Características de
Características de la Ética. Hecho real que se da en la mentalidad de algunas personas, es un
conjunto de normas a saber, principio y razones que un sujeto ha realizado y
establecido como una línea directriz de su propia conducta.
En resumen:
ÉTICA REVOLUCIONARIA
Entendemos
por ética revolucionaria una práctica humanista de los sujetos políticos que
están comprometidos en la teoría y la acción con la justicia social,
con el cambio de la sociedad capitalista, con el socialismo.
La
ética en la política, es la actitud, la práctica de los representantes o
dirigentes del pueblo de acuerdo a determinados valores morales frente a
situaciones concretas del quehacer público. La práctica de las fuerzas
revolucionarias que trabajan con la clase trabajadora y las fuerzas populares,
busca cambiar las estructuras ideológicas, socioeconómicas y las prácticas del
capitalismo. Para hacerlo justamente deben ejemplificar con una nueva
actuación, impresa por valores como la honradez, la responsabilidad, la
solidaridad, la austeridad.
LECCIÓN DE ÉTICA
Tanto
Gramsci como el Ernesto “Ché” Guevara, expresan en cuanto a la ética que más
allá de las diferencias culturales, lo importante es valorar la coherencia
entre lo que dice y lo que se hace. Por eso, al cabo de los años,
es que podamos seguir considerando a ambos, con verdad, como ejemplo vivo de
aquellos ideales ético-políticos por los que combatieron.
¿Qué
es lo que hace de Gramsci un personaje tan universalmente apreciado en estos
tiempos difíciles para el ideario comunista?
Que
siendo, como era, un dirigente, se entregó a la realización de la idea
comunista como uno más, en el marco de un proyecto colectivo para el que la
reforma moral e intelectual pasa, entre otras cosas, por intentar hacer del
“yo” un “nosotros”.
El
proyecto de Gramsci se puede entender, desde nuestro presente, como un
continuado esfuerzo por hacer de la política comunista una ética de lo
colectivo.
Gramsci
no escribió ningún tratado de ética normativa. El no era un filósofo académico
ni un político corriente especialmente preocupado por la propia imagen. Pero
dio con su vida una lección de ética. Una lección de ética de esas que quedan
en la memoria de las gentes, de esas que acaban metiéndose en los resortes
psicológicos de las personas y que sirven para configurar luego las creencias
colectivas. Que las ideas cuajen en creencias, en el marco de una
tradición crítica y con una identidad alternativa a la del orden existente, que
se prefigura ya en la sociedad dividida: tal fue su aspiración desde joven.
Al
hablar de la relación entre ética y política hay dos aspectos igualmente
interesantes sugeridos por la palabra escrita y por su hacer. Uno de estos
aspectos se plantea al indagar acerca de la forma en que él mismo vivió la
relación entre política y moralidad. El otro asunto interesante brota al
preguntarnos cómo reflexionó Gramsci acerca de la relación entre el ámbito de
la ética y el ámbito de la política y qué propuso a este respecto desde esa
reflexión.
Cuando
se estudia paralelamente la lección personal de ética en la vida de Gramsci y
su reflexión acerca de la relación entre ética y política se llega a la
conclusión de que el legado gramsciano puede resumirse en tres puntos: idealismo
moral, primacía de la política entendida como ética de lo colectivo y revisión
historicista y realista del imperativo categórico kantiano.
Idealismo moral:
Es
el idealismo del hombre que sabe que no vive en el país de las maravillas sino
en un “mundo grande y terrible”, que conoce la pestilencia de este mundo
dividido, de este mundo de las desigualdades, y que lucha por cambiarlo a pesar
del pesimismo de la inteligencia.
Ética de lo colectivo
La
búsqueda de un equilibrio entre ética privada y ética pública (o sea, entre
ética y política como ética de lo colectivo), se lleva a cabo en Gramsci a
través de una crítica paralela del maquiavelismo corriente y del marxismo
vulgar. En ambos casos la degradación del punto de vista original, de
Maquiavelo y de Marx, consiste, por así decirlo, en la confusión de la moral
política con la moral privada, de la política con la ética.
