Apareció publicado en Aporrea un escrito suscrito por el compañero Elías Jaua Milano, titulado "Me gusta cuando ventea"; en el que relata las quejas, denuncias e incluso propuestas (que siempre han sido pospuestas), realizadas por miembros de consejos comunales, organizaciones sociales, de trabajadores, de género, de campesinos, y por supuesto de mucha gente que está padeciendo los efectos de la crisis que vivimos.
Los señalamientos que la gente le expresó al compañero abordan problemas y prácticas que no son nuevas dentro del aparato estatal venezolano y en general se aplaude que un compañero, que ocupó diversos puestos de gran importancia dentro de la estructura de gobierno, muestre algún grado de sensibilidad por los problemas de gente y los ventile públicamente. Pensando de buena fe, debo presumir que Jaua lo hace con la intención de que tales problemas sean realmente atendidos.
Las quejas formuladas van desde la extrema burocratización de la administración pública, el cercenamiento de instancias de participación, la poca atención y apoyo que reciben de instancias especificas cuando la empresa privada recibe de forma más expedita y diligente cualquier tipo de apoyo, hasta el incumplimiento de contratos colectivos, nepotismo, despotismo y corrupción de parte de gerentes de empresas e instituciones públicas y un larguísimo etcétera.
Una de las más graves prácticas entronizadas en el manejo del Estado en Venezuela, es por un lado, el ocultamiento de la verdad sobre la situación real en la marcha de la administración pública y por otro la negligencia para corregir tal situación, en las instancias donde se presente.
Ahora bien, aplaudo la intención de Jaua de denunciar estos hechos, pero me surge la curiosidad de saber si la información que maneja a partir de su contacto con diversas organizaciones sociales lo ha transmitido directamente a los responsables o simplemente se quedará en un artículo de Aporrea? Puede que ya Elías no tenga la influencia y poder que tuvo cuando fue ministro, canciller o vicepresidente, pero no me cabe la menor duda de que acceso a diversos niveles de gobierno aún debe tener, incluyendo al presidente Maduro.
Otra duda que me surge, es, de cuando acá ese afán de denunciar los lastres que se vienen presentando desde hace años, incluso mucho antes de que el comandante Chávez falleciera? Por qué todos los ex funcionarios del chavismo, que abandonan el cambur, les da, tomando a Jaua como un buen ejemplo (porque pareciera que su intención es sincera); ese repentino impulso por sacar a la luz todo lo que funciona mal, exigiendo la materialización del socialismo perdido, pero cuando estaban ocupando los cargos que ocuparon muchas veces ni se dieron por enterados, o incluso acusaron de radicales trasnochados a los que en aquel entonces hacían el papel que ellos hacen ahora? (por no decir abiertamente traidores infiltrados por la CIA, como muchos que ahora sí están en Miami, lo hicieron)
Ojalá que las palabras de Jaua lleguen, más allá de quienes revisan habitual o eventualmente Aporrea, a quienes deben llegar y tomar los correctivos necesarios, ojalá que él no quede solo en la publicación de un artículo en este portal web, que al final solo se convertirá en un chisme sin trascendencia. Y ojalá que ese impulso repentino que les da a algunos ex altos funcionario de la Revolución, trascienda en hechos concretos y no en un nuevo salto de talanquera definitivo, como hasta ahora parece ser el signo de todo aquel que pierde el cambur y las prebendas del poder: comienzan muy modositos denunciando verdades, pero terminan abrazados con Almagro, haciendo foros con Capriles y tomándose selfis con Lilian….
