*La ley es poderosa, pero más poderosa es la miseria. Johann W. Goethe.
El hundimiento de un país, como Venezuela, es como convertir el paraíso en ruinas. El estado venezolano, está en quiebra, cuando carga a cuesta a la parasitaria Cuba con subsidios de miles de millones de dólares.
Hoy Venezuela es el país peor gobernado del planeta. El desastre para el 2021 que se proyecta es espeluznante.
Donde la economía se contraerá en un 25% del PIB. Los venezolanos serán notablemente más pobres, y tendrán menor capacidad de consumo.
2021 arranca con la inflación más alta del mundo. Los expertos consultados la sitúan en un 1500%. Así como la productividad nacional es bajísima, y el desplome de los salarios no compensa, la vida cotidiana será mucho más costosa.
El bolívar, la moneda nacional, está en etapa terminal, se cotiza en las bolsas de los árabes, y chinos a 1.800.000 bolívares por dólar. Es la realidad, así los manejan esos indeseables comerciantes invasores especuladores en el mercado negro. La diferencia es el modo más directo de enriquecerse ellos, y los corruptos militares, y enchufados apátridas boli burgueses. Compran e importan con divisas del narcotráfico, la corrupción, y la legitimación de capitales usan una parte, y revenden clandestinamente la otra. En pocas horas cualquiera de estas lacras con conexiones puede hacerse millonario.
La producción de petróleo hoy está desaparecida y pdvsa destruida. Esto es gravísimo en un país cuyos ingresos en divisas dependían en un 96% de las exportaciones de crudo. Añadiéndole más sal a la herida, la producción de PDVSA disminuye, y anda por los 200.000 barriles diarios, cuando debería estar produciendo entre 3 y 4 MBPD. Esto sucede por una mezcla de incapacidad, corrupción, y falta de inversiones.
Para agravar la situación, los venezolanos dejaron de consumir diariamente más de 700.000 barriles de petróleo, por lo que tienen que pagar entre 1 y 2$ el litro de gasolina prácticamente un crimen cuando el salario es de 0.60 centavos de dólar. Llenar el tanque de gasolina de un coche de 40 litros, vale entre 20 y 40 dólares. ¿Nos decía Rafael Ramírez, que el petróleo era de todos los venezolanos, ahora es de los militares, enchufados, extranjeros, y mafias de indeseables?
Llenar el tanque de gasolina de un coche es un crimen para el pueblo asalariado. El gobierno, y las mafias privadas importan bienes, y servicios por millones de dólares, y no exportan petróleo cobrable (de donde sale ese dinero para hacer esas compras) por millones de $. La legitimación, y la lavadora, claro, esto se convirtió en parte de la desgracia nacional, y es una de las razones que explica la hiperinflación. Ahora con el tal ‘Gusano’ de Fedecamaras tienen divisas para importar los insumos que necesita un país en el que las mafias han diezmado a la clase productora, y han cerrado más de siete mil empresas de todos los tamaños.
Venezuela probablemente no pueda salir de este atolladero, y tenga que declararse en quiebra, de acuerdo con las sombrías predicciones de la Banca Mundial. La ruina, posada como un buitre sobre los tejados de cadáveres de la industria nacional destruida, les encarecerá notablemente la vida a los venezolanos.
Venezuela se cubaniza, pero con un agravante, las ciudades no sólo están cada día más sucias, y llenas de escombros: el crimen, la prostitución adulta e infantil, la extorsión es la principal causa de muertes y descomposición social, y perdidas de los valores morales de la sociedad. Ni el coronavirus, cáncer, infartos, ni los ACV, por separado, matan tanto como el hambre, y la falta de medicinas, y la falta de asistencia médica.
Este año 2021 han sido asesinadas decenas de personas por la policía en presuntos enfrentamientos con bandas de hampones, y además de los ciudadanos honestos que asesina el hampa criminal, donde el 90 % de esos crímenes quedan impunes
El gobierno, ha armado, y convertido a los delincuentes en cuerpos de colectivos paramilitares paralelos para controlar, acosar y, si es necesario, dispararle a la oposición, y a la población que proteste, como se ha visto en cientos de vídeos exhibidos por las redes sociales. Además de hostigar a los opositores, atracan, a los aterrorizados ciudadanos trabajadores y trabajadores en los llamados puntos de controles policiales, y militares en las carreteras del país.
Una buena parte de las horas productivas del venezolano, transcurre en las colas en la búsqueda de: comida, medicinas, útiles de aseo personal, gas doméstico. A veces hay reyertas por unas sardinas, o por unos cartones de huevos. Cada día que pasa los productos están más costosos. El papel higiénico se ha convertido en un artículo de lujo, los culos andan ahora podridos.
En esta atmósfera de tragedia no es extraño que los venezolanos más preparados, decidan marcharse del país. Muchos lo han hecho, lo afirman, los cinco millones y medio que han dejado el pelero.
Tal vez muchos analistas políticos y económicos, se preguntan por qué uno de los países más ricos del mundo ha caído en esta desgracia.
