Hacemos nuestra la afirmación del Comandante Supremo, Hugo Chávez, de que: "La plena realización del Socialismo del Siglo XXI que estamos inventando y que solo será posible en el mediano tiempo histórico pasa necesariamente por la refundación ética y moral de la Nación Venezolana. Tal refundación supone un proyecto ético y moral que hunde sus raíces en la fusión de los valores y principios de lo más avanzado de las corrientes humanistas del socialismo y de la herencia histórica del pensamiento de Simón Bolívar. Su fin último es la suprema felicidad para cada ciudadano. La base de este objetivo fundamental descansará en los caminos de la justicia social, la equidad y la solidaridad entre los seres humanos y las instituciones de la República".
Cuando el Presidente Chávez nos dice que, el Socialismo del siglo XXI lo estamos inventado, nos está diciendo que éste es un proceso en constante elaboración; que, no es un fin en sí mismo. Y, en ese proceso, como decía Gramsci, hay que saber hallar la relación entre lo permanente y lo ocasional; sobre todo, a partir de las recientes medidas económicas propuestas por el Presidente Nicolás Maduro.
Definir a Venezuela "como un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia". Haber establecido que, "el Estado propugna el bienestar de los venezolanos; que debe generar las condiciones necesarias para su desarrollo social y espiritual"; así como, contribuir a que se alcance "la igualdad de oportunidades para que todos los ciudadanos puedan desarrollar libremente su personalidad, dirigir su destino, disfrutar los derechos humanos y buscar su felicidad"; y que, con la refundación de la Patria, "no sólo es el Estado el que debe ser democrático, sino también la sociedad". Porque, será un "Estado social y democrático de Derecho comprometido con el progreso integral que los venezolanos aspiran, con el desarrollo humano que permita una calidad de vida digna, aspectos que configuran el concepto de Estado de Justicia".
Estado, cuyo ordenamiento jurídico estará en función de garantizarle a nuestros compatriotas "la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad individual y social, la preeminencia de los derechos humanos, la ética pública y el pluralismo político".
Son principios constitucionales permanentes, cuyo cumplimiento es la garantía de que podamos avanzar en la Refundación de la Patria y el establecimiento del Nuevo Proyecto Nacional. Y es, precisamente, en correspondencia con ellos que han sido elaboradas las diversas propuestas programáticas que los gobiernos revolucionarios de Venezuela, presididos por Hugo Chávez Fías y Nicolás Maduro, les han propuesto a los venezolanos.
En el año 2012, el Presidente Hugo Chávez le presentó al país, como Programa de Gobierno, el Plan de la Patria 2013-2019. El objetivo principal de dicha propuesta es: "Convertir a Venezuela en un País Potencia en lo social, lo económico y lo político destacando que la idea de País Potencia fue asociada no solamente al componente económico y productivo, sino además a la dimensión social, tanto como una potencia sustentada en el componente educativo transformador, como en función de una visión de relación entre los humanos y la naturaleza en la cual esta última es considerada como sujeto y no como mero objeto mercantilizable". Programa de Gobierno al, para su segundo período como Mandatario Nacional 2019-2025, el Presidente Nicolás Maduro, le incorporó los objetivos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Decisión estratégica adoptada con la intención de superar los déficits sociales surgidos de la guerra económica y la implementación de las criminales medidas coercitivas unilaterales, instrumentadas por los gobiernos supremacistas de Estados Unidos, y sus adláteres de la Unión Europea y el extinto cartel de Lima. Así como también, ante el crecimiento poblacional positivo de nuestro país, que para el año 2025 tendremos una población de 34 millones 500 mil venezolanos y venezolanas.
Pues bien, es en el marco del redimensionamiento del Proyecto Nacional, del Socialismo del siglo XXI, en donde hay que ubicar la Ley Antibloqueo (octubre del 2020) y la Ley Orgánica de Zonas Económicas Especiales, recientemente aprobada. En el art. 299 de la Constitución Bolivariana, se establece que: "…el Estado conjuntamente con la iniciativa privada promoverá el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del país…".
Si de algo hay que estar conscientes es que los cambios generan tensiones; y, estas, hay que vivirlas en toda su dimensión.