Señala Molnar—el Siglo de las Luces concebía el cambio o el movimiento y por tanto la evolución como un retorno al punto de partida…así pues, la filosofía del Siglo de las Luces encerraban el movimiento dentro de los límites metafísicos de los resultados inmutables" (Ibíd., p. 23). La constitución de la República Bolivariana de Venezuela plantea un conjunto de derechos sociales y humanos que han sido vulnerados por la agresión imperialista, el bloqueo, las sanciones a Venezuela ha hecho que el país tenga un crecimiento negativo.
Pese al bloqueo y las sanciones contra Cuba, este país ha sabido enfrentar las agresiones imperialistas, garantizan la salud, la educación, la vivienda, el trabajo, lo que podríamos llamar un sociedad gratificante en lo básico, mientras tanto la sociedad venezolana, vacila en "construir nuestro socialismo", pese a las riquezas disponibles, el rentismo extractivista, la corrupción, el despilfarro, la ineficacia gerencial y política han frenado la capacidad de dar respuesta a las necesidades de la población, ha vacilado en construir las bases económicas del socialismo.
Seguimos plegados a una "filosofía de la evolución social", de la evolución del capitalismo, la propiedad privada continúa inmutable, pervive el rentismo de los bonos del carnet de la Patria a modo de paliativo en las circunstancias contingentes de agresión del imperialismo, al apoyo al sistema económico capitalista, a la gran propiedad, ahora con la dolarización, con créditos, financiamientos, incluso la Ley Antibloqueo flexibilizan las leyes para atraer el capital, beneficiándose de los salarios miserables no dolarizados de la economía.
Estas situaciones de políticas económicas han creado "destacar las cosas de su contexto natural, metafísicamente se ha cerrado el paso de la comprensión de lo singular a la comprensión del todo" (Ibíd., p. 22). Estamos aún en el punto de partida, de la lucha contra el capitalismo, el esfuerzo político de la revolución bolivariana no ha dado resultados contundentes frente a la agresión imperialista, seguimos en "la dependencia alimentaria", la empresa privada agrícola o industrial en el contexto de la crisis sanitaria no da visos de corresponsabilidad, de sostener a la sociedad, de apoyar financieramente al gobierno con la compra de la vacuna. Pareciera que son ciudadanos ajenos a la sociedad venezolana.
Fundamos una Constitución ilustrada liberal, pero todavía no hemos logrado "la homogeneidad social", tan esperada por Bolívar de un cuerpo constitucional, la fusión del pueblo en todo, no hemos regenerado los ciudadanos ni aun habiendo masificado la educación, a todos los niveles, todavía en estos veinte y un año, no hay el grado de conciencia política del pueblo, cuando en palabras del Maestro Rodríguez, "es un deber de todo ciudadano instruido el contribuir con sus luces, fundar el Estado, como con su persona y bienes el sostenerlos" (Rodríguez, 2016:49).
¿Qué Estado necesitamos?, una República Bolivariana, ciertamente, guiada por los principios del Libertador, expresado en el Preámbulo: "establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones…". ¿Qué extraño que la palabra "igualdad" no aparezca cuando se dice que "la sociedad democrática…..consolide los valores de la libertad", debería decir: "consolide los valores de libertad e igualdad" para ser justo, pero no, está ausente el termino de igualdad.
Luego siguiendo la idea dice que esa sociedad democrática asegure "el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna". Para el pensamiento ilustrado liberal, la igualdad y la libertad formalmente se garantizan mediante un ordenamiento político-jurídico, una Constitución mas no es una igualdad de condiciones materiales, se arrastran tanto la desigualdades naturales como sociales del capitalismo, el valor supremo se pone acento en la libertad en sacrificio de la igualdad, lo cual quiere decir refrendar el orden natural del capitalismo, la propiedad privada.
Por otra parte; el derecho a la vida, ….a la justicia social ….sin discriminación ni subordinación alguna", se logran mediante la educación y el trabajo, la educación pública y el trabajo, solo que cabe la duda, ¿es un trabajo libre o explotado?, si bien la constitución en su prefacio hable de "solidaridad y bien común", explica que mediante la educación y el trabajo son las vías para alcanzarlo siguiendo las pautas liberales, pero ¿que se llama bien común en la República?, naturalmente los bienes comunes de interés político del Estado y la sociedad que tengan que ver con el derecho a la vida social, salud, educación, vivienda, "derechos humanos, democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad" etc.
Ahora bien estamos sometidos dentro del marco Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela a la "idea de la evolución, (…..) el movimiento como un proceso natural, (Ibíd., p. 25), sometidos a los procedimiento de reformas, hemos "confiados --como dice Rodríguez-- la suerte de los pueblos al parecer de los lejisladores, traídos por el acaso a la legislatura, en arriesgar la felicidad pública" (Ibíd., p. 55). Lo mismo pasó con Bolívar, confiando en "los legisladores de Angostura", y ¿que resultó?, el pueblo siguió viviendo la esclavitud a la vista del Libertador como nosotros seguimos viendo, intangible la propiedad privada y la explotación del trabajo a veinte y un años de la revolución bolivariana por suerte de los legisladores.
Hemos dibujado un socialismo bolivariano, sin reflexionar en los límites de la ilustración liberal de Bolívar, puesto que aspiramos dentro de este marco liberal, crear ciudadanos inspirados en la moral y las obras filantrópicas, sin transformar las condiciones materiales, cambios de las estructuras económicas que dieron origen a la perversidad de las desigualdades sociales. Quiero volver a recordar a Rodríguez, ya para terminar que "La época actual, en América es el tiempo critico de revoluciones…tiempo de rivalidades…en virtud de esta ley, si un individuo no puede reemplazar a otro, por su orden y en su tiempo, trata de suplantarlo. La aspiración es una necesidad conservatriz, como lo es la adhesión que retiene al que posee y estos dos sentimientos mantienen la lucha interminable de un ente con otro. El deseo de cooperar. . . ó el de figurar solamente...hace que los segundos disputen el puesto á los primeros; nadie ignora cuan contrario sea, á la aspiración, el derecho de antiguedad . . . cuan opuesto á sus pretensiones, el privilejio de posesión. Los resentimientos que nacen de la privación son causa de muchos desaciertos…." (Ibíd., p. 64).
Se revela prácticamente la ley de rivalidad social, de lucha social entre individuos sociales, no propiamente de grupos sociales donde se anidan las clases sociales, pero lo cierto además es que revela un problema de fondo, "el privilegio de posesión", en tanto que los resentimientos que derivan de "la privación" social son causas de muchos desaciertos, de resentimientos, son "tiempos críticos de revolución" a despecho de las reformas. O se pone el acento en la libertad e igualdad real sin fomentar "la beneficencia y redistribución de la riqueza" o nos quedamos defendiendo "el valor de la libertad para obrar a favor propio con daño ajeno" y defendiendo la igualdad con beneficencia para minimizar "el daño ajeno".
Bibliografía
.-Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999.
.-Molnar, E. (1974). Fuentes ideológicas del materialismo histórico. Ediciones Cultura popular. México.
.-Rodríguez, S. (2016). Obras Completas de Simón Rodríguez. Ediciones Rectorado de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, Caracas, Venezuela.