Muchas han sido las querencias sobre el socialismo y demasiadas las opiniones vertidas en el foro nacional, por una parte el insigne William Izarra se bate casi todos los días por elevar la conciencia revolucionaria como necesidad perentoria y determinante para adelantar la nueva fase, por otra parte, H. El Troudi, señala que el socialismo lo construimos todos los días y que la composición mixta de la economía es el concepto a manejar como expresión del socialismo que se propugna y concibe. Eso está muy bien, son dos alternativas validas y de primer orden para clarificar ese camino, aunque aparentemente contradictorias.
El asunto lo vemos desde otra perspectiva y lo que queremos de alguna manera es salirle al paso al monumental desarrollo de opiniones que se han convertido en un berenjenal de propuestas, la mayoría de ellas sin asidero pero con una tremenda dosis de intelectualidad que nos hace dudar de su autoría, desde la rememoración de los soviets hasta el porqué el muro de Berlín y ta, ta, ta y bla. Bla , bla.
No decimos que eso sea incorrecto o este mal infundado, lo que nos llama poderosamente la atención, es que no sabíamos que en Venezuela había tanto conocedor del socialismo real, del sueco, del cubano, de cuanto socialismo se haya producido y por cualquier vía. Nos llama poderosamente la atención, debido entre muchas razones y bajo la lupa de una pregunta capciosa, qué pasó entonces con esa izquierda escondida, de la cual por cierto, me incluyo, que no desarrolló ni siquiera en reuniones en la clandestinidad tanto furor por la opinión acerca del socialismo por el cual se luchaba.
Considero y hablo en primera persona que, mientras sigamos buscándole al socialismo adjetivos encausados hacia una meta u objetivo, nunca veremos la luz del túnel, me voy a permitir parodiar a ese mártir de la paz Mahatma Ghandi y utilizar su célebre frase “No hay camino a la paz, la paz es el camino” y traerla al abono de la discusión. Y al respecto, me voy a poner como profesor de secundaria, fijense, si el presidente desde un principio ha dicho que el socialismo del siglo XXI, tenemos que inventarlo, crearlo todos los días, construirlo cada instante, mal podríamos aproximarle una meta u objetivo, porque nadie sabría al final cual sería el resultado, les pregunto, es cierto o no queridos alumnos.
De tal manera, que el presidente habló de un camino a construir, lo que por lógica de la más formal, tendríamos que concluir que el socialismo del siglo XXI es el camino más no la meta y en ese sentido no tendríamos tanto enredo y matrices que podrían deformar o desviar ese camino; otra cosa cierta es que la elevación de la conciencia revolucionaria no es de un día para otro, lo cual quiere decir que inclusive la construcción del otro icono como lo es el partido unido si es verdad que es tamaña empresa y si comenzamos por la base estaríamos hablando de unos pilotes que aguantarían tambien cualquier dosis de paja mundana.
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