El próximo domingo los Venezolanos acudiremos a las urnas electorales para ratificar nuestro apoyo a un Proceso de Cambios y Transformación Social inédito que se ha desarrollado en pleno Estado de Derecho y en búsqueda de Justicia Social. Votaremos contra una oprobiosa conducta que derrochó nuestra riqueza petrolera y nos dejó el país lleno de hambre, pobreza, desempleo y corrupción. Votaremos contra la exclusión social y ratificaremos nuestro compromiso de lucha por la dignidad de la Patria. El próximo domingo vamos a derrotar el pasado.
No, no se trata de una simple elección para escoger el Presidente de la República. En esta oportunidad votaremos para desterrar las pretensiones del único Gobernador que apoyó y suscribió el acta mediante la cual Pedro Carmona Estanga disolvió los Poderes Públicos, legítimamente constituidos, y decretó el comienzo de una dictadura fascista que, gracias a la movilización popular, fue derrotada a las 48 horas.
Hasta el año 1.998 el pueblo constituía una abstracción, sin contenido social, que solo servía para adornar el raído discurso de un populismo barato y ramplón. Chávez le devolvió (al pueblo) su sentido histórico hasta convertirlo en un colectivo activo, profundamente humano, con pensamiento propio, un colectivo de hombres y mujeres que comenzaron a vivir y sentir la trascendencia social de la participación activa en los asuntos públicos. Hombres y mujeres que se convirtieron en protagonistas esenciales de la democracia; la Democracia Participativa y Protagónica.
La exclusión social que se expresó en la negación del derecho a la educación, la salud y el empleo productivo y estable fue derrotada con el impulso de las Misiones que permitieron el acceso a la educación desde la alfabetización hasta la universidad, pasando por la primaria y el bachillerato. La atención medica y las medicinas gratuitas en cada comunidad durante las 24 horas del día que se complementó con la instalación de los Centros de Diagnostico Integral, los Centros de Rehabilitación Integral y otros Centros Dispensadores de Salud con novedosa tecnología se convirtieron en la expresión de una política dirigida a derrotar otra detestable forma de exclusión social.
La visión social de la económica ha permitido una distribución mas equitativa de los recursos y abre el camino hacía un nuevo paradigma de la propiedad que reivindica lo colectivo. El modelo de Economía Social propugna la importancia del Desarrollo Social como necesidad de un verdadero “Desarrollo Económico”. Esta perspectiva posibilita una autentica “siembra del petróleo” y se convierte en un freno a la nefasta política privatizadora que nos conducía hacía un descarado remate de los activos de la nación que comenzó con la venta de SIDOR (1.997) y continuaba con las Empresas del Aluminio (Venalum, Alcasa, Bauxilum y Carbonorca) hasta llegar a PDVSA.
La recuperación de nuestra dignidad e identidad como pueblo nos ha conducido a una batalla por la Soberanía Nacional. Batalla que nos ha permitido alcanzar un rango internacional que nunca antes tuvimos. La política exterior al servicio de la nación y no de intereses foráneos se convirtió en un instrumento para alcanzar un liderazgo internacional que nos ubica como referencia de cambios y transformación social.
Más allá de los errores cometidos debemos señalar que el tiempo histórico para los cambios necesarios puede resultar lento porque se trata de una profunda transformación estructural dirigida a satisfacer las necesidades, expectativas y aspiraciones colectivas y no una simple satisfacción de intereses particulares y/o grupales.
El próximo domingo cuando los Venezolanos acudamos a las urnas electorales lo haremos con plena convicción de la trascendencia histórica de un proceso que nos permitirá ratificar nuestro compromiso con el país, con la Democracia y con los cambios posibles para construir una Patria donde todos podamos vivir con dignidad. Chávez representa el tiempo nuevo, la transformación necesaria… Chávez se ha convertido en un instrumento para derrotar la exclusión social… El próximo domingo vamos a derrotar el pasado…
