"No creo, que la población venezolana se haya incrementado tanto desde el 2015 para establecer 110 nuevos diputados. No es tampoco, por el reconocimiento (bajo cuerda) de la participación proporcional de las minorías. Esto hay que leerlo de otra manera y esa manera, implica hasta considerar las expropiaciones de tarjetas en el ámbito de la derecha y de alguna izquierda"
"Decisión del CNE sobre número de diputados a la AN no está acorde con la Constitución"
¿Quién modifica el contenido, la forma, el espíritu, razón y propósito de una norma constitucional? ¿Un conciliábulo? ¿El ejecutivo nacional? ¿El parlamento? ¿El TSJ? ¿El pueblo?
"Las recientes decisiones del Tribunal Supremo de Justicia disminuyen la posibilidad de construir condiciones para procesos electorales creíbles y democráticos."
"La confianza es un mecanismo de reducción de la complejidad y aumenta la tolerancia a la incertidumbre"
"Es un proceso en el cual estamos perdiendo todos, hasta Maduro"
Uno de los principales problemas que afecta a nuestro país es la falta de confianza colectiva. Una proporción cada vez mayor de ciudadanos desconfían de las instituciones. Este articulo trata sobre la confianza colectiva, y está motivado e inspirado en algunos trabajos de la Dra. Julia Barragán. Haremos uso intensivo del artículo "Decisiones judiciales y desempeño institucional", que aparece en el libro: "La función judicial: ética y democracia"
Aunque a menudo se pasa por alto, la confianza es una actitud o, tal vez mejor, un conglomerado de actitudes —de deseos, creencias, emociones, expectativas...— que de manera más o menos implícita, más o menos explícita, constituye una presencia constante: nos impregna. Por supuesto, parece haber diversas formas y tipos de confianzas con varios correlatos (prácticos y teóricos, concretos y abstractos...). Pero ante todo hay que dejar claro: la confianza es un bien, y un bien con el que, de hecho, contamos a cada paso, no sólo en las prácticas, sino también en las teorías. Más todavía, la confianza es uno de los mayores bienes y sin él no podría sobrevivir esa rara especie: los animales humanos.
Según la autora Julia Barragán "Sin importar cuál sea el objetivo específico de una institución determinada, todas ellas tienen en común el propósito de preservar el valor de la confianza colectiva, ya que el mismo constituye una condición de auto preservación de la propia sociedad."
Vivimos inmersos en un clima de confianza de igual modo que vivimos inmersos en una atmósfera, y notamos su presencia de igual modo que notamos el aire: sólo cuando es escaso o está contaminado. La confianza, de varios tipos y niveles, sustenta una multitud de decisiones diarias al orientar nuestras actividades. Cada día ponemos nuestra confianza en la naturaleza del mundo y en la naturaleza humana. Aunque en muchas ocasiones podemos decidir si otorgar confianza o no, una completa ausencia de confianza nos impediría incluso levantarnos por la mañana. Tenemos que otorgar confianza, aunque no se haga ciegamente y sólo en ciertas direcciones, ya que la alternativa es el caos y el temor paralizante. La confianza canaliza el riesgo, la sospecha frente a lo extraño y la opacidad de los intercambios personales y sociales. Una existencia sin confianza es inimaginable, la suspensión de la misma conlleva desesperación, ansiedad, angustia.
Sin embargo, por más que es impensable prescindir de la confianza para concebir nuestra racionalidad práctica, el hecho mismo de confiar plantea un enigma básico de racionalidad: la confianza entraña riesgo, exige del sujeto que confía un paso a ciegas, y lo vuelve vulnerable a la traición. Quien confía se pone en manos de otro o se pone en manos de un sistema que ni controla ni conoce completamente. Somos conscientes del peligro que conlleva ser un alma Cándida y confiada. Pero entonces: ¿cuándo es racional confiar?, ¿por qué las personas racionales se convierten voluntariamente vulnerables a los otros? Las respuestas pueden depender en una medida amplia de qué es lo que consideremos que es la confianza. Aunque a menudo se pasa por alto, la confianza es una actitud o, tal vez mejor, un conglomerado de actitudes —de deseos, creencias, emociones, expectativas...— que de manera más o menos implícita, más o menos explícita, constituye una presencia constante: nos impregna. Por supuesto, parece haber diversas formas y tipos de confianzas con varios correlatos (prácticos y teóricos, concretos y abstractos...). Pero ante todo hay que dejar claro: la confianza es un bien, y un bien con el que, de hecho, contamos a cada paso, no sólo en las prácticas, sino también en las teorías. Más todavía, la confianza es uno de los mayores bienes y sin él no podría sobrevivir esa rara especie: los animales humanos.
. "Sin embargo, y a pesar del empleo de cuidadosos diseños institucionales, se encuentra peligrosamente generalizada la ausencia de confianza entre los actores sociales, situación que lleva a interacciones como las modeladas en el llamado Dilema de los Prisioneros que producen resultados sociales subóptimos."