A 20 años de aquel 6 de diciembre de 1998, se creo una práctica de gobierno bolivariano, una ideología bolivariana revolucionaria para los nuevos tiempos, una teoría de gobierno sustentada en el empoderamiento de la renta petrolera, guiada por la revolución del socialismo del siglo XXI, a los fines de ofrecer la mayor suma de felicidad social, estabilidad política y seguridad, al menos estos son los objetivos, esto sustentando en una política redistributiva de la renta nacional, en este contexto se alcanzaron grandes logros sociales, económicos y políticos, podemos decir que entre 1999 y 2013 fueron años de lucha, batallas y victorias, sin embargo, en estos años no ha sido fácil el escenario de lucha, la reacción, el imperialismo coaligada con la burguesía nacional han hecho hasta lo imposible para derrocar la revolución mediante una guerra no convencional, de Quinta Generación, las consecuencias han sido, un pueblo martirizado a lo largo del ejercicio de la hegemonía de Chávez en el Poder. Golpes de Estado, Saboteo Petrolero, Guarimbas, Terrorismo Económico, Financiero, Mediático y toda una parafernalia de guerra encubierta y diplomática se orienta a destruir la revolución chavista de todo el pueblo que se identificaba con las banderas del chavismo.
En los 13 años de gobierno de Chávez se alcanzaron diversos logros en lo social, político, cultural y económico, Las Metas del Milenio se lograron anticipadamente, Venezuela se colocaba entre uno de los países mas felices del mundo, la clave estuvo en las tareas de los Programas Sociales, envidia de muchos países, en otros concitaba odio, no podían contempla pasivamente y ver así, otro modelo político, social, económico alternativo al Neoliberalismo, no aceptaban el enfoque de centrase en el bienestar popular como asi fueron testigos los órganos de las Naciones Unidas como UNICEF, OMS, UNESCO, un pueblo se levantaba moralmente, se reconstruía su salud, educación, elevaba su calidad de vida, su nivel cultural, viéndose que ampliamente tuvo acceso a la salud, a la educación, a los servicios básicos, a la vivienda, a la alimentación, el salario se elevaba anualmente, rivalizaba con el aumento de los precios, las divisas petroleras se reinvertía en el pueblo, en los en la Misiones Sociales, de esta manera se fortalecía la unidad del pueblo, gobierno y pueblo en uno solo, unidad cívico-militar. El pueblo se identificaba con su gobierno, con la Patria, el chavismo.
Con la muerte de Chávez, al llegar al año 2014, continua aún la agresión política y económica contra Venezuela, con Maduro, esta vez el modelo chavista sufrió retrocesos, ya se sentía un agotamiento político, en esencia es que no se trascendía el modelo de acumulación de crecimiento capitalista, no terminaba el pueblo de empoderarse de los medios sociales de producción, de la producción material. La política de guerra de la burguesía aprovechaba esta debilidad, declaraba un guerra constante y sostenible contra el Gobierno y su pueblo; el modelo sufrió una metamorfosis, se revirtieron todos los indicadores sociales y económicos, la guerra política no convencional probaron otros métodos, el principal, el ataque monetario, la guerra de precios, de divisas, el dólar, la hiperinflación, el empobrecimiento social de la clase trabajadora, de las capas medias, de profesionales, todos sometidos a una devaluación monetaria y sus consecuencias, de manera pues, la guerra económica crea un modelo metamorfoseado, artificial, distorsionado, desvían el modelo chavista de sus metas, generan colas, racionamiento, todo esto lo atribuyen al fracaso del socialismo, lo asemejan al modelo de comunismo de guerra, al modelo de socialismo cubano, sometido a las mismas políticas de sanciones económicas, bloqueo comercial, financiero y monetario para asfixiar la revolución bolivariana..
