Si alguien tuvo la oportunidad de oír la cadena que ofreció Nicolás Maduro en la tarde noche de este viernes 02/11/2018 y no estuvo como fanático-pasivo frente a ella, pudo o debía darse cuenta, que el socialismo de Maduro anda por otro rumbo o luce enteramente extraviado.
Esa fue mi percepción al oír esta cadena. A Maduro efectivamente se le reventaron los tapones. Sin embargo, esta idea no calza con la opinión que me ofreció un viejo y gran amigo a través de un mensaje privado por las redes sociales. Este amigo, muy vinculado y comprometido con la revolución y el PSUV, asomó en el mensaje, que Maduro experimenta una disociación psicótica y la comparte con parte del país.
Yo suponía equivocadamente, que en esta cadena, cuando Maduro conscientemente nos decía y pedía que ahorremos los aguinaldos comprando oro y petro, concluía que efectivamente Maduro se le habían reventado los tapones o nos mamaba el gallo. Luego, mantuve esa idea de los tampones quemados, pero me dije también, que Maduro estaba enviando un mensaje a la clase media muy alta, a los grandes bachaqueros y a los "empresarios" revolucionarios, que son lo que pueden hoy ahorra. Realmente no creo que el 90% de la población en Venezuela pueda ahorrar hoy nada. Ahorran los que nos exprimen y por eso me decía que el socialismo de Maduro tomó otra ruta.
Este amigo tal vez tenga mucha razón y Maduro confronte hoy una disociación psicótica y dentro de ese cuadro, que pronto debería atender Jorge Rodríguez; Maduro se transforma en un comunicador que maneja muy bien la técnica del surrealismo.
¿Ahorrar?
Para no pecar de ligero, creo más bien, que el camarada Maduro anda con los tapones quemados y combina este cuadro con una disociación psicótica con pinceladas de surrealismo. No creo de verdad, que nos mame el gallo con esto de ahorrar con los aguinaldos.