Imposible aquello de ver, oír y callar, en esta etapa de la democracia venezolana en el ojo del globo terráqueo, en el huracán informativo. Un solo día a quienes nos gusta estar enterados puede resultar comprometedor para el ánimo, en efecto ha sido perjudicial en algunos casos por alteración de la salud emocional, darle demasiada importancia o "tomarse muy a pecho", lo que vive esta patria colocada entre el modelo capitalista salvaje disimulocrático por su estilo de vida "representativa", y el modelo socialista que empezó a plantearse con Hugo Chávez en 1999. En honor a la verdad el atosigamiento y la mala fe, son invivibles entre venezolanas y venezolanos,
Con toda razón Oscar Schemel, Presidente de Hinterlaces, la más acertada encuestadora de predicciones electorales, afirmó que "la estrategia de desestabilización emocional y la neurotización, mediante masiva y feroz campaña para sembrar sentimientos de desprotección, incertidumbre, tristeza, desesperanza y complejos de inferioridad, seguirá siendo aplicada por el gobierno de EE UU en contra de Venezuela". A lo dicho por Schemel agrego, que hasta 1999 ese imperio contó con el servilismo de su socio venezolano, en quinquenios gubernamentales social demócratas y social cristianos, perjudicando nuestra soberanía.
Venezuela no padece la situación militar de Colombia denunciada por la revista "Semana", el escándalo que envuelve a la cúpula castrense colombiana implicada en corrupción, asesinatos, secuestros, chantajes y falsos positivos. Tampoco Venezuela tiene el desempleo argentino, que aumentó 10 %, lo que representa 250 mil nuevos desocupados, en los primeros tres meses del 2019. No nos sucede lo de otro país que igual eligió Presidente de la ultra derecha, Brasil, donde aparecieron en Río de Janeiro decenas de cadáveres en una fosa común, víctimas de un grupo parapolicial.
Hagámoslo saber a los despistados de la oposición venezolana pitiyanqui, que se llenan la boca hablando mal de su país natal Venezuela, se van como migrantes a otras tierras y luego no saben dónde poner su cara de ponchados, cuando experimentan vejámenes en el exterior, y se acuerdan que a esta su patria, por algo la atacan ferozmente, quizá calculando la ignara conducta de quienes se dejan llevar por propaganda engañosa, y una dirigencia torpe a combatir situaciones a punta de mentiras y corruptelas, evidenciadas por todos.