Aquí hay que hacer una paréntesis, en honor a la verdad durante el chavismo se hicieron esfuerzos económicos orientados a empodera al pueblo, a socializarlos en formas de cooperativas, fundos zamoranos, consejos comunales, desarrollo endógenos hasta empresas de producción social, miles de millones de créditos se dirigieron a los mismos fines, crear un nuevo modelo social de producción alternativo, humanístico. Lamentablemente; tales modelos si bien se intentaron crearlos, no se lograron, la razón es que no se entendía el cambio de las relaciones sociales de trabajo, la nueva ética socialista del trabajo, la teoría económica del socialismo, mientras que el gobierno no se involucró en el seguimiento y control del cambio de régimen de producción, perdiéndose una gran oportunidad histórica de crear un modelo alterno al capitalismo para proseguir con la política redistributiva de la hacienda pública, el pueblo sigue enajenado de la propiedad, no solo del capitalismo, sino también del socialismo de Estado, la clase trabajadora es ajena a los resultados del trabajo, al valor y su magnitud, el proceso de producción manda sobre la sociedad, sigue siendo el mercado quien domina las condiciones económica y sociales de existencia de los hombres en sociedad.
Después de todo, El Gobierno Bolivariano hoy lo preside Nicolás Maduro, ha sido cándido con la burguesía en el reparto de los petrodólares, ahora escasos, producto del despilfarro en la administración de divisas, las empresas del Estado no ha sido mas eficiente, las expropiadas han sido fracasadas, ha caído la productividad pública del trabajo, la autoestima no solo del trabajador sino también del ciudadano, el petróleo no ha sido sembrado industrialmente, no tenemos empresas capaces de competir con conglomerados como la Polar a nivel de productos alimenticios y eso con todo el poder de la Industria Petrolera, la revolución en el contexto de la guerra económica no ha tenido la capacidad de enfrentar el déficit de alimentos, menos el de medicamentos, ha tenido como siempre que importar alimentos, incluso para abastecer los Claps y paliar la situación de hambre que se siente en los hogares, el trabajo, las escuelas y las universidades.
En estos 20 años no se ha construido mediante la palanca petrolera industrias productivas capaces de abastecer de medicamentos e insumos a la población hospitalaria, no se ha roto las cadenas de dependencia tecnológicas, en estos aspectos básicos, no se han creado industria que fabriquen herramientas, equipos, tan solo se han hecho ensambladoras chinas, iraní, rusas, sin sus repuestos e insumos importados estas empresas se paralizan, ni que se diga la de los celulares, computadoras, tabletas, no abastecen el mercado por falta de divisas y si lo logran a precios similares a los de los capitalistas, puedo decir que los emulan. Entonces; ¿que hemos estado haciendo a 20 años, no hemos hecho la revolución agraria, la industrial en el campo, en la ciudad?, frente a la crisis y la guerra económica, que capacidad tenemos para defender al pueblo con medicamentos y alimentos?, la realidad es el padecimiento y el sufrimiento del pueblo, este se desconcierta, hay quienes afirman que Maduro ha traicionado la revolución bolivariana por no enfrentar los desafíos que se enuncian arriba y esto no es nuevo, también sucedió en Ecuador, Brasil, llegando a la conclusión de la cual se desprende si la revolución es verdadera ella debe saberse defenderse, no puede retroceder frente al neoliberalismo y el fascismo.
Con Nicolás Maduro continua la ley de hierro con el salario, sometido al mínimo de canasta básica, como si el trabajador no tuviera derecho a otros bienes, recreación, pagos de servicios públicos, ocio, etc., hay además limitaciones por ejemplo en los CDI hay servicios de los cuales carecen por ejemplo de otorrinolaringología, cirujanos urólogos, todavía no brinda a plenitud la totalidad de servicios médicos, muchos aparatos se han deteriorados, como de resonancia, la falta de mantenimiento se viene haciendo notar en todos los CDI y los CAT, carecen de sillas los pacientes en espera, falta la dotación de medicamentos, de mejor gerencia dichos centros de salud. Del mismo modo, el fantasma del hambre ha vuelto, el abandono de lo escolares de las escuelas, también de las universidades, la economía no esta respondiendo a las necesidades del pueblo, la oposición habla del fracaso del socialismo, lo compara al régimen cubano de cuando se implementó el comunismo de guerra bajo el bloqueo de los Estados Unidos.
