Luego de las pasadas elecciones regionales del 21 de noviembre, se ha presentado un amplio debate por los resultados, entre ellos, la alta abstención chavista; que a pesar de esa situación, se logró ganar casi todas las gobernaciones, porque la oposición fue dividida en todo el país.
En las distintas redes y grupos sociales se ha abierto un gran debate, en otros una batalla campal, buscando culpables del porqué se perdió en tal estado o municipio; algunos dicen que la gallina tuvo la culpa, otros, que el huevo estaba malo; que si fue producto de las diferencias en las elecciones internas; que unos candidatos jugaron hacia atrás; que si el candidato del partido se impuso a trocha y mocha como dijo el presidente Nicolás Maduro este fin de semana; candidatos que lamentablemente ni aglutinaron ni llamaron a la unidad; entre los distintos alegatos que se esgrimen.
Lo cierto es que hay que revisar, primeramente los candidatos; si éstos supieron ser eco del clamor popular, si llamaron a la unidad de todos los sectores; si no se dejaron llevar por chismes o grupitos, queriendo encajonar al candidato o candidata; por otra parte hay que revisar tanto los comandos de campaña como los equipos políticos, si cada uno hizo su trabajo como debía o si llanamente fueron apartados; y lo más importante, debemos revisar si hemos cumplido con nuestro pueblo, si hemos atendido oportunamente sus quejas y reclamos, o si los hemos escuchado.
Son muchos los factores que se deben analizar y tomar acciones de inmediato, sin apasionamiento ni padrinos; hay que darle a cada quien su justo valor y volarle la cabeza al desleal o quien ha trabajado para sus intereses personales y/o grupales.
Esta revisión debe ser ya, de inmediato, porque en enero del 2021 se aproxima una figura electoral que yo dudo se dé, por experiencia y lo complicado, pero si puede poner a hervir las calles con más saboteos y guarimbas; se trata del referendo revocatorio presidencial.
Maduro logró la reelección en mayo de 2018, pero se juramentó el 10 de enero 2019; fecha a partir de la cual comienzan a computarse los lapsos para el revocatorio; siendo la fecha de activación el próximo 10 de enero de 2022.
Como siempre lo he manifestado, el revocatorio es muy difícil de aplicar porque no basta con ganar en las elecciones del revocatorio, sino que ese ganador debe sacar más votos de los que obtuvo la persona que se pretende revocar, en el último proceso donde fue electa.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece en su artículo 72: "Todos los cargos y magistraturas de elección popular son revocables. Transcurrida la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria, un número no menor del veinte por ciento de los electores o electoras inscritos en la correspondiente circunscripción podrá solicitar la convocatoria de un referendo para revocar su mandato. Cuando igual o mayor número de electores o electoras que eligieron al funcionario o funcionaria hubieren votado a favor de la revocación, siempre que haya concurrido al referendo un número de electores o electoras igual o superior al veinticinco por ciento de los electores o electoras inscritos o inscritas, se considerará revocado su mandato y se procederá de inmediato a cubrir la falta absoluta conforme a lo dispuesto en esta Constitución y en la ley…"
Vemos que la activación es factible, porque se activa con tan solo un 20% de los electores inscritos en el CNE; teniendo 21.100.000 de electores aproximadamente; el 20% son 4.220.000 personas; este 21 de noviembre votaron aproximadamente 8.160.000 electores; o sea para activar el revocatorio tendrían que recoger más del 50% de firmas de las personas que participaron en el reciente proceso electoral, duro, pero no imposible. El chavismo sacó aproximadamente 3.800.000 votos el 21 de noviembre de este año, y sumando la oposición unida obtuvieron 4.360.000 votos; o sea, tendrían que salir a firmar prácticamente las misma cantidad de personas que votó por la oposición este 21-11; podemos decir que lo logren; pero lo difícil, es que aprobado el proceso revocatorio, la oposición no solo tendría que sacar más votos que el chavismo, sino superar los 6.248.864 votos que sacó Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 2018.
Si la oposición logra activar ese revocatorio, seguro lo perderían y Nicolás se fortalecería aun mas; pero la gente con su ambición de poder lo que han hecho es llevar a la miseria a nuestro pueblo, y lo hemos visto desde que ganaron la Asamblea Nacional en el 2015, en vez de prepararse para sus elecciones regionales, se fueron a pedir la renuncia del Presidente, revocatorias y pare de contar, que solo trajo desgracia a nuestro pueblo mediante las guarimbas y bloqueos. Señores hagan su trabajo por el pueblo en los escenarios que acaban de salir airosos y prepárense para el 2024, donde correspondería las elecciones presidenciales y allí cada quien demostrar quien ha hecho más por su pueblo.