinaria política que prevalezca en el tiempo.

El movimiento pentecostés vinculado a la política y encabezado por Bertucci en Venezuela a su vez avanzó en consolidar su partido Esperanza por el Cambio, el pastor evangélico a su vez busca con esto mantener el capital político del casi millón de votos obtenidos, asegurarlo, aumentarlo y usarlos en situaciones próximas.

Su acción de dialogar con el gobierno nacional a su vez lo ha usado de manera estratégica para tomar suyas importantes banderas de los sectores opositores adversos al poder central del país. La liberación de presos políticos, y la apertura de un canal humanitario han constituido una herramienta que ha intentado tomar Bertucci para que así de lograrse algunos beneficios o gestos de Nicolás Maduro, cosecharlos como propios y catalogarlos de trabajados en el fragor de lo que seguramente ellos llamarán discusión política o acuerdos.

Junto al pastor venezolano ya se hace regular ver en propagandas de diverso tipo, como por ejemplo televisivas a representantes del movimiento pentecostés de Venezuela. Celso Romero también ha hecho su aparición, otro pastor. Ya nada deja a las dudas que también con un mensaje dirigido al país busca lograr réditos políticos. Pero como todo en Venezuela habrá que ver si esa movida se desarrolla para sorpresa de los millones de venezolanos o es sepultada con el paso del tiempo.

Para estos líderes religiosos una de sus más grandes adversidades es quitarse de encima los señalamientos que poseen vinculados a la mezcla de política, Dios e iglesia. Por ejemplo Javier Betucci por el manejo de su iglesia. Donde sectores o voceros del gobierno nacional y grupos opositores venezolanos critican el presunto y ambicioso proceder para hacerse de una iglesia, y sus inmensos recursos, para ponerlos en pro de su campaña y plan político.

Continuando con América Latina, Brasil es otro ejemplo que también ha sucumbido a los efectos de la iglesia evangélica en la política, ya que el actual alcalde de Rio de Janeiro Marcelo Crivella pertenece también a una organización de carácter religioso pentecostés.

Costa Rica también se suma a esta oleada político-religiosa si puede llamársele así. Y es que Fabricio Alvarado también miembro de la iglesia evangélica, cantante de música cristiana y periodista fue candidato presidencial en las elecciones de este año en la nación centroamericana.

La política costarricense vivió un hecho inusual y es que el partido Restauración Nacional con su abanderado Fabricio Alvarado con el 24,91% de los votos emitidos, solo pudo ser derrotado por el partido de gobierno Acción Ciudadana bajo la candidatura del periodista Carlos Alvarado, actual presidente de Costa Rica.

El resultado en Costa Rica no fue el esperado para los evangélicos, pero sí volteo el panorama político del país. Donde la asociación pentecostés ahora es otro factor a contar en la realidad nacional y electoral.

Las dificultades ahora en política de estas formaciones religiosas que buscan hacerse de espacios de poder son las siguientes: el aborto y su despenalización, la legalización del consumo de marihuana y la aprobación del matrimonio homosexual. Basta ahora esperar solo sus posturas referente a estos temas, dando surgimiento al debate, para así poder observar cuan arraigado se sitúa su formación doctrinaria ante su accionar político. Un hecho no imaginado que ahora concentra la interpretación y el análisis de muchos.

FUerza…



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Jesús Bolívar

Escritor, periodista, estudioso y seguidor de los procesos históricos y políticos en Latinoamérica

 jesuseduardobolivar@live.com      @bolivarjesuss

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