El origen de esta crisis es fundamentalmente, la penuria económica de la clase trabajadora y su familia, la concentración de riqueza del lado capitalista. Mientras el chavismo en sus trece años recupero los precios del petróleo, hizo posible la expansión distributiva de la renta, a lo que cambio de nuevo el mercado petrolero en el gobierno de Maduro, bajo la presión de los Estados Unidos, la caída inducida de los precios internacionales petroleros, la agresión devaluacionista del dólar, su política criminal, la concentración de riqueza en divisas de parte de la burguesía nacional en el exterior, el despilfarro de las divisas por parte del Gobierno de Nicolás Maduro, todo se ha confabulado para lograr el racionamiento de alimentos, la abstinencia del consumo del pueblo, el poder adquisitivo depreciado y devaluado, en este contexto de crisis monetaria, de deuda financiera, ha llevado al Gobierno a seguir con una política de hierro del salario.
A esta crisis se suma el saboteo opositor con los servicios públicos, la caída de los tendidos eléctricos, la quema de autobuses de transporte públicos y los semáforos, cientos de personas caminando kilómetros por falta de transporte, otros embarcados en vehículos no aptos, la quema de cauchos y deterioro de las carreteras, la falta de repuestos y cauchos de las unidades de recolectoras de basura, la falta de insumos químicos importados para el tratamiento de los recursos hídricos, la tala de arboles, todo un espectáculo de ingobernabilidad en el marco de la teoría del caos con apariencia de guerra creando la imagen de desastre social, de fracaso, de desesperanza con el fin de soliviantar a la población, de enfilarla contra el Gobierno toda su rabia, todo su malestar, toda su impotencia, reclamarle toda su incapacidad política, para arrancar el poder al chavismo presidido por Nicolás Maduro.
El poder mediático privado no ha hecho otra cosa que crear falsopositivos, crear desconfianza, aprovechándose además de los errores y omisiones de la revolución bolivariana, su falta de radicalismo revolucionario, el alejamiento del socialismo, de la economía del poder popular, del dominio del mercado, de crear un poder económico capaz de enfrentar el chantaje de la burguesía, la extorsión del imperialismo, el pretender someter la soberanía nacional y la independencia, la subordinación a un gobierno supranacional, neoliberal y fascista, capaz de desmantelar los derechos sociales, económicos y políticos de la revolución bolivariana.
La crisis inducida ha hecho que la revolución bolivariana pierda el control sobre la economía, la libertad de mercado se enseñorea, la liberación de precios no es controlada por el Gobierno, un poder concentrado económico rige, el del capital, el Gobierno no domina las fuerzas sociales del mercado, de la economía, está a la deriva, su política monetaria del Petro no logra a lo interno con el bolívar soberano proteger socialmente a la clase trabajadora, ni siquiera los bonos de Hogar de la Patria, el subsidio del Carnet de la Patria, la desigualdad social crece a paso agigantado, los desposeídos son mas los pobres, la extrema pobreza hace de nuevo aparición, escarbando basura, mendigos en las calles, niños abandonados, de manera ni que con políticas redistributiva Maduro logra frenar el deterioro social, el mercado sigue redistribuyendo a su favor los beneficios de aumento del salario y las bonificaciones a cada aumento, los precios tumban el poder adquisitivo, Maduro no aprende de esta política perversa de la burguesía y el mercado, insiste en aumentar el salario mínimo en vez de desalarizarlo, romper con la ley de hierro de la canasta mínima. .
