La situación país en Venezuela no vislumbra una salida sino el desenlace que involucre más violencia. Ante la miopía de las clases dirigentes tanto de la oposición como del gobierno, que en su contubernio nos mantienen pendiente del próximo espectáculo o show mediático mientras la realidad nos corroe a todos lo pendejos, los poderes fácticos imponen su ley. Este gobiernucho de nico y sus comilitones militares y civiles han hecho realidad las demandas de los marxistas más radicales: acabar con el Estado, lo volvieron añicos. Estos nunca pensaron, los marxistas radicales, no podían hacerlo era inimaginable, que la desaparición del Estado no significaría ningún tránsito de ningún tipo, ni dictadura del proletariado ni un coño; no hubo transición, ni siquiera etapista; de la sociedad capitalista a la socialista y de allí el anhelado comunismo. La desaparición del Estado, burgués obviamente, supuso en las actuales condiciones la aparición de fascismos sociales en donde no solo no hay Estado que sirva de mediador para amortiguar las tensiones sociales, sino que simplemente no hay Estado y no hay nada. Pero la nada no es la disputa filosófica universalista del occidente; Estamos en el Caribe, no en Europa. La nada en Venezuela significa hoy el desmadre completo.
Intentaré diseccionar este desmadre para ordenar la pea. Comencemos por el papel de los aparatos de represión. En el estado Burgués estos tienen el papel de asegurarse que todo aquel ciudadano que se salga del carril entre al mismo a coñazos. Ese es su papel en el estado Burgués. Ahora bien, cuando el Estado Burgués desaparece, no porque le da la gana sino como en el caso venezolano lo vuelven añico, esa es mi teoría en el caso de Venezuela, y no se sustituye por otro ente sino que queda el desmadre, esta es una categoría de análisis que estoy introduciendo en el debate, el papel de los aparatos del estado es otro: defender sus propios intereses; es decir se elevan tal cual lo hizo el Estado en el desarrollo capitalista liberal, por encima de la sociedad e impone sus interés al resto de la población, solo que esta vez no se imponen los intereses de clase sino los intereses de casta, la casta policial y militar corrupta..
No es el único poder fáctico, el de los organismos de represión; hay otras fuerzas que lo acompañan y le disputan el poder o lo comparten, dependiendo del caso; es decir, de la capacidad de fuego, económica, religiosa, de Mass Media que se tenga. Así los cuerpos de seguridad imponen su fascismo social. Por eso cuando el gobierno, creyendo que gobierna, da instrucciones a los cuerpos de seguridad para defender los intereses del Estado, estos imponen sus intereses porque no hay Estado que defender. Pero tampoco en los cuerpos de seguridad hay armonía. No las puede haber porque cuando no hay un norte, cada quien impone el suyo. Por eso las contradicciones están a la vista; un ejemplo para no extenderme mucho que puede graficar lo que pretendo afirmar, es el siguiente: a propósito del lamentable asesinato de Evio, la Policía Nacional, creación de Chávez, da una versión del hecho y luego el CICPC, otro invento de Chávez da una y desmiente a la versión de la Policía Nacional. Pero no sólo hay contradicciones entre los diferentes cuerpos de seguridad a lo interno ocurre lo propio. Nico pensando que gobierna acude a la FANB y a los cuerpos de seguridad, drones utónomos, para intentar solventar los problemas de salud, de alimentación, de electricidad, del mal de ojo, de los babalaos. Cuál es el resultado: más desmadre. Grafiquemos para sustentar mi teoría, con ejemplos sencillos del día a día, que es donde hay más desmadre: el gobierno de nico envía a los cuerpos de seguridad a "cuidar", claro, ellos como son exquisitos dicen reguardar, las colas para evitar el bachaqueo; todos los que vivimos la vida loca, no la de Ricky Martin, me refiero la verguero de nuestro día a día, sabemos el resultado… Ante el desmadre con la venta de las bombonas de gas doméstico nico saca su comodín y envía a los cuerpos de "seguridad" para controlar la venta del gas; todos sabemos el resultado… El tema eléctrico no ve luz entonces nico zuas lanza a los militares; todos sabemos el resultado… No producimos, le damos dólares a los capitalistas y seguimos sin producir listo llamemos a los militares; todos padecemos el resultado. El contrabando nos arropa tanto que nico no distingue cuáles son los bandos y chupulún llama a los militares; todos sabemos los resultados… Ni los cuerpos de seguridad ni los militares pueden resolver un problema del Estado porque no hay Estado que defender y por ende se convierten en poderes fácticos que responden a sus propios intereses.
