La espada de Bolívar levantó ronchas

  • La espada libertaria del Libertador Simón Bolívar, que camina por América Latina, de acuerdo a la sentida consigna popular, en un solo golpe de Espiga de Furor, se desenvaina hoy, para decirle al mundo que desde nuestra región, continúa la lucha por la autodeterminación de los pueblos, la búsqueda de justicia paz y respeto mutuo entre países soberanos, sueño inconcluso, todavía, de su honorable propietario.

Jesús Sotillo Bolívar. Profesor de la UCV

Gesto muy hermoso el del Presidente electo de la República de Colombia, Gustavo Petro, el solicitar que estuviera presente en el Podio donde sería Proclamado, con la presencia de sectores populares, la Espada de Simón Bolívar, para conducir los destinos de ese país durante los próximos 4 años. Por primera vez en 200 años un gobierno de izquierda, progresista, asume el mando en el país vecino y eso deja mucho que pensar sobre los cambios políticos en nuestra región.

El Presidente Petro no sólo solicito a la Casa Militar que trasladara la espada, sino, que el acto estuvo prácticamente suspendido hasta que la comitiva militar, definitivamente la llevó desde la Casa Nariño hasta la Plaza De Bolívar, donde se escenificaría la proclamación.

Y digo hermoso gesto, porque simbólicamente es un reconocimiento a la gesta independentista, y a este prohombre que aunque nacido en Caracas, se proyecto como un líder en nuestra región y el mundo entero, hecho reconocido hasta por la BBC, institución comunicacional que organizó una encuesta cuyo resultado fue el reconocimiento del Libertador Simón Bolívar, como una de las figuras más prominentes del Siglo XIX. En menos de 20 liberó el territorio de cinco naciones: Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y Panamá y creador de una, Bolivia. Participó en 79 grandes batallas, con riesgo de morir en 25 de ellas, y Cabalgó 123 mil kilómetros, más de lo navegado por Cristóbal Colón y Vasco de Gama.

En este gesto, que lo honra, el nuevo Presidente de Colombia, dijo: "Llegar aquí con esta espada, que significa para mí toda una vida, una existencia. Esta espada representa mucho para nosotros, para nosotras. Y quiero que nunca se envaine como lo dijo su propietario, El Libertador, hasta que haya justicia en este país, que sea del pueblo. Es la espada del pueblo y por eso la queríamos aquí en este momento y en este lugar, quizás para los próximos presidentes y presidentes, se vuelva un hecho permanente, protocolar y o simbólico que nos acompañe siempre, que las acompañe siempre, La Espada Libertaria de Bolívar.

Recoge Petro, este sentimiento que hoy recorre nuestros pueblos y que se expresa en una consigan que se repite y vuela como el viento esparciéndose en nuestra región: La Espada de Bolívar Camina por América Latina, que revive de alguna manera, el amor del Presidente Chávez por el padre de la Patria y sus ansias de justicia, independencia y paz, objetivos reclamados hoy, en esta hora de los hornos, por los pueblos latinoamericanos. Mientras el Presidente Petro, expresaba estas sentidas palabras, se oían las exclamaciones de aceptación del pueblo colombiano, que hoy, tanto la derecha oligárquica de ese país, como la ultra derecha venezolana, intentó enfrentarlo a nuestros nacionales, dividirlos, crear odio entre dos países cuyos lazos históricos son imborrables.

Pero la Espada Emblemática, a pesar de los años y de estar envainada todavía, levanta ronchas. El primer picor, lo sintió el Ex presidente Iván Duque, quien había negado la solicitud de Petro, de trasladar la Espada de Simón Bolívar hasta la Plaza De Bolívar, donde se realizaría el acto popular de proclamación. Tuvo que ser investido Petro como Presidente, como así lo hizo, para desautorizar al Presidente saliente y ordenar el traslado de la emblemática espada y esperar su llegada para el comienzo de los actos protocolares.

El que Duque se negara al traslado, como uno de sus últimos gestos repugnantes, no tiene nada de extraño. La Espada de Bolívar, como símbolo emblemático de la Justicia y la Paz, representa algo totalmente distinto a lo que deja como herencia nefasta su gobierno: una Colombia dividida, donde la justicia no es solamente ciega, sino, también sorda, sumido en la violencia; muertos y desaparecidos a granel, entregados sus gobiernos oligarcas al narcotráfico y una soberanía vulnerada con la presencia de siete bases militares norteamericanas en su territorio.

Recordemos también, que Iván Duque, al recibir al representante del gobierno de Trump, en acto público, Mike Pompeo, que ya había declarado públicamente, que la CIA, mentía, robaba y sobornaba, olvidando deliberadamente que también mataba, agradeció a los Padres Fundadores de los Estados Unidos, el apoyo a la Independencia de Colombia, olvidándose también él, de nuestros Libertadores y de los miles de neogranadinos y venezolanos que dieron su vida por la Independencia.

Otro que le dio piquiña la presencia de la Espada de Bolívar, en el Acto Protocolar de toma de posesión, fue al Rey de España, quien estuvo presente. Tragando arena, Felipe VI, mientras la Espada de Bolívar, cruzaba el escenario, vio pasar, por su mente, apoltronado, como si fuera una película, las derrotas infringidas por Bolívar, su Espada Libertaria y los demás próceres de nuestra independencia, a las tropas españolas y sus connotados líderes militares, que aquí con la Cruz, la Espada y el Caballo, asolaron nuestros pueblos por años y pretendieron eternizarse. Tan distraído estaba el Rey de España, viendo la retrospectiva de la historia o por puro arrebato de arrogancia facha, que no se levantó, como lo hicieron todos, en un gesto de respeto y consideración por la Espada del Gran Libertador Simón Bolívar. Hoy voceros del pueblo español se lo reclaman e incluso, le exigen un gesto de disculpa por tal descortesía, gesto, que nos quedaremos esperando, porque esta casta monárquica-franquista, se siente todavía colonizadora y son incapaces de reconocer la atrocidades cometidas contra nuestros pueblos, admitidas y denunciadas por los mismo españoles, como Bartolomé de las Casas en "Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias".

Pero a pesar de estas ronchas, que no empañaran el Acto de Toma de Posesión, pensamos que la Espada de Bolívar, debe recordar a todos los mandatarios presentes de nuestra región y a los que no pudieron asistir por diversas circunstancias, (Caso de Pedro Castillo del Perú, la ultra derecha, se lo impidió), que esta ola de progresismo que recorre a nuestros países, debe llamar a la reflexión, sobre algo que siempre el Libertador reclamó: la Unidad. A pesar de las diferencias que puedan existir por la concepción de cada proceso en particular, se debe tener presente la necesidad de enfrentar en Bloque a los intereses imperiales y no pensar que haciéndole carantoñas al Imperio, van a logar estabilidad, paz, justicia, progreso e independencia de sus pueblos. Con esta frase que a continuación transcribimos, el Gran Libertador, continúa dictándonos cátedra de acción política. "La Unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres sino inexorable decreto del destino. Unámonos y seremos invencibles". Simón Bolívar



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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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