Con relación al poder popular, se ha perdido espacio, se ha desmovilizado en unas partes, en otras se ha corrompido, usurpado el poder, el PSUV ha sido parte de este proceso, se ha puesto en evidencia su debilidad frente a la guerra económica, aparte de que el Gobierno no ha sostenido una política permanente de defensa de los precios acordados, ha dejado hacer y pasar a los comerciantes pese a los llamados a unirse el SUNDEE al pueblo, estos no han sostenido una política consecuente de defensa de precios para que el pueblo acceda a los bienes, los empresarios se han burlado, el Gobierno que preside Nicolás Maduro se ha desgastado, se le ve como un gobierno débil, chantajeado por los capitalistas, sin capacidad de incidir en el mercado, un presidente cándido, permisivo con la especulación, otros lo ven como un pelele.
Mientras tanto el Gobierno se centra en continuar políticas extractivistas con el oro, el coltan, con el petróleo, modelos productivos rentistas, incapaz de controlar las fuerzas del mercado, sin capacidad de incidir en los fenómenos económicos, derrotar la guerra económica y sus consecuencias, dubitativos hacia las políticas socialistas que confunden con la redistribución de la renta, apartado del socialismo en lo económico, incapaz de dominar las fuerzas sociales, las fuerzas productivas, la naturaleza humana abandonada a la explotación del capital, la opresión social del trabajo. El chavismo en 20 años no ha podido con las fuerzas económicas y sociales de la sociedad por tanto, la sociedad sigue siendo impredecible, difícil de planificar, está sometida a la incertidumbre, los hombres no son capaces de dirigir su propio destino.
A 20 años de revolución bolivariana que cosecho grandes éxitos internacionales en la creación de UNASUR, CELAC, PETROCARIBE, entre otros, apoyo a procesos de la configuración de un nuevo mapa geopolítico progresista, el triunfo de Kirschner en Argentina, Evo en Bolivia, Tabaret en Paraguay, Mujica en Uruguay Lula en Brasil, Ortega en Nicaragua, todo parecía que América Latina inauguraba una nueva era política de cambios en las primera décadas del siglo XXI, pero no, la revolución si es verdadera debe ser capaz de convertirse en una realidad, no puede anclarse en el espejismo estatista, de reformas sociales, tiene que trascender ese discurso socialdemócrata y no es suficiente como en Venezuela, con el empoderamiento político de los concejos comunales, las comunas, es toda una revolución ciudadana, sin desestimar la cultural, el poder mediático, la guerrilla comunicacional, la ofensiva revolucionaria en todos los frentes sociales.
Ya vemos pues; porque el progresismo no ha podido sostenerse en el poder, se conformado con el acomodamiento burocrático, con el fetichismo del poder incluso hasta llegar al nepotismo del poder, una concepción donde el pueblo sigue siendo objeto de las decisiones desde arriba, puede ser despedido de su trabajo, en el sector público, no controla el proceso productivo social, el populismo se apodera de quienes en nombre del socialismo pretende construir una sociedad distinta, reducen sus tareas en lo económico a simple tareas redistributivas, no son capaces de cuestionar la propiedad privada, crear la propiedad social, ganar espacios económicos, fortalecer la capacidad de base económica del socialismo en manos del pueblo y del Estado, democratizando la propiedad económica y transfiriendo competencias económicas al pueblo organizado en materia de servicios públicos o de producción material.
Finalmente; a 20 años de Chávez y el chavismo seguimos en el marco de un modelo extractivista, rentista, estatista, una economía que no termina de imponer una ética socialista en el trabajo en el sector público, crear un nuevo modelo productivo, sin cambios radicales en las relaciones de trabajo, el Plan de la Patria originario no logra concretarse, la utopía se aleja, y lo que es mas preocupante, se cierne sobre la revolución chavista nubarrones, las amenazas de Bolsonaro en Brasil, Duque en Colombia, Macri en Argentina que se suman a la amenaza intervencionista de Trump que pone en riesgo el ciclo revolucionario progresista que no termina de abrir las esclusas del poder planificado de modo sistemático al pueblo, amen de la participación política y protagónica.