La
gran contribución de Maquiavelo consiste, para Gramsci, en haber distinguido
analíticamente la política de la ética. Y en haberlo hecho no sólo, o no
principalmente, en beneficio del Príncipe, sino en favor de los de abajo. De
ahí su republicanismo.
En
Maquiavelo no hay una aniquilación de la moral por la política, sino una
distinción analítica, metodológica, entre moral y política que no niega toda
moral. En él se afirma la necesidad de otra moral, de una moral distinta de la
dominante, cristiano-confesional.
Imperativo categórico kantiano.
Según
Kant hay que obrar de forma tal que la propia conducta pueda convertirse en
norma para todos los hombres en condiciones semejantes, presupone una sola
cultura, una sola religión, un conformismo mundial, cuando en la realidad no
hay condiciones semejantes. Esta crítica apunta hacia el lado débil del
proyecto moral ilustrado: su pretensión de universalidad valorativa por encima
de las diferencias histórico-culturales.
De
acuerdo con esta crítica gramsciana, el principio kantiano del imperativo
categórico conduce a una absolutización o generalización de las creencias
históricamente dadas.
Gramsci
afirma que no puede haber actividad política permanente que no se sostenga en
determinados principios éticos compartidos por los miembros individuales de la
asociación correspondiente.
CONCEPTO DE ESTADO
El
concepto Estado ha sido objeto de diversas definiciones, lo cual es explicable
teniendo en cuenta los muchos factores que confluyen en él y los variados
enfoques con los que se examina, provenientes de disciplinas tales como la ciencia
política, la sociología y, el derecho entre otras.
La palabra Estado en términos jurídico – político se le
debe a Maquiavelo, cuando introdujo esta palabra en su obra "El
Príncipe” al decir: "Los Estados y soberanías que han tenido y tiene
autoridad sobre los hombres, fueron y son, o repúblicas o principados”.
Platón estima que la estructura del Estado y del individuo son
iguales, y con ello, analiza las partes y funciones
del Estado y posteriormente, las del ser humano, con lo cual establece el
principio de Estado anterior al hombre, porque, además, la estructura de aquél,
aún siendo igual a la de éste, es más objetiva o evidente.
Aristóteles,
por su parte, es más enfático y declara que el Estado existe por naturaleza, y
por tanto, es anterior al hombre, no por ser éste autosuficiente y solo podrá
serlo respecto al todo, en cuando a su relación con las demás partes,
complementando su expresión al decir, que quien no convive con los demás en una
comunidad, "o es una bestia, o es un dios".
Los
elementos del Estado son:
• Pueblo; conjunto de
personas físicas que lo componen.
• Territorio; espacio
físico sobre el que el Estado se asienta
• Poder; capacidad de
unas personas de mandar sobre otras
Entonces,
según esta visión, cuando en un territorio determinado, un conjunto de personas
logra organizar y ejercer el poder sobre el conjunto de la población, nos
encontramos con un Estado.
Ahora
podemos decir que el Estado es una sociedad humana, asentada de manera
permanente en el territorio que le corresponde, sujeta a un poder soberano que
crea, define y aplica un orden jurídico que estructura la sociedad estatal para
obtener el bien público temporal de sus componentes.
Max
Weber adiciona un elemento más al concepto de Estado: la legitimidad
del ejercicio del poder. Para él, Estado es una asociación de personas, que en
el interior de un territorio ha logrado monopolizar con éxito el ejercicio de
la coacción física legítima. Legítimo, para Weber quiere decir, que quien
obedece "cree" que esa orden es obligatoria. Legitimidad es para él
"creencia" en la legitimidad. En cuanto al Concepto de Poder, para
Weber queda garantizado, en definitiva por la amenaza de sanción, es decir, por
la amenaza de aplicar la fuerza física si no se logra obediencia. Y lo
característico del Estado es que se ha logrado monopolizar, es decir concentrar
en un único centro, el ejercicio del poder, y que ese poder se ejerce en forma
legítima, es decir, que la población cree estar obligada a obedecer.
