No podemos hablar de un chavismo débil y menos derrotado, si analizamos que más del 30 por ciento acudió a las mesas de votación a pesar de la crisis económica, de la migración, del coronavirus, de la falta de gasolina, de agua, de electricidad, y un grupo de opositores en Venezuela y el exterior apoyados por los medios de comunicación social llamando al saboteo, a no participar en los comicios, ahora, si desde las entrañas de los rojos rojitos queremos analizar y establecer responsabilidades por ese alto número de electores que se quedaron en sus casas, hay que señalar al mismo Gobierno revolucionario.
Entiendo la crisis, el daño que han hecho las sanciones que piden los opositores de Primero Justicia, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática, pero también la corrupción de muchos chavistas en el Gobierno, además del cuarto insonorizado en que la revolución mantiene las denuncias de los militantes, que viendo que sus críticas, observaciones, peticiones y recomendaciones, nunca tienen eco, estimo que decidieron no votar con el peligro de que le pueden coger el gusto a la abstención.
Nos dicen que esta es una revolución por y para el pueblo, y cuando los chavistas hablan, no los escuchan, so pena de que los llamen traidores o salta talanquera. Como ya dije, metieron la opinión del pueblo en una especie de cubículo aislado acústicamente del exterior, así griten todo lo que quieran, nadie del Gobierno los oye.
Así que, en mi criterio, a esos camaradas no les dejaron más alternativa que hacer uso de uno de los mecanismos de expresión más peligrosos de los procesos electorales, como la abstención; no estoy contra un mecanismo democrático como el sufragio, pero tampoco critico que, en estas circunstancias, haya chavistas que se quedaran en casa; estoy seguro que muchos querían votar, y no lo hicieron decepcionados e indignados por culpa de esos funcionarios gubernamentales que solo los atienden cuando les van a pedir el voto. Aparte de que a veces el pueblo advierte sobre candidatos cuestionados, corruptos, que no pueden formar parte del Gobierno, por cuanto si el presidente Nicolás Maduro dice que va a combatir las irregularidades en las instituciones del estado, cómo se deben admitir candidatos con una conducta reprochable, de cualquier manera, se denuncia y nadie del gobierno atienda esas observaciones. Y obviamente, la gente se siente burlada, frustrada, descontenta.
En mi caso particular, creo que existe la guerra económica, es muy evidente la subida tendenciosa del dólar, para encarecer los productos y desbaratar lo poco que la gente tienen en el bolsillo, solo que eso es una cosa, y otra que, por lo menos, en Maracaibo, estado Zulia, ni el gobernador, ni el alcalde ni algún militar de alto rango vea, por ejemplo, la matraca en las estaciones de gasolina, la forma cómo avanzan las colas "vip" conformada por la gente que paga en dólares, en contraposición con la de los usuarios que no tiene dinero. Incluso, ya hubo asesinatos en trifulcas originadas por esa causa.
Siempre he creído en lo que decía el extinto general, Alberto Muller Rojas, quien señalaba, que en estos procesos como el bolivariano, hay que estar pendiente de los pequeños detalles, pero los revolucionarios allá arriba, nunca han hecho caso de esas advertencias, y más bien pretenden meter miedo con la abstención como los padres les meten miedo a sus hijos cuando no les hacen caso; "hay que ir a votar, porque si no te come el loco, ¡ya viene, uy, corre, rápido, uy, el loco, uy!, hasta que el domingo 6 de diciembre, llegó el loco y lo esperaron con un batazo en la frente.
Hay que tener cuidado con esos detalles, por esta vía denuncié como se robaron los perniles que el consejo comunal del barrio Los Robles, parroquia Luis Hurtado Higuera, municipio Maracaibo, debía entregarle a los beneficiaros del Clap en 2019. Expliqué en varios escritos el caso consciente de que la gente cobra en las elecciones esas irregularidades, y no hubo reacción, por lo contrario, chavistas que se creen más chavistas que Chávez, me trataron hasta de lambucio. Y ahí están las consecuencias.
Y no solamente denuncie yo, mucha, demasiada gente en las redes sociales planteó situaciones similares, sin embargo, en estos días el presidente Nicolás Maduro hablaba del puerco que ordena entregar en diciembre; y explicaba entusiasmado cómo benefician la cena navideña de los hogares venezolanos más necesitados, y uno se pregunta: "Dios mío, ¿es que no se ha dado cuenta que ese alimento no llega, se lo roban? No creo que alguien del Gobierno no sepa de esa irregularidad. A mi juicio, saben y callan, pero entonces cuando hay elecciones van con la cara bien lavada a pedirle el voto a la madre o al padre de familia.
Igual ocurre con los bonos del Carnet de la Patria y las cajas Clap. El presidente Maduro habla y uno casi ve los artículos alimenticios en la cocina y siente el dinero en efectivo en el bolsillo, y la realidad es que mucha gente no recibe ninguno de esos beneficios. Y eso hay que corregirlo, por cuanto todo ese conjunto de situaciones hace propicio los 6-D.
Celebro el triunfo de las elecciones legislativas, pero me preocupa, que esos triunfos sean cada vez más estrechos, más pírricos, más difíciles, más cuesta arriba…Hay que escuchar al pueblo. Los gobernantes se deben al pueblo, pero de verdad, no solo en el discurso ni en las campañas electorales.