"No temáis, porque os traigo una buena
noticia, una gran alegría para todo el pueblo:
hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un
Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto
os servirá de señal: encontraréis a un niño
recién nacido envuelto en pañales y acostado
en un pesebre". (Evangelio de Lucas, 2,10-12)
Yo, cuando niño no tuve la oportunidad de escribirte, por dos potenciales razones: la primera es que no conocía de tu existencia, y la segunda, porque no sabía escribir a la edad de siete años. A penas a esa edad me estaban enseñando el abecedario, sentado en el suelo, bajo la sombra de un frondoso árbol de mango. Por tal razón, ahora, cuando tengo la bicoca de 81 años, te escribo desde Puerto Ordaz, estado Bolívar, Venezuela, para pedirte algunas cosas.
PRIMERO: Por favor, ilumíname al señor Presidente, Nicolás Maduro. Él está muy cansado. Ha recibido muchos golpes de aquí y de allá. Y para colmo se prepara para iniciar un nuevo mandato por seis años más. Te imaginarás, Jesús, como tendrá su mente. Cansada, desgastada y aturdida. Seis años dando órdenes, instrucciones, y hablando en cadena nacional, eso pareciera mucho camisón pá Petra, Salvador. Y ahora, le esperan seis años más en esos menesteres. En ese sentido, te imploro que me lo ilumines y le des mucha salud para que enfrente exitosamente lo que se le viene encima, a partir del 10 de enero.
SEGUNDO: Ilumina, Jesús, hijo de Dios, a los empresarios y comerciantes, para que frenen su avaricia con el dinero fácil, a través de la especulación y la escalada de precios que pareciera no tener fin.
TERCERO: Ilumina a los compatriotas que andan por el exterior pidiendo a gritos, como unos desaforados, que invadan a Venezuela, para de esa manera deshacerse de Maduro, y de lo que él representa.
TERCERO: Haz que el odio entre venezolanos y venezolanas se extinga, y que, podamos, todos, toditos, meterle la espalda a Venezuela para sacarla de la profunda crisis en que se encuentra.
CUARTO: Lleva al seno de la familia de los compañeros que hacen posible que escribamos en Aporrea, día tras día, momentos de dicha y gozo en estos días navideños, y de compartir entre amigos y familiares.
QUINTO: Lleva mis mejores deseos para mis compañeros escribidores en el portal de Aporrea, por quienes elevo mis plegarias por que pasen unas Felices Navidades, y reciban el 2019 con el ánimo elevado, y las ganas de hacer las cosas que hay que hacer para contribuir a rescatar este país del foso donde se encuentra.
SEXTO: Pon tu don, Salvador, sobre la producción de alimentos para el pueblo venezolano. Que haya comida para todos, a precios asequibles, de manera que todos podamos comer, como Dios manda, en especial nuestros niños y niñas. Y, hablando de comida, si puedes, Jesús, hijo de Dios, haz que llegue a todos los hogares venezolanos, o a casi todos los famosos perniles que ofreció el presidente Nicolás Maduro. Yo lo estoy esperando, pero mis dudas crecen con las horas. Pienso que me quedaré con las ganas, así como mis vecinos también. AGRADECIDO POR UTILIZARTE PARA ESTAS COSAS.