Según
la visión marxista, lo característico del Estado, más allá de los elementos
mencionados (territorio, población, poder, legitimidad), es la función
que cumple en el marco de la sociedad de clases. Como la sociedad está
dividida en clases antagónicas: los dominadores y los dominados,
el Estado es el "instrumento" a través del cual
se mantiene esa dominación. Y esa dominación se instrumenta por consenso o por
coerción: por el convencimiento, o por la fuerza, es decir, por la dominación
ideológica, o por la represión. Lo normal en el Estado burgués es que la
dominación de clase se logre, mayormente, por consenso, es decir, por
dominación ideológica. ¿Cómo se obtiene este consenso? A través de una especie
de "engaño", del que los dominados no tienen conciencia. Los
intereses particulares de la clase dominante, son presentados, por los líderes
políticos burgueses, como si fueran intereses del conjunto de la sociedad. Para
ello se apela a conceptos de lo "popular", "nacional", la
"ciudadanía", etc. Cuando este consenso ha sido logrado, decimos que
la dominación de clase alcanza el grado de "hegemonía".
Así,
pensado el estudio del concepto de Estado no es una mera definición formal de
conceptos abstractos, sino que se trata de adentrarse en las formas jurídico
políticas que adquiere la dominación social. Por eso, para hacer una historia
de los modelos de Estado, debemos irremediablemente remitirnos a la historia
social.
BUROCRACIA
Orígenes de la burocracia
La
burocracia es una forma de organización humana que se basa en la racionalidad,
en la adecuación de los medios a los objetivos pretendidos, con el fin de
garantizar la máxima eficiencia en la búsqueda de esos objetivos. Los orígenes
de la burocracia se remontan a
El
término "burocracia" ha
pasado a formar parte del lenguaje cotidiano. Preferentemente se le usa en el
ámbito de las organizaciones públicas que constituyen el Estado, olvidando que
las burocracias, en cualquiera de sus sentidos, operan también en el sector
privado.
El
propio Max Weber consideró a la burocracia como un tipo de poder y no como un
sistema social. Un tipo de poder ejercido desde el Estado por medio de su
"clase en el poder", la clase dominante.
El
término burocracia tendrá tres connotaciones:
Burocracia
en el sentido de vulgata: su significado ordinario, popular y parroquial.
Burocracia
como clase social dominante incrustada en el Estado.
Burocracia
como modelo de organización, en el sentido weberiano del término.
La
burocracia, para Max Weber, es la
organización eficiente por excelencia, la organización llamada a resolver
racional y eficientemente los problemas de la sociedad y, por extensión, de las
empresas. La organización burocrática esta diseñada científicamente para
funcionar con exactitud, precisamente para lograr los fines para los cuales fue
creada, no más, no menos.
Max
Weber el más importante estudioso de la estructura y principios de la
burocracia, identificó las siguientes normas básicas fundamentales:
1) El funcionariado está organizado como una jerarquía
de mandos,
2) los funcionarios son remunerados mediante un sueldo y
no reciben gratificaciones por servicios,
3) la autoridad de los funcionarios proviene de su cargo
y viene determinada por éste,
4) el nombramiento responde a méritos probados, no a
recomendaciones,
5) las decisiones se toman de acuerdo con unas reglas
estrictas preestablecidas y
6) las burocracias actúan mediante la aptitud técnica y
mantienen un registro de sus actuaciones. Weber consideraba que las burocracias
constituidas de esta manera eran especialmente eficaces para cumplir con sus
funciones, y por ello confiaba en que la burocratización se extendiera por todo
el mundo.
BUROCRATISMO
Este
no nace en la sociedad socialista ni es un componente obligado de ella. Existía
en época de los regímenes burgueses con su cortejo de prebendas y de lacayísmo.
En
una sociedad capitalista, donde el aparato del Estado está puesto al servicio
de la burguesía, su importancia como órgano dirigente es muy pequeña y lo
fundamental resulta hacerlo lo suficientemente permeable como para permitir el
tránsito de los aprovechados y lo suficientemente hermético como para apresar
en sus redes al pueblo.
El
mal del burocratismo se presenta en tres razones o causas fundamentales. Una:
falta de motor interno o sea la falta de interés del individuo por
rendir su servicio al Estado y por superar una situación dada. Basada en una
falta de conciencia revolucionaria o, en todo caso, en el conformismo frente a
lo que anda mal; Otra: falta de organización, su
característica fundamental es la falla en los métodos para encarar una
situación dada. Ejemplos podemos ver en los Ministerios, cuando se quieren
resolver problemas a otros niveles que el adecuado, o cuando éstos se tratan
por vías falsas y se pierden en el laberinto de los papeles.
El
burocratismo es la cadena del tipo de funcionario que quiere resolver de cualquier
manera sus problemas, chocando una y otra vez contra el orden establecido, sin
dar con la solución. Es frecuente observar cómo la única salida encontrada por
un buen número de funcionarios es el solicitar más personal para realizar una
tarea cuya fácil solución sólo exige un poco de lógica, creando nuevas causas
para el papeleo innecesario.
Una tercera: muy
importante, es la falta de conocimientos técnicos suficientemente
desarrollados como para poder tomar decisiones justas y en poco tiempo.
Al no poder hacerlo, deben reunirse muchas experiencias de pequeño valor y
tratar de extraer de allí una conclusión. Las discusiones suelen volverse
interminables, sin que ninguno de los expositores tenga la autoridad suficiente
como para imponer su criterio. Después de una, dos y otras tantas reuniones, el
problema sigue vigente hasta que se resuelva por sí solo o hay que tomar una
resolución cualquiera, por mala que sea.
Esto
configura el "reunionismo", que se traduce fundamentalmente en falta
de perspectiva para resolver los problemas
En
estos casos, el burocratismo, es decir, el freno de los papeles y de las
indecisiones al desarrollo de la sociedad, es el destino de los organismos
afectados.
Si
conocemos las causas y los efectos del burocratismo, podemos analizar
exactamente las posibilidades de corregir el mal.
De
todas las causas fundamentales, podemos considerar a la organización
como nuestro problema central y encararla con todo el rigor necesario.
Para ello debemos: modificar nuestro estilo de trabajo; jerarquizar los
problemas, establecer las relaciones concretas entre cada uno de ellos y los
demás.
Esa
es la tarea más asequible a nuestras fuerzas actualmente, y nos permitirá, como
ventaja adicional encaminar hacia otros frentes a una gran cantidad de
empleados innecesarios, que no trabajan, realizan funciones mínimas o duplican
las de otros sin resultado alguno.
Simultáneamente,
debemos desarrollar con empeño un trabajo político para liquidar las faltas de
motivaciones internas, es decir, la falta de claridad política, que se traduce
en una falta de disposición. El camino es: la educación político-ideológica.
En
ese sentido, la intención del Gobierno Revolucionario en esta nueva etapa que
se inicia, es convertir nuestro país en una gran escuela, una gran escuela que
nos permita conocer, reconocer, reflexionar, identificar y construir espacios
de poder de manera conciente y comprometidos con el ideal bolivariano, nuestro
americano, pasando de ser actores pasivos a activos en las diferentes funciones
que debamos cumplir. Entendiendo que el estudio y la superación de los estudios
sean uno de los factores fundamentales para el mejoramiento de la condición del
individuo, tanto económicamente como en su ubicación dentro de la sociedad, de
acuerdo con sus cualidades.