La situación económica del país está llegando a niveles inhumanos ante la mirada esquiva del ejecutivo nacional, que piensa que puede manejar una crisis de este tipo, con la lotería de los bonos, una caja CLAP, engaño través de leyes mágicas o el chantaje y manipulación, ni que decir de la lealtad levándola al plano de obediencia ciega.
Aunado al bloqueo económico hay una estructura financiera ineficiente montada por un gabinete económico, prepotente y arrogante, un presidente que piensa que ha sacado 19 en economía, usted no ha sacado 19 en económica Sr. presidente, buena nota tiene este pueblo que ha sabido sortear las dificultades de una guerra económica externa e interna y a su fracasado gabinete económico con su nueva burguesía "revolucionaria" incorporada, 20 puntos tiene este noble pueblo. Una ministro de economía y finanza que tiene el descaro de declarar que "hemos derrotado la hiperinflación", no Sra. Ministro Venezuela se encuentra atravesando una de las peores crisis económica y social que país alguno de Latinoamérica haya atravesado, no hay en la historia moderna un ejemplo más emblemático, lo más lamentable es que seguimos hundiéndonos en el fondo de la miseria sin perspectivas de recuperación en el corto y mediano plazo, más allá de la necia tesis de que con una Ley Antibloqueo superaremos las adversidades. No existe ni hay voluntad política y decisiva para implementar un programa económico integral que se ocupe de desmontar los grandes desequilibrios económicos y macroeconómicos, así como las profundas distorsiones de los precios, menos aún instituciones funcionales que coadyuven a salir del caos en el cual estamos sumergidos.
Para nadie es un secreto que la hiperinflación ha socavado los logros y los avances en programas sociales que se habían implementado hasta el año 2012, solo quedan las ruinas y los buenos recuerdos de esos programas, hoy millones de venezolanos hemos traspasado el umbral de la pobreza, con salarios mensuales por debajo de dos dólares, un poder adquisitivo disminuido a cero, y muchos visualizan y aseveran que estamos al borde de una de las crisis humanitarias más grande en la historia moderna de América Latina ante la mirada impávida, inconmovible del gobierno que solo piensa en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.
No hay excusa que en más de 20 años de "Revolución Bolivariana" no se haya creado un aparato productivo estable, que posibilitara el autoabastecimiento del país, incluso con excedente exportables que pudieran generar divisas, dejar de haber sido y ser hoy un país que sigue y seguirá dependiendo de las exportaciones de petróleo y de oro, un sector privado parasitario que solo se lucra con el manejo de divisas para enriquecerse, una dependencia insostenible de las importaciones una la sobrevaluación de la moneda, factores todos que inciden en la grave crisis que enfrentamos.
Una página que maneja la fluctuación del dólar paralelo y el Banco Central que les hace el juego a estos depredadores, una Ministro de Comercio, que todo el mundo denuncia y nadie hace nada por revertir la situación tan peligrosa que vivimos, un dólar paralelo que el día de hoy, 12/11/2020 sobrepasa los SEISCIENTOS CINCUENTA MIL BOLÍVARES (650.000Bs), una locura total y la inanición del gobierno es sistemática, lo que nos hace reflexionar y preguntarnos: ¿SINO SE CAMBIA LAS POLÍTICAS ECONÓMICAS, DEBERÍAMOS ENTONCES CAMBIAR A LOS POLÍTICOS?
La dialéctica en el campo económico venezolano no existe, hay una inamovilidad total, que mantiene permeando el bolsillo de todos los venezolanos, las familias no tienen poder de planificación de su economía, ya que los precios varían en función de la fluctuación del dólar paralelo el cual cambian a diario incluso hasta 3 veces en un mismo día su valor. Realismo mágico, sin concepciones teóricas firmes en el campo de la economía, una parálisis estructural, solo compatible con esquemas de rigidez ideológica que no se corresponde a doctrinas universales, sino a la estupidez de quienes se empeñan en llevarnos por el despeñadero no sin antes obtener las consabidas prebendas que se traducen en la extracción de la renta.
Por otro lado nos encontramos ante una fuerte contradicción entre el tipo de cambio y los precios, lo que conduce a un mayor encarecimiento de la vida y caída del poder adquisitivo, llevando incluso a devaluar a la moneda norteamericana, lo que trae como consecuencia tener más dólares para poder comprar lo que antes se hacía con menor cantidad, una asimetría diabólica que trastorna la paz del país, situación sumamente peligrosa, ante un dólar que pierde capacidad de compra de manera constante y con tendencia al alza.
El panorama de una economía anémica, contraída no permite visualizar mejoras en su recuperación, el modelo económico sigue debilitado e inhibido ante el total abandono por parte del ejecutivo nacional, aunado a la escases de la gasolina, algo sumamente preocupante ante la cercanía de un nuevo proceso electoral, lo que podría traducirse en un detónate y elemento desestabilizador de la paz social.
NO HAY NADA MÁS EXCLUYENTE QUE SER POBRE