Otro de los poderes fácticos es la delincuencia organizada y la no. Para quienes todavía siguen hablando de sujetos históricos con referentes europeos abran los ojos. No se trata entonces de las famosas bandas reales o no, con las que en las ruedas de prensa de los directivos de los cuerpos de seguridad ofrecen en sus estadísticas de criminalidad que dicen tanto que no dicen un coño; todavía no han avanzado más allá del método cuantitativo, positivista, mecanicista del siglo XIX. Por ello la delincuencia controla los barrios, donde el Estado no existe desde hace bastante tiempo, mucho antes de que llegara Chávez; por eso la delincuencia controla la banca, desde hace mucho tiempo que llegara Chávez y hoy esta frondosa con nico; controla una parte importante de los CLAP en donde ni el PSUV, ni menos el partido de nico y los Rodríguez (SOMOS VENEZUELA al que Diosdado les dio un parado cuando comenzó a carnetizar a los del PSUV) tienen control; la delincuencia controla los mercados municipales desde el de Quinta Crespo hasta el de Amazona.
Los transportistas son otro poder fáctico. Imponen su ley en la crisis. Ante la inexistencia del Estado hacen lo que les viene en gana. Imponen tarifas, rutas, horarios. Como consecuencia de ello aparece otro poder fáctico que el pueblo agradece ante la incompetencia de nico: las perreras o busbaranda. Cómo puede existir un Estado que no es capaz de controlar un servicio tan esencial como es el transporte de pasajeros. La respuesta es simple no hay Estado, existen sí poderes fácticos. Hay otros poderes fácticos que solo los voy a mencionar: los que controlan el agua, un don de la naturaleza que por la inexistencia del Estado es una de las mercancía que hoy día produce mayores dividendos; el tema de la basura, otro gran negoción, poderes fácticos se enriquecen con los desechos sólidos mientras el gobierno de nico…; otro poder fáctico el de las medicinas… y así sucesivamente.
Qué hacer entonces ante este desmadre. En primer lugar dejar la pendejada de seguir diciendo que queremos la paz. No, no es la paz la que queremos. Queremos sí que se acabe esta guerra, que no es lo mismo. Pero hablar de la guerra como una sujetivización de la cosa, como a cada rato lo hacen los comilitones militares y civiles que hacen coro con nico no conduce a nada. Cuando se afirma desde la cúpula del gobierno que la corrupción es un flagelo que hay que acabar, se le atribuye a la corrupción una sujetivización que no es tal. Entonces el primer paso es acabar con la sujetivización de la cosa; la cosa no cobra vida, lo que tienen vidas son los sujetos. Por ello no es que hay que acabar con la corrupción, eso es paja; pura labia; hay que acabar es con los corruptos y allí está el problema. Aquí el serrucho se tranca porque acabar con los corruptos toca a los familiares, a los dirigentes del partido, a los militares enchufados, a los empleados gubernamentales de libre nombramiento y remoción, los famosos cargos 99; fíjense como es el trato que les doy: no hablo de una cosificación como la familia, como ente abstracto; me refiero a los miembros de la familias corruptos, esos de carne y hueso; no hablo del partido, hablo de los dirigentes partidistas; no me refiero a la Fuerza Armada, hablo de los altos medios y bajos mandos militares que están hasta la coronilla inmersos en la corrupción y la ineficacia; no hablo del gobierno, hablo de los empleados del gobierno corrupto. Primera conclusión no queremos la paz; necesitamos derrotar a los que nos imponen la guerra que es otra vaina.
Segundo componente, para derrotar a quienes no hacen la guerra, es predicar con el ejemplo. Hasta que los militares y civiles que están haciendo la guerra dentro del gobierno no se les expulse no habrá paz. Primero limpiemos la casa, expulsemos al enemigo interno disfrazado de Chávez y solo después podremos derrotar a los otros enemigos.
Tercer componente, para avanzar y salir de este atolladero, hay que darle el poder al pueblo organizado. No a la burocracia que el Gobierno creó para profundizar el desmadre del estado burgués. Son necesarias las organizaciones de base las que desde sus distintas instancia tanto las creadas por Chávez, como otras que han demostrado ser exitosas. Para ello es fundamental dejar el sectarismo y esto se logra a través de métodos democráticos de participación a través de asambleas.
Cuarto componente, que sintetiza todo lo anterior: rescatar la ética revolucionaria como valor moral del verdadero salto cualitativo de la democracia participativa y protagónica. Hay que acabar con los mercenarios y aristócratas anclados en los diferentes sectores sociales del pueblo organizado. Hay que rescatar la unidad dentro de la diversidad de las fuerzas progresistas. Defender la patria no es un tema de show mediático, es un problema de esencia, de pueblo verdadero, creador, libre pensador, crítico, irreverente y leal al pueblo mismo, porque ante esta crisis sólo el pueblo salva al pueblo.
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