Estimado señor presidente; Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y, responsable directo, principal, de la grande y más significativa fuerza unitaria, unidad cívico-militar, que de la historia patria se conozca, desde ésta, trinchera de luchas en la retaguardia, en observación y evaluación del terreno conquistado, con muy profunda y sincera preocupación, debo expresar a usted, lo que hasta hoy, enero 21, es sin duda el mayor y más significativo problema a resolver –el más importante desde esta perspectiva– de los diferentes flancos de aproximación en el camino a Carabobo:
Sin oposición interna de masa, fuerza y discurso político creíble, nuestros enemigos externos solo tienen un camino, la acción bélica directa, llamase paramilitar o de ejércitos regulares, esta segunda sin aplicabilidad posible desde los acontecimientos, que en esas naciones hostiles a nuestra historia y visión de futuro, vienen ocurriendo, su accionar belicoso y parapolítico contra Venezuela viene teniendo sus consecuencias contra ellos mismos. No hay, no se observa, en ese flanco, hacia lo inmediato un accionar interno con apoyo externo. ¡No es que no lo sigan pensando o reevaluando, cuidado, no es para descuidarse! La acción política, diplomática, de agresión contra la patria, está en suspenso, en itinerancia, los herederos y secuaces internos, latinoamericanos y europeos, hoy parecen niños de pecho sin saber a qué atenerse ni hacia dónde mirar. Es importante, de peso político, en esta hora, la hora menguada de nuestros enemigos, darles dos, tres sombrerazos y mandarlos para su casa, en el buen sentido de la diplomacia bolivariana, sin ambigüedad alguna. Es necesario hacer respetar la institucionalidad republicana y el don de mando. ¡No se puede, en esta hora, seguir creyendo y esperando buenos oficios de representantes y emisarios de vetustos y ya bien maltrechos imperios europeos! No perdamos el tiempo en distracciones, ellos mantienen y defienden lo que dicen son sus interés coloniales de más de 200 años. No demos beligerancia y relevancia política interna a quién no la tiene, para ello hay caminos institucionales, legales, del perfil y regularidad de la gente común, sin títulos nobiliarios ni arrogantes. Observe con mucha atención que; a pesar del despertar de los movimientos sociales, en esta porción de nuestro territorio continental americano, al despuntar el alba del año 21, conmemorativo de Carabobo, crisol de la libertad nuestra americana, solo Bolivia y Venezuela se mantienen en pie, enarbolan sus banderas de libertad y soberanía, antiimperialistas. El más formidable y sanguinario imperio de la humanidad –¿en ascuas?-, aún mantiene su corazón latente.
De conocimiento público, mundial, el flanco de aproximación a Carabobo, de mayor importancia y peligrosidad, está en la economía nacional, personal, familiar, social. ¡No se puede, Presidente, seguir pensando, llevando el día a día familiar, a expensas de bonos –como protección social– o salarios menores a diez dólares día en familias de tres, cuatro personas! ¡Ni de dos personas, eso hoy, solo alcanza para la comida del día, a medio resolver familias de cuatro personas! Es sin duda, el mayor daño infringido al cuerpo nacional, social, la más elocuente y aún significativa, vigente, victoria de los enemigos de la Patria Bolivariana, que hace recordar a los «harapientos; desdentados y descalzos» soldados bolivarianos desde las llanuras venezolanas camino al sur de hace más de doscientos años. ¡Aquí, estimador señor Presidente, en este flanco, se juega sin duda, el retorno y continuidad del Camino a Carabobo! ¡Aquí, en este flanco, está puesto el mayor empeño de los enemigos de la patria, internos y externos! ¡No demos tregua, hay que actuar, con necesaria, prudente y muy eficaz urgencia! Que el resultado de la acción gubernamental se sienta, se vea en la práctica –no solo en la tv–, la gente, el venezolano todo, requiere de seguridad económica, saber que puede y tiene cómo solventar un día y el otro también con sus propios recursos. ¡No todos reciben o son comerciantes, empresarios, emprendedores…! que gracias a esos ingresos logran resolver, un alto porcentaje trabajamos al servicio del Estado-Nación, otros como pescadores y agricultores también viven la dura situación. Ese, con estas palabras, es el más débil de los flancos de aproximación a Carabobo, requiere de, manera imperativa, atención, solución. «¡La gente, el venezolano todo, necesita, requiere, volver a una normalidad económica y social, conociendo, planificando, qué comerá y qué no, durante el día, al siguiente y al otro también, desde el uso de los recursos económicos con los que cuenta!»
Mirando el horizonte, Camino a Carabobo, la mayor victoria doscientos años después, es estar de pie, en el altar de la patria, crisol de libertades, diciendo: «aquí estamos Bolívar, aquí estamos Sucre…, aquí estamos Chávez, aquí estamos Venezuela, para lo que salga» y no en huida, hambrientos, desnudos o descalzos, postrados y rendidos ante los enemigos de esta; nuestra Patria Bolivariana.
¡Vista y pendiente, Nicolás!