Venezuela una nación de 912.000 kilómetros cuadrados, y con 32 millones de habitantes, dotada por la naturaleza con todos los recursos naturales como: petróleo, hierro, y decenas de minerales valiosos, tierras fértiles, agua potable en abundancia, playas paradisíacas, fabulosas selvas vírgenes, y una población educada en la que abundan mano de obra especializada, técnicos, y profesionales formados en universidades nacionales, y extranjeras con postgrados y doctorados.
¿Por qué ocurrió esta tragedia? ¿Por qué en este paraíso, al que durante décadas emigraban los canarios y gallegos, los italianos y portugueses, en busca de un mejor destino, sufre hoy esta catástrofe?
Principalmente, se debe a que en el país lo infectaron de las malignas ideas, y actitudes totalmente erróneas que provenían del totalitarismo cubano: del populismo, muchos venezolanos lo pensaban, porque así se lo aseguraban los políticos falsarios, que el país era rico, y no que la riqueza se creaba mediante el trabajo metódico. Creían que la pobreza de muchos venezolanos era debida a la riqueza de los que habían conseguido prosperar través del trabajo creador. Bastaba con expropiársela a los empresarios que producían para establecer una sociedad más justa, y vean el desastre que crearon con las comunas golilleras, y parasitarias.
Pensaron estas marabuntas revolucionarias que esa situación cambiaría cuando un grupo de politicuchos mal intencionadas, dirigidos por unos chapuceros de la política con 22 años en el poder, no acabaron con las injusticias que decían iban a combatir, sino que las profundizaron. Esto han sido los nefastos personajes manejados desde Cuba, que hoy en el 2021 profundizan este desastre. Los venezolanos no fueron capaces de advertir que los 25 países más prósperos, y felices del planeta son democracias regidas por la ley, y sustentadas en instituciones del Derecho.
El estalinismo se dedicó a exterminar el bipartidismo, y liquidar a los dos partidos tradicionales, a los que acusaron de ineficientes, y corruptos -algo de eso había, pero no en la magnitud en que lo magnificaron -, sustituyéndolos con los iluminados revolucionarios antisistema, pese a que en los 40 años transcurridos entre 1959 y 1999, de la llamada etapa democrática, Venezuela experimentó el mejor periodo de su historia una obra como el Metro de Caracas, para mostrar un solo ejemplo emblemático, hoy luce destruido, y convertido en un cagadero público. Los resultados de los 22 años de revolución están hoy en el 2021 a la vista: Venezuela es hoy la nación más corrupta e improductiva de América Latina, la economía socialista murió, en la que ningún sensato invierte un dólar con este chavismo boli burgués, que ahora buscan aliarse con el Ricardo Gusano de Fedecamaras y mangueado por Leopoldo López desde Madrid. Hoy la miseria ha deteriorado la vida del pueblo, país de donde se escapa todo el que puede, regida por una nomenklatura que no les importa los niveles de mendicidad de la población, y obedecen a los comisarios políticos cubanos, tristemente patrullada por unas Fuerzas Armadas embelecadas, y parasitarias.
Tomen nota los colombianos petristas. En todas partes cuecen habas. Basta con que prevalezcan las ideas populistas revolucionarias para que un país se hunda irremisiblemente.
PDVSA, nació como un ambicioso proyecto petrolero, y financiero. Fue levantado por lo más granado de la antigua elite petrolera venezolana, promovido por los presidentes de la llamada IV Republica. Con inversiones en todo el mundo, iba a ser la primera empresa petrolera y gasífera de América Latina y convertiría a Caracas en un pequeño Wall Street venezolano. La muerte de PDVSA, y la actual crisis del siglo XXI venezolana, detuvieron el proyecto. Pdvsa, hoy luce completamente abandonada, alberga en la actualidad a trabajadores en condiciones precarias con 4$ mensuales.
El populismo revolucionario ya está probado comprobado, y re comprobado que ese sistema no funciona, en Venezuela en las décadas de los 70 y 80 del siglo XX, vivíamos en un país próspero, llegaron los cubanos, árabes, iraníes, y rusos, y nos impusieron esto, y hoy estamos igual o peor que los cubanos, donde no hay leche, papel sanitario, pasta dental, no hay nada, dentro de estas perversas líneas de hiperinflación de más de 5 dígitos, con devaluaciones, cada rato algo terrible, donde el pueblo trabajador y jubilado con 0.60 de centavos de $ de salario mensual pueda adquirirlos. cuando el gobierno quería controlar a todas las empresas se hicieron improductivas, hoy la corrupción lo invade todo, donde el favoritismo, el nepotismo, el negocio de las importaciones sin pago de aranceles, como le quieren dar al ‘Gusano de Fedecamaras’ lo cubre todo, pobre pueblo venezolano, que hoy muere de mengua, ahora sumada la maldita cuarentena de la peste china, es la triste realidad que hoy estemos gobernados por unos trogloditas revolucionarios de pacotilla , la única opción que tenemos es echarlos fuera del poder, no hay otra. ¿Por esta tragedia similar a la venezolana se desplomo la URSS, y el socialismo real en toda la Europa Oriental en el siglo XX?
*Ley anti-bloqueo: "Ley de la entrega, y el saqueo".