En los últimos tiempos, el planeta tierra se está preguntando, sobre las situaciones sociopolíticas, que a cada momento están ocurriendo en Latinoamérica…con una gran interrogante: ¿Por qué está pasando, lo que está pasando en la región?...por un lado, algunas cifras que andan por estos mundos, dicen que somos la región más desigual y con muchísima inestabilidad política, y ahora con una frontal batalla ideológica, entre izquierda y derecha…y la política suramericana, con sus especificidades, está presentando una variable relativamente nueva: el uso de la compleja y hasta peligrosa argumentación religiosa, para justificar el cuerpo teórico- político de la derecha, que en un maniqueísmo posmoderno, intentan sembrar en el subconsciente colectivo: "Dios está con el capitalismo y el demonio está con el comunismo"…
Eso significa la colocación en la cotidianidad de la discusión política, a la religión, en donde se le está dando un uso no ético y manipulador, para confundir a las personas, y que al final lo hacen para convencer, hacia donde deben estar dirigidas las simpatías políticas…hay algunos ejemplos concretos: el caso Bolsonaro en Brasil, quien gana unas elecciones presidenciales apoyado en dos estratégicas variables: Lula preso y el decisivo apoyo del sector más ultraderechista de los evangélicos brasileños, que tienen un gran peso cuantitativo, en los procesos electorales…
Tenemos el caso Bolivia, con una autoproclamada y totalmente solidaria con el golpismo, que saca del poder a Evo Morales, con "una renuncia obligada"…y la senadora Añez, realiza un acto con toda una carga simbólica, para nada inocente, al entrar a una de las instalaciones de los poderes públicos, con una gigantesca biblia, exclamando de manera eufórica sobre "el regreso de la biblia al gobierno"…casi como diciendo: "se acabó la brujería de esos indígenas" y ahora si tendremos "un gobierno decente y cristiano"…
¿En dónde está el amor al prójimo?...Contradictoriamente, estos neos evangélicos metidos en la política, son unos fundamentalistas intolerantes y aplican mano dura y represión radical en contra de los adversarios…que simplemente ven como enemigos, a todas aquellas personas que piensan de manera diferente, y a las personas que sean de izquierda, hay que sacarle los demonios…
Esperemos que las guerras religiosas, nunca formen parte de la realidad social latinoamericana y que no sea un motivo más para dividirnos…