Un Cataclismo

El término cataclismo tiene varios sinónimos, entre los cuales podemos mencionar, por ejemplo, la hecatombe o la tragedia. Los que sumamos muchos almanaques acuesta nos tenemos que acordar del popular tema musical intitulado "Cataclismo", letra del compositor puertorriqueño Esteban Taroni, popularizado primero por la "Jorocha de oro" Toña La Negra, y posteriormente por el inmenso cantante mexicano Javier Solís. Uno de los versos de ese sonado tema dice; "Fue la visión de ese delirio, todo un desastre de locura, como si el mundo se estrellara, un cataclismo para los dos".

El desastre del cataclismo en Venezuela no es precisamente para los dos sino para casi 30 millones de personas que sobrevivimos con toda clase de penurias. En 1998 surgió un nuevo modelo político en el país liderado por el fallecido Presidente Hugo Chávez, supuestamente, para erradicar la política de exclusión social puesta en práctica durante 40 años por los gobiernos de AD y COPEI, es decir, los regímenes del puntofijismo, pero después de 20 años de la llegada de la "Revolución Bolivariana" podemos afirmar que la situación socioeconómica del país se encuentra en peores circunstancias.

Revisando algunos artículos de la CRBV citemos, por ejemplo, que el 83 de la norma suprema establece que: "La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida". Preguntémonos y respondamos con honestidad, ¿será que el Estado venezolano cumple con este derecho constitucional? cuando es público y notorio que los pacientes que acuden a los hospitales muchos de ellos fallecen porque esos centros hospitalarios carecen de insumos y medicamentos.

Pero también la Carta Magna en su artículo 91 establece que. "Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales".

Si el Estado hiciera cumplir de los 350 artículos constitucionales, exclusivamente los dos apartados anteriormente citados, garantizando el derecho a la salud como parte de la vida, y un salario que permita a los trabajadores vivir dignamente con su familia, estamos seguros que el pueblo en general respaldaría este modelo político, ejemplo para otras naciones por su significativo y profundo sentido social, pero en Venezuela ocurre todo lo contrario, cuando vemos que la gente se muere de mengua en los hospitales y las familias cada vez más desnutridas porque los salarios no se adaptan con la triste realidad del país.

Los venezolanos contamos con la más completa y dinámica Constitución, pero que todo ese articulado se queda en letra muerta porque ninguno de los 350 artículos se cumple a cabalidad. Y no mencionemos lo que pasa con el Poder Judicial venezolano, porque todos sabemos cómo se deciden las sentencias de este país, generalmente en los juzgados penales, donde nos conseguimos con jueces que establecen sus propias tarifas para beneficiar con sus decisiones a todo tipo de delincuente, mientras que las víctimas casi se convierten en victimarios.

Desde esta trinchera seguiré aportando mis ideas para hacerle un llamado de conciencia al Gobierno nacional, sobre los innumerables desaciertos cometidos desde las diferentes instancias gubernamentales, consciente de que con muchas decisiones quien resulta cada vez más perjudicado es el pueblo que aspira vivir dentro de un Estado democrático y social de Derecho y Justicia.



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Roger Sarmiento


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