En Ecuador se repite la historia tantas veces vista en este continente: las políticas neoliberales impuestas por gobiernos de derecha, siguiendo el recetario del Fondo Monetario Internacional (FMI), se estrellan contra la determinación soberana de los pueblos de América Latina a forjarse un camino propio.
El gobierno de Lenín Moreno, traicionando los principios de la plataforma electoral que lo eligió, hoy paga caro su traición. Su gobierno boquea: ha ido a refugiarse entre las faldas de la burguesía guayaquileña, porque ya no puede ni siquiera gobernar desde Quito, donde el desprecio a su gobierno es generalizado.
Moreno, víctima de sus traiciones, ignoró el avance de la conciencia entre nuestros pueblos que, gracias a la " década ganada" que le significaron Chávez, Cristina, Evo, Lula, Correa, entendió que otro camino es posible para la América Latina.
Lo que se vive hoy en Ecuador es lo mismo que se vive en Argentina con el fenómeno electoral de la candidatura Fernández/Kirchner: el regreso de la corriente popular nacionalista, la rebelión del pueblo ante los desmanes de la derecha en su breve recuperación del poder. Y es lo mismo que se gesta en Brasil, donde Lula crece entre el pueblo, cada día que se le mantiene en prisión.
Solo en Venezuela la derecha, encarnada en maduro, ha podido avanzar un plan de ajustes más criminal que los del FMI. El gobierno de maduro le ha valido al país una caída de más del 60% de su PIB, el arrebato de las conquistas sociales de los trabajadores, hiperinflación, hambre, miseria y el éxodo de más de 4 millones de sus habitantes. Gracias a la dictadura impuesta por Maduro, sustentada en la represión y la farsa electoral, que ha encarcelado, exiliado, o asesinado cualquier disidencia, tal y como lo señala en su informe sobre Venezuela la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, se ha logrado doblegar la rebelión del pueblo venezolano. "Si no me quieren, que me teman", pareciera decir el lema del madurismo. La situación en Venezuela es desesperante, mucho más que la del Ecuador bajo Lenín Moreno. Tanto así, que los venezolanos han buscado refugio en el Ecuador ante la crisis que maduro le ha valido al país.
Hoy día el pueblo pobre, los indígenas, los trabajadores y la juventud ecuatoriana sufre la represión brutal de la policía y las fuerzas represivas al servicio de Moreno. Son inaceptables los crímenes y los hechos de violencia en contra del pueblo que manifiesta su descontento en la calle. El Ejército ecuatoriano, heredero de las glorias del ejército libertador, no puede alzar sus armas en contra del pueblo. Basta de disparar y arremeter contra ciudadanos indefensos.
Queremos manifestar nuestro apoyo al pueblo ecuatoriano en su lucha pacífica, democrática y soberana por decidir su destino y retomar